Todo es culpa de Sungmin.

Capítulo 101: Adios

Cuando Paula despertó, estaban a minutos de dejar el departamento. Todas sus amigas corrían de lado a lado por su pieza, subiendo y bajando al departamento de Siwon, asegurándose de que no se les quedara nada. Todo, bajos las atentas miradas de Kyuhyun y Heechul, y un Hyukjae que les preguntaba por mil y una cosa que pudieran estar olvidando.

Era todo un caos. Pero al menos, sus amigas le habían arreglado sus maletas, y solo quedaba arreglar su maleta de mano.

Himchan los esperaba en una furgoneta, en las afueras del edificio. No iba solo, Soonhye y los guardaespaldas los acompañaban. Los extranjeros irían con ellas hasta Chile, Eunhyuk les había pedido asegurar la llegada de sus amigas, y acompañarlas unos días en su ciudad natal, por cualquier cosa que le pudiera pasar, prefería prevenir que lamentar. De alguna forma, deseaba que los extranjeros se convirtieran en sus ojos, que vigilaban a las chilenas, siempre presente para ellas.

Y a pesar de todos los reclamos y amenazas del manager, Hyukjae, Kyuhyun y Heechul, habían subido al vehículo, dispuesto a acompañarlas hasta el último segundo.

El viaje al aeropuerto fue caótico. Los coreanos les daba todas las instrucciones, de que hacer y qué no hacer al llegar, como si fuera la primera vez que viajaran. Además, Eunhyuk les daba indicaciones para su llegada a Londres.

El único vuelo más próximo, en el cual pudo conseguir 8 asientos, había sido ese hacia Londres. Él hubiera preferido enviarlas a New York, donde había más vuelos que salían con dirección a Chile, pero no había sido posible. Viajarían primero a Londres, donde pasarían la noche, en el mismo hotel que se habían hospedado la vez anterior. Y a primera hora de la mañana, tomarían el avión a Chile, donde ellas despedirían si pasar la noche en la capital, o viajar enseguida.

Si sus cálculos no le fallaban, sus amigas llegarían a las 17.45 hora coreana a Londres, donde estarían casi 17 horas, y tomaría un avión a las 02.00 hora local, para llegar a Chile a las 14.00 hora local, el día jueves.

Al llegar al aeropuerto, bajan todos juntos, corriendo. Se les había hecho tarde, y no podían perder el avión. Rápidamente los coreanos les indican que dirección tomar.

Ya no les quedaba tiempo, era momento del adiós. Pero ellos no querían, no querían dejarlas ir, así como así, como si no hubieran sido nada en su vida. Compraron el boleto más barato que les permitía ingresar al área de embarque, y poder acompañarlas el tiempo que les quedaba antes de tomar el avión.

Todos ingresan al área de embarque. Aun les quedaba poco más de una hora antes de que llegara su avión, y la triste realidad los golpeara.

Miraban aquel lugar como si nunca antes, ninguno de ellos, hubiera estado ahí. Como si ese lugar fuera nuevo y desconocido, y que en cualquier momento saldría algo para llevarse a las pequeñas chilenas.

En silencio se acerca a la puerta que les sería acceso al avión con rumbo a Londres. No eran muchas las personas que esperaban a esas horas, la mayoría estaba en su propio mundo en silencio.

- Iré por café y comida -avisa Eunhyuk, una vez que están todos ya más relajados, esperado el avión, rompiendo el silencio tenebroso que se había creado en el grupo- Ninguno ha comido.

- Te acompaño -se ofrece Paula.

- No -se niega él-. Me acompañaran ellos -indica a los guardaespaldas-. Necesito hablar con ustedes en privado -les informa.

Los 5 hombres se alejan, sin decir nada más.

- Nunca pensé que Eunhyuk se convertiría en nuestro ángel -comenta Paula a sus amigas, viendo como aquel chico se aleja de ellas.