Habían llevado música y algunos pasabocas, Cameron había echo una fogata y estábamos asando malvaviscos a la orilla del lago... tal parece que los chicos malos de la universidad también se divertían sanamente!.
-Y... que hay entre tu y Derek?-, me preguntó Celeste. Ella se había sentado a mi lado fingiendo casualidad y me sonreía socarronamente.
No comprendí porque una chica tan bella como ella estaba interesada en alguien que a leguas se notaba que no le prestaba el más mínimo interés. No es que ella fuera la más linda de todas, pero claramente su rubio teñido y el exagerado bronceado llamaban la atención de muchos, aunque al parecer no de Hyles.
-Un profundo odio-, fui tajante al decirlo y ella se carcajeó expulsando la soda que tenía en la boca.
Hyles estaba cerca y yo había hablado en voz alta a propósito, el se volteó a mirarme detenidamente y pude ver en sus ojos que mi respuesta no le había agradado... que esperaba?, si me había chantajeado para ir a ese lugar!.
Esa noche estuvimos hablando un largo rato entre todos, ahí habían chicos que estudiaban varias carreras y algunos de otras universidades, y eso se prestó para hablar de todo un poco.
Lo malo de la situación es que muchos de ellos iban en parejas y hubo un momento en el que me había quedado prácticamente sola, sentada sobre el tronco de un árbol caído frente a la fogata.
-Y... dime Barbie...-, Derek se había sentado junto a mi, con una pierna a cada lado de aquel tronco y me miraba con atención,
-porque es que me odias tanto?-, termino diciendo en tono casual... que?, solo el podía ser tan tarado para atreverse a preguntarlo!.-Pues... será por todas las veces que me ridiculizaste en público, o quizá por aquella vez que fingiste estar ahogándote en la piscina para que te diera respiración de boca a boca, o tal vez por aquella ocasión en que lesionaste a Jean Pierre y terminaste siendo mi Romeo en la obra, o tal vez...- pensaba continuar listando todas y cada una de las causas que tenía para odiarlo pero el me interrumpió.
-Esta bien, está bien, tienes muchas razones-, me dijo rodeando sus ojos y fijando la mirada en aquel viejo y podrido tronco.
-Eso sin contar que aún no se porque insistes en llamarme Barbie, si mi nombre es Barbara!-, fui severa al decirlo y el lucia algo apenado.
-Barbie suena lindo-, me dijo encogiéndose de hombros,
-te has visto al espejo?-, me pregunto y su voz ya no era burlesca, al contrario, esa era una de las pocas veces que había visto a Derek hablar en serio.Me di la vuelta para verlo, el perfil de su rostro era casi perfecto y la luz del fuego alumbraba un poco sus preciosos ojos dejando ver la gran sombra que hacían sus largas pestañas sobre los pómulos.
-No me gustan los apodos Derek-, yo negaba con mi cabeza y el elevo su rostro.
-O prefieres Barbie gruñona?-, ahora si sonaba al Derek que todos conocíamos y le di una palmada en su hombro, el soltó una carcajada haciendo una mueca de dolor y yo no pude evitar que su risa se me contagiara.
Nunca había estado en el lago hasta esa hora, llegue al departamento después de la una de la madrugada y tenía clase a las ocho de la mañana... menuda vagancia!.
-Adiós Barbie, la pase bien contigo hoy-, me dijo Derek con una pequeña sonrisa, y aunque yo también la había pasado genial, primero muerta antes que admitirlo, así que me limité a devolverle la pequeña sonrisa.
Las cosas habían cambiado un poco en la universidad en tan solo cuestión de días, yo ahora veía a los amigos de Derek por los pasillos y los saludaba como si fueran viejos conocidos... y ellos parecían creer que yo era parte de su grupo!.
Mi departamento era algo muy modesto, era más bien una casa dividida en cuatro mini departamentos independientes y mi ventana era la del segundo piso que daba al exterior.
Estaba profundamente dormida, regresarme de ese estado era toda una odisea, o al menos eso decía mama, decía que ni un terremoto podía despertarme... obvio que era algo exagerada!.
En mi estado semiconsciente pude escuchar un pequeño ruido en mi ventana, sonó varias veces hasta que logró despertarme. Estire mi mano y tome el celular que reposaba sobre la mesa de noche, el reloj marcaba las dos de la madrugada, lo puse en modo linterna y fui a ver que era lo que hacía ruido en la ventana.
No había terminado de asomarme, pero pude ver que había un auto estacionado en frente y me pareció algo familiar, me iba acercando más a la ventana para verlo mejor cuando una pequeña roca se estrelló en el cristal logrando sobre exaltarme.
Eleve el vidrio y me asome dejándome ver únicamente hasta los hombros, evitando mostrar el pijama que llevaba puesto, y era una camioneta negra con la parte trasera destapada y atestada de chicos.
-Barbara ven, vamos de paseo!-, me gritaron varios de los amigos de Hyles al tiempo, el no se veía por ningún lugar así que me relaje un poco.
-A dónde van?-, les pregunte en un susurro no tan alto para despertar a los vecinos ni tan bajo para que no pudieran escucharme.
-Vamos a la casa del lago de la familia de Cameron!-, gritó Karol.
Me debatí internamente acerca de que debería hacer, si los acompañaba significaba que estaba dispuesta a ser su amiga, y si no sería un gran desplante que obviamente no dejarían pasar... Sindy estaría como de costumbre todo el fin de semana metida en la casa de su novio y yo estaba algo desprogramada.
-Ummm, está bien, ya bajo!-, les dije en mi sonoro susurro... finalmente Hyles no estaba con ellos y esos chicos habían comenzado a agradarme.
Puse ropa suficiente en mi maleta, traje de baño, bloqueador solar, y otras cosas un tanto inservibles pero que solía cargar y listo, casi había olvidado que estaba en pijamas y tuve que regresarme desde la puerta de la habitación a vestirme adecuadamente, un jean, una camiseta, zapatos deportivos, una chaqueta y ahora sí... a disfrutar!.
Estaba tomando de nuevo la maleta que había dejado sobre la cama cuando el sonido de la bocina del auto casi me hace brincar del susto.
-Shhhhh!, no despierten a los vecinos-, les dije asomándome a la ventana y me apresuré a salir.
Acababa de cerrar la puerta del frente, me di vuelta para ver cómo se suponía que me subiría a la parte trasera del sobrepoblado auto y Derek odioso Hyles apareció de la nada... hasta tenía complejo de vampiro el infeliz!.
-Tu vienes conmigo Barbie-, me dijo Derek al abrir la puerta del copiloto.
El tenía su sonrisa ladeada y había usado su muy común tono de chico malo y seductor que ningún efecto tenía en mi, y yo quería darme un golpe, no uno mental, quería darme uno real... era obvio que el iba a estar ahí, de que otra forma sus amigos sabrían donde vivía?.
Ya que carajos, estaba como novia de pueblo, vestida y alborotada, y no iba a devolverme, así que decidí hacer caso omiso de su repugnante tono de voz y me subí al auto... eso sí, me pegue como un stiker a la ventana, no le iba a dar la oportunidad de tenerme muy cerca para molestarme!.

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SOLO POR TI
Teen FictionDerek Hyles, mi némesis, lo había odiado por dos largos años en los que desgraciadamente habíamos sido compañeros de estudio. Como carajos yo, Barbara Mackenzie, la enemiga número uno del guapo y sexy Hyles había terminado en su cama?... vaya usted...