Todo es culpa de Sungmin.

Capítulo 103: En Chile

-Sí, solo falta esperar -le contaba Valentina a su novio, con quien hablaba por Skype, en su horario de almuerzo- Cada vez queda menos para que nos volvamos a encontrar -le sonreía con amor, dulzura y anhelo por aquel día. ​

Ya habían pasado tres semanas desde que ella y sus amigas habían pisado tierra chilena.

Las cuatro regresaron a su vida, dejando atrás aquellos días que habían pasado en Corea del Sur, ese mes que estuvieron sobre una montaña rusa de emociones, de la cual se bajaron de forma abrupta.

Regresaron a sus trabajos, a sus casas, a sus rutinas.

Pero aun mantenían el contacto con sus amigos y novios coreanos.

Eunhyuk, Siwon y Leeteuk, se preocupaban de llamar a cada una de las chilenas, todos los días, para saber cómo estaban. Mientras que Sungmin, Yesung y Kangin las llamaban de vez en cuando. Eran ellos los que las mantenían al tanto de todo lo que pasaba, eran esas llamadas, y las vídeo-llamadas con sus parejas las que les recordaban que aquella experiencia no había sido un sueño, que todo había sido real.

Pero la enfermera tenía un plan. Volvería a Corea del Sur.

Vale comenzaría a estudiar un postgrado en Seúl, el mismo al cual asistía Andrea. Buscaría algún trabajo, pero mientras no tuviera estabilidad económica para subsistir en aquella capital sin problemas, y no utilizará todos sus ahorros, viviría nuevamente con los miembros de Super Junior.

Pero esta vez no sería la invitada de Siwon o Eunhyuk, no compartiría departamento con sus amigos, esta vez le arrendaría el departamento a Kibum, que estaría fuera de Corea por medio año grabando un dorama. El actor había sido el de la idea, al enterarse de los planes de la extranjera.

Todo estaba listo, su postulación había sido enviada y aceptada, tenía toda la documentación necesaria, los pasajes comprado, en su trabajo ya estaban informados, y lo dejaría una semana antes de viajar. Ahora solo le quedaba esperar.

Su viaje sería a mediados de enero, casi dos semanas antes de su cumpleaños. Podría pasar por última vez navidad y Año Nuevo con su familia y seres queridos. Despedirse de la manera correcta.

El curso comenzaba 4 días antes de su cumpleaños. Lunes 24 de enero del 2022, y la semana previa comenzaría con un curso de Hangul.

De verdad quería que su relación funcionará, que no fuera algo pasajero, o que se desgastará por la distancia, y para evitar eso haría lo necesario. Trasladaba su mundo a otro, para estar más cerca de D.O. Esperando lo mejor para ambos, y su relación.

Desde el momento en que vio a Kyungsoo frente a ella por los pasillos del aeropuerto, regalándole una hermosa sonrisa, pidiéndole que fuera su novia. Desde ese momento, supo que no podía abandonar Corea, dejando todo atrás.

Por otro lado, Romanet y Kyuhyun estaban planeando unas vacaciones juntos.

Como le había comentado el cantante minutos antes de que abordara el avión, su agenda estaba libre de actividades por 10 días. Días que pasarían juntos en el sur de Chile. La chica, nuevamente se había conseguido una licencia y se escaparía de su trabajo para estar con su novio.

Kyuhyun llegaría en solo 3 días, y Roma lo iría a buscar a la capital, viajarían juntos hasta Pucón, donde se quedarían una semana, para recuperar el tiempo perdido, y hablar cara a cara, y con tranquilidad, de cómo llevarían su relación.

Aunque Roma ya tenía una idea. Quería seguir los pasos de su amiga, y con la excusa de realizar un postgrado, ir a vivir a Corea, cerca de su novio. 

Pero no quería hacer nada sin conservarlo con él primero. Sin verlo nuevamente y asegurarse de que realmente Kyuhyun quería algo serio con ella, y no algo pasajero. Las discusiones y tratos previos del cantante hacia ella, aun provocaban dudas en Roma. Quería estar segura de que lo que Kyu sentía por ella era de verdad, y no solo una atracción por lo "exótico" que podía resultar ser estar con una latina, como se lo había hecho notar Jesús, pocos días antes de que él, junto con los demás guardaespaldas dejaran Chile, devolviéndoles su libertad al 100%.

Por el contrario, Cony no sabía cuándo podría volver a ver a su novio. Trataba de no pensar en ello, enfocándose en su trabajo y familia, pero con cada llamada de Heechul, la realidad la volvía a golpear en la cara.

Como siempre supo la menor, la distancia solo perjudicaba su relación.

Cada día la distancia entre ellos se hacía notar aún más, cada día la paciencia de ambos disminuía, las discusiones por pequeñas cosas comenzaban a aparecer, las llamadas a era cada vez menos frecuente, y las dudas se hacían presente.

Todo hacía presagiar que aquella relación seria rápida y pasajera, sino hacían algo pronto. Pero tiempo e ideas era lo que menos tenían. 

Y Paula, que aún seguía afectada por la última vez que había visto a Donghae. Había pensado que quizás con los días, el Pez volvería a hablar con ella, que se daría cuenta lo mal que se comportó con ella, y trataría de arreglarlo. Que una vez que supiera que estaban a miles de kilómetros de distancia trataría de contactarse con ella. Paula de verdad esperaba que su adorado Donghae volviera a hablar con ella, que volviera ser ese dulce chico que había conocido en Santiago, quien le había escrito todos los días desde que se conocieron sin falta, con quien había pasado su cumpleaños en Disneyland, a quien le había cantado por teléfono estando ebria pero nunca se lo había sacado en cara, con quien había disfrutado la Torre de Namsan. La misma persona que le había roto el corazón.

Pero eso no sucedió.

Con los días, la esperanza de volver a hablar con aquel dulce chico desaparecía.

Lo mejor sería tratar de olvidarle. O eso quería pensar e intentar. Pero las cosas son más fáciles de decir que llevar acabo. Todos los días había algo que le recordaba a su adorado Pez, todos los días, esa pequeña estaca que había dejado en su corazón se incrustaba un poco más. Cada día, dolía más.