Mi bolso!.
Lo había pensado tarde, la puerta ya se había cerrado y por nada en el mundo volvería a entrar a esa casa... al menos no ese día!.
Estaba sola, sin dinero ni celular y con una resaca monumental. Afuera hacia un calor de muerte, estaba exhausta, mi cabeza martillaba fuertemente, pero no me quedo de otra más que empezar a caminar descalza hasta encontrar la carretera.
Derek parecía vivir a las afueras de la ciudad porque solo se veían árboles alrededor de la carretera principal, camine sin rumbo fijo por cerca de una hora y casi me sentía morir... y si estaba caminando en el sentido equivocado?.
Después de darme mil golpes mentales por lo acontecido esa mañana, pude darme cuenta que había ido en la dirección adecuada cuando vi desde lejos una reconocida estación de gasolina. Corrí despavorida con las pocas energías que me quedaban hasta el mini market de la gasolinera y pedí una llamada por cobrar.
-Sindy!-, le dije a mi amiga oyéndome un poco desesperada.
-Barbara, que sucede?, porque no me llamas desde tu celular?-, ella se oía alarmada y yo estaba avergonzada... no podía decirle la verdad, al menos no por teléfono!.
-Esto... creo que lo perdí-, le había mentido descaradamente a mi mejor amiga... me iría al infierno!,
-puedes venir por mí?-, le pregunte un tanto apenada y ella me dijo que la esperara.Sindy apareció a los treinta minutos de la llamada, estacionó su antiguo Ford color rojo desteñido en la entrada del súper mercado y tocó la bocina.
A esa hora de la mañana el asfalto estaba demasiado caliente para continuar descalza, así que me había calzado los tacones y salí meneando mis caderas al andar.
-Gracias amiga!-, le dije luciendo muy agradecida cuando subí al asiento del copiloto.
Sindy deslizó un poco sus enormes lentes de sol sobre el dorso de su nariz y me miró por encima de ellos... su mirada acosadora no iba a afectarme, bastante ya tenía con mis propios golpes de pecho!.
-Me debes una explicación!-, me dijo mientras me escudriñaba con sus negros y temibles ojos...y conociéndola eso era peor que una sentencia de muerte!.
Llegamos al departamento y yo seguía debatiéndome internamente a cerca de si debía o no contarle a mi amiga mi "pequeña" tragedia, porque ella podía tener la lengua un poco floja... pero era Sindy!, era mi mejor amiga!.
-Q-que?-, me dijo ella luciendo atónita por mi reciente confesión.
Yo acababa de salir de la ducha, tenía una toalla envuelta en mi cuerpo y otra en mi linda cabellera, y le estaba contando a mi amiga mi última hazaña mientras rebuscaba que ponerme en el closet.
-Que te acos...-, no podía dejarla terminar.
-Shhhhh!, no lo digas en voz alta, aún no termino de negociar con mi conciencia!-, le dije en un susurro y ella se echó a reír.
Pero era cierto, yo aún no terminaba de comprender, o acordarme, o lo que sea, el como demonios había terminado con Derek Hyles en la cama... ya hasta había pensado en una hipnosis o una regresión!.
-Te dije que era mala idea ir a esa dichosa fiesta-, me dijoSindy y su tono era acusador.
Ahhh cierto, la fiesta!.
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SOLO POR TI
Novela JuvenilDerek Hyles, mi némesis, lo había odiado por dos largos años en los que desgraciadamente habíamos sido compañeros de estudio. Como carajos yo, Barbara Mackenzie, la enemiga número uno del guapo y sexy Hyles había terminado en su cama?... vaya usted...