Las horas pasaban y los benditos caminantes no se iban. Megan ya estaba perdiendo la paciencia, quería irse de una vez por todas.
Justo cuando pensaba que estaba teniendo mucha suerte la realidad la golpea en la cara.—¿Tienes alguna idea de cómo salir de aquí? —preguntó ella.
—¿Tú la tienes? —contestó con agresividad.
Megan se quedó callada unos segundos y luego rodó los ojos.
—Si la tuviera te la diría, genio. —La castaña logró escuchar como Daryl soltaba un bufido.
—Podríamos cubrirnos con sangre y no nos notarán como uno de ellos —sugirió.
—Eugh no, además seguramente llamaría su atención al abrir la puerta y se darían cuenta. Es muy arriesgado.
—¿Tienes miedo de arruinar tu cabello? —se burló Dixon—. Porque yo prefiero a que me coman antes que quedarme aquí.
—Nadie te obliga. Puedes ir tú solo si quieres.
—No me iré a ningún lado. No confío en ti, no confío en que me hayas salvado porque sí.
—Si eres desconfiado es tu problema —le atacó Megan cruzándose de brazos, fulminándolo.
Otro silencio se volvió a formar. La espera era eterna y las ideas se acababan, Megan intentaba pensar en alguna salida o idear un plan y salir ella sola ya que le daba igual la presencia del hombre.
—Podríamos llamar su atención con algún ruido y salir por la otra puerta —propuso.
—O esperar, se irán solos. Si quieres ser cena para caminantes puedes irte.
Megan bufó pesadamente. Se puso de pie y comenzó a examinar el lugar más a fondo.
Entró a lo que sería la cocina del lugar, había panes y tartas pero la mayoría ya podridos. Miró al frente y se percató que había una puerta que no había visto antes, no se escuchaba absolutamente nada, significaba que los caminantes no estaban ahí.
Sonrió victoriosa y la abrió lentamente para poder salir por ésta ignorando, completamente a Daryl. Aunque muy en el fondo sentía que debía haberle avisado igualmente salió corriendo de allí sin mirar atrás.
[...]
Ya había logrado huir, estaba en medio de la carretera con una sonrisa orgullosa en su rostro, ahora la presencia de ese tal Daryl no la molestará más.
—Seguramente los errantes se lo comieron —dijo para sí misma.
Seguía caminando con paso seguro hasta que de repente sintió una presencia. Dio la media vuelta pero no había nadie, quizá era un simple muerto que pasaba por ahí.
Continuó pero la misma sensación volvió a ella.
Apretó sus labios frustrada, sabía que su sentido no fallaba y que se trataba de una presencia humana.
—¡Ya sal de ahí! —exclamó dándose la vuelta.
Pero nada aparecía y la paciencia de Megan se acababa. Harta, decidió seguir su camino pero el sonido de una rama crujiendo se lo impidió.
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Selfish | 𝗗𝗮𝗿𝘆𝗹
Fanfic(EDITADA) Megan desde un principio fue un poco bastante egoísta, pero mucho más luego de haber perdido a sus seres queridos en el nuevo mundo apocalíptico, ¿por qué iba a importarse por los demás si ya lo había perdido todo? Simplemente ocuparse de...