Capítulo 10

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– Esa es una picante y muy directa pregunta. – ríe Rebecca bajo mi mirada de incredulidad y la de rendición de Zack.

– Quiero saberlo, necesito hacerlo ya que sé que no me dejarán ir a averiguarlo.

– No, no puedo dejarte ir. – admito – Es por tu seguridad.

– ¿Entonces? – pregunta con brusquedad aunque él ya sabe la respuesta.

Sé que a nadie le agrada la idea de que lo retengan en contra de su voluntad, pero de alguna manera Zack se ha resignado a ello y busca tomarlo con tranquilidad. Supongo que al tratarse de mujeres es una situación un poco más fácil de ser tolerada por lo que la confianza con la cual se expresa es muy notoria y sorprendente para Becca.

– Murieron. – pronuncio mientras siento que una lágrima cae de mis ojos.

Zack me observa con una mueca que expresa su intento de negación, pero no puede hacerlo.

– Alguien te ha llamado por teléfono para decírtelo y lo recuerdas, Zack.

El niega con la cabeza suavemente aun con la mueca en su rostro.

– Fue mi papá. – murmura con voz ahogada. – Dijo que mamá había tenido un accidente y que vaya al hospital porque ya habían llamado a la ambulancia.

Zack parece recordarlo todo hasta que enfoca sus penetrantes ojos en mi rostro en busca de una respuesta con relación con ese tema. He estado esperando esa pregunta inconscientemente todo este tiempo y no diré una sola mentira. Él merece saber la verdad, tarde o temprano Zaida se descubrirá a sí misma de igual forma.

– ¿Cómo lo sabes? – pregunta con la cara empapada en lágrimas.

Trago con fuerza.

– Zack, una parte de ti ya sabe esa respuesta, de otra forma no me hubieses preguntado a mí si tu madre y tu pequeña hermana estaban muertas.

– ¡Son brujas! – exclama poniendo de pies.

Rebecca amaga con levantarse y controlar la situación pero la detengo con una mirada que la tranquiliza.

– Lo somos, sí. – murmuro – Pero no tenemos todas las respuestas que uno quiere.

– Me la diste a mí. – gruñe con pesar – Sabes que ellas están muertas y me lo dijiste con mucha seguridad.

¡Por todos los males!

Zacarías está desmoronándose frente a mis ojos, haciéndome sentir miserable sin saber por qué. En mis pocos años de vida he visto peores sufrimientos, desenlaces horrendos y el peor de los escenarios, pero nada comparado a lo que tengo frente a mí.

Un chico de preciosos ojos claros llorando a mares por la muerte de su madre y su hermana.

Arrancaría de mi pecho mi frívolo e impuro corazón si ese hecho me jurara que nunca más volveré a verlo llorar de tal forma.

– Lo supe cuando Zaida te pidió perdón. – susurro en un hilo de voz por verlo tan vulnerable sin el brillo que tiende a caracterizarlo.

Obtengo una mirada intrigante por parte de Rebecca y sé que está ávida por saber que ocurrió con Zaida, sin embargo, se mantiene callada, aguardando el momento oportuno para hablar.

– ¿Quién es ella? – pregunta él apresurado – ¿Qué sabe ella de mi familia? ¿¡De mi madre!?

Me sobresalto en mi lugar al recibir su grito. Rebecca se acerca mí y pone su mano en mi hombro derecho en señal de apoyo y observa a Zack con repugnancia por lo que ha ocasionado en mí.

Brujas - Almas SalvadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora