Terminé de maquillarme y corrí escaleras abajo. Freddy, junto con Valentina, reían a carcajadas.-Me llamas si necesitas algo.-le dijo. Ella asintió.- Ha sido un placer tenerte aquí en casa, primita.-sonrió con simpatía. Valentina le devolvió el gesto.
-Lo se Freddy, para todos es un placer tenerme en sus casas.-rió, Freddy se unió a las carcajadas.- Nos vemos el día de la boda.-sonrió.
-Claro que si.-le dijo él, con la misma sonrisa.
-Nos vemos _______.-dijo casi en un grito al verme bajar, escalón por escalón.
-Nos vemos Valentina.-le sonreí y la estreché en mis brazos.- Nuevamente, disculpa por las acusaciones y gracias por divertirme esta mañana cuando no pude pegar un solo ojo.- ella rió.- Es enserio, espero verte luego de la boda, también.
-Oh, claro. Dalo por hecho, linda.-sonrió.- Y te debo una disculpa y también.-nos separamos y ella acomodó su cabello.- He sido una estúpida, debí presentarme antes de que sacaras esas conclusiones.-rió. Le sonreí al igual que Freddy lo hacía.
-Nos vemos en tres días Vale.-le dijo Freddy. Ella golpeó el hombro del chico y se montó en el taxi.
El vehiculo encendió su motor y pronto comenzó a andar por la calle. Freddy tomó su celular y tecleó algo. Yo, por mi parte, acomodé mi falda y luego lo miré.
-¿Nos vamos?
-Claro.-sonreí.
-¿No llevas bolso?-preguntó.
-No, no tengo nada que llevar allí.-reí. Torció los ojos y rió.
-Ya, vamos.-me dio un leve empujón por la cintura.
Juntos, subimos al auto y nos abrochamos los cinturones. Freddy encendió el motor y en menos de diez segundos ya habíamos comenzado a andar hacía la empresa.
-¿Pongo música?-preguntó. Asentí y el encendió la radio.
-¿Freddy?-pregunté con curiosidad.
-Dime...
-¿Por qué me has dicho que no teníamos habitación de huéspedes?
-Porque se me ha ocurrido.-rió.
-Oh, tu ocurrencia a sido genial.-dije irónica mientras causaba su risa.
-De todos modos, no he conseguido lo que quería.-dijo y volteó a la siguiente calle.
-No lo obtendrás, nunca Freddy, nunca.
-Como digas.-rió.- Pero te has quedado a dormir dos noches junto a mí.
-Pero porque tenía miedo.-me excusé.
-Si, claro.-dio rienda suelta a una carcajada.- ¿Y no se te ha ocurrido inspeccionar un poco más la casa?
-Ciertamente, no.
-Bueno, pues, ese, ha sido tu error.-aparcó el auto mientras hablaba.
-Ya cállate.-me desabroché el cinturón de seguridad y bajé.
-Toma mi mano ______.-dijo corriendo tras de mi.
-No.
-Vamos, hey, recuerda lo que hemos hablado.
-Okey, okey, ven y tómame la mano.-me quedé quieta y el pasó por mi lado, llevándome junto con él.
-Eres muy liviana.-rió.
-Y tú, eres muy imbécil.-dije. Besó mi mejilla.
-Ahora, tienes que amarme.-sonrió.
Entramos en ese edificio, que yo, había conocido tan solo un mes atrás. Freddy firmó unos papeles a la entrada y luego nos metimos en el elevador. Tan pronto como este llegó arriba, salimos y comenzamos a caminar.
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La Bella y la Bestia
Teen FictionQue feo es cuando la persona que más ama es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con...