Todo es culpa de Sungmin.

Capítulo 109: Un pequeño gran secreto.

-La grabación duro hasta muy tarde -se excusaba Heechul, mientras frotaba una de sus manos en sus ojos.

Doce horas de diferencias, se hacían notar en esos momentos, cuando uno de los dos trabajaba hasta tarde, y la hora que habían acordado para la única llamada por Skype del día, se debía modificar o simplemente no se llevaba a cabo, cosa que se estaba haciendo más frecuente de lo que a ambos les gustara aceptar.

-Agradece que puede elegir a qué hora salir a comer- esa no era la verdad. En realidad, había pedido el día libre para hacer unos tramites e ir al doctor. pero era mejor decir una mentira en ese momento, que la verdad. Aun no estaba preparada para responder las preguntas que venían de la mano con ella -. Ve a descansar, cuando llegue a mi casa te envió un mensaje, si estas despierto, me llamas -le ofrece la menor, pero él niega con la cabeza.

-No tengo horario libre, solo estos minutos -explica-. Tus amigas llegaron bien -ambos sonríen.

Constanza cada día se sorprendía más con lo tierno que podía llegar a ser su novio. Le era imposible a los dos, pasar un día sin recordad al otro, cosa que Heechul recalcaba a diario. Además, todos los días había tenido un gesto tierno o extremadamente amable con ella, nunca era frió, siempre se preocupaba de cómo estaba ella, y trataba de no fallar con la llamada diaria.

A medida que avanza la conversación, en la cual comparten su día, y algún otro dato que los une más, Cony se arma de valor, para dar los primeros pasos para decirle un importante secreto a su novio.

-Heechul, hay algo que quiero preguntarte -solo recibe un "mm" como respuesta, ella sonríe con ternura-. Es solo algo que me ha estado dando vuelta este tiempo – nuevamente, el cantante responde con un el mismo sonido - ¿Heechul?

No hubo respuesta.

El cansancio fue mayor que las ganas de ver unos minutos a su novia, el coreano había cedido a los brazos de Morfeo. Ya no había respuesta.

Constanza solo se queda ahí, observándolo, mientras pensaba en las preguntas que no alcanzo a pronunciar "¿Te gustaría formar familia? ¿Cuánto duraremos? ¿Te gustaría que viajara a verte?". Preguntas que necesitaban respuestas. Preguntas que las carcomían en los últimos días.

Suspira.

Hace apenas unos días, su duda más grande, a la respuesta que más miedo le tenía, había llegado, y no sabía qué hacer con aquella respuesta. Estaba tan asustada. Tenía miedo a su futuro. A como lo tomaría el mundo, sus amigos y familia, pero lo más importante, como lo tomaría y reaccionaria Heechul.

Mira su almuerzo, y lo mueve con el tenedor. No quería comer, aquello que estaba frente a sus ojos le causaba nausea, y sabía perfectamente que, por esa razón, debía comer. A su mente llego el recuerdo de Paula abrazándola, diciéndole que todo estaría bien, pero que debía cuidarse, que ahora no solo debía pensar en ella.

--------O--------

Aquel día, había llegado a la casa de su amiga, buscando el apoyo de su Umma.

Como siempre, su amiga la recibió con los brazos abiertos, dispuestas en ayudarla en lo que fuera necesario, más cuando veía tanta tristeza y miedo en los ojos de Cony.

No fue capaz de decir su miedo en voz alta. Solo abrió su cartera y, como si un monstruo habitara en ella, buscaba con miedo en su interior, para poder sacar una pequeña caja delgada y alargada, de color rosado, que le muestra a su amiga.

- ¿Un test de embarazo? -pregunta Paula, la menor solo afirma con la cabeza, mirándola a los ojos- ¿Crees que estas...? -no termina la pregunta, no es necesario, todo en su amiga le grita que ese es su gran miedo, de que ese test diera positivo-. Ve, hazlo, yo esperare aquí.

Sin decir nada, sin mirar a su amiga, se dirige al baño.

Paula solo la observaba, pensando en que momento había pasado todo esto, recordaba aquellos días en el liceo, soñando como secuestrar a los Jonas Brothers, cuando aún no escuchaban Kpop, que no sabían que estudiar, ni siquiera conocían aquella hermosa carrera que había encantado a las dos. Como había cambiado su vida. Siempre había escuchado que la vida no era como uno la planeaba, y entre más pasaba el tiempo, más se daba cuenta de ello.

- Odio las pruebas de orina -dice Cony saliendo del baño.

- ¿Y?

-Aún no hay reacción, dice que se demora como cuatro minutos -agrega, mientras comienza la cuenta regresiva en el teléfono.

- Tranquila.

-Sabes, nunca me han gustado los anticonceptivos -le comenta Cony, paseando de un lado para otro, con el test en la mano-, eso de andar pendiente de tomar pastilla todos los días, y que si se te olvida se te descontrola todo, y los problemas que te dan cuando seas vieja. No, todo mal – mira a su amiga-. Siempre me preocupaba de usar preservativo, pero...

- ¿Pero?

-Nunca, nunca en toda mi vida me había dejado llevar tanto – confiesa- soy una tonta, soy una tonta -repite aumentando la velocidad de sus pasos.

Cuando suena una alarma de su teléfono, solo levanta la mirada para ver a Paula. No era capaz de mirar el test, pero ahí estaba la respuesta, en un pequeño test sobre sus manos.

Mira la prueba, y su rostro se torna blanco.

- ¿Qué haré? -pregunta, mientras se deja caer en el sillón.

Paula toma el test de la mano de su amiga, solo para asegurar lo que aquella reacción le indicaba.

-Positiva -afirma Paula- Pero ¿quién...?

-Es de Heechul...

--------O--------

- Acosadora – le dice Heechul a su novia, sacándola de sus recuerdos- ¿Por qué me observas con esos ojos?

- Despertaste -le sonríe Cony.

- ¿Qué estabas pensado? -pregunta, pero ella solo levanta y deja caer sus hombros, sin dar ninguna respuesta-. Debes comer -le ordena, al darse cuenta que Cony no ha comido nada aun, y según sus cálculos, solo le quedan un par de minutos antes de tener que volver a trabajar.

Constanza solo sonríe y obedece, no tan a gusto como quisiera.

- Te sucede algo -asegura Heechul-. Dime que pasa- pero ella niega con la cabeza, quitándole importancia al asunto-. Habla.

-Es solo... -responde despacio -. Un mal día.

-Mientes.

-No.

Por la mente de la menor pasan nuevamente las palabras de su amiga. "Debes decirle". Pero ¿Y si Heechul no quería ser padre? O si para él, aquella relación no era más que un juego, y él es famoso en su país, quizás qué pensaría de ella cuando se entere que serán padre, era obvio que una novia extranjera embarazada, no sería muy bueno para su carrera. Todas esas dudas, le hacían plantearse la idea de que quizás era mejor callar, guardar el secreto, y antes de dar a luz, terminar con aquella relación. Pero, tampoco quería tomar esa decisión sola, él es el padre, tiene derecho a saberlo, y decidir si quiere o no reconocerlo, por más que le duela la idea.

-Si no quieres decirlo, solo dilo, pero no mientas.

-No quiero hablar de eso -confiesa, resignada.

-Entonces has la pregunta que querías hacer.

-Heechul... -suspira. Las preguntas que quería hacerle, llevarían a Heechul cuestionar por qué las hacía, y la verdad que debía revelar, no era una que se pudiera decir por medio de una pantalla, debía ser cara a cara- quiero pasar San Valentín contigo.