Parte 52

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SI GUSTAN IR A LEER EN OTRAS PARTES POR FAVOR AHORREN SE EL COMENTAR EL LINK DE LA NOVELA POR  FAVOR SI LAS LECTORAS QUIEREN LEER EN OTRA PARTE ES Decisión INDIVIDUAL Y EN MI OPINO YO NO ME TARDO UNA EXAGERACIÓN EN ACTUALIZAR PARA TERMINAR DANDO OTRO LINK ,PERDÓN PERO EN MI PUNTO DE VISTA FUE UNA FALTA DE RESPETO HACIA MI Y LO QUE HAGO ESPERO Y PUEDAN RESPECTAR MI PUNTO DE VISTA Y POR ESTAS CAUSAS TERMINARE LA NOVELA EN CUANTO PUEDA Y MIS ADAPTACIONES ESTARÁN PAUSADAS UN TIEMPO

Si alguna vez Freddy había sido malo, no lo recordaba. Se comportaba de lo más tierno con sus dos hermanos, por la mañana trabajaba, por la tarde jugaba con ellos mientras yo estudiaba y por la noche compartíamos la cena todos juntos. Y cuando las vocecitas de los niños dejaban de escucharse por los pasillos, Freddy se convertía en un amante sensacional.


Ambos debíamos admitir que mis suegros nos habían dado una hermosa oportunidad para probar suerte como padres y aunque Freddy se quejara cuando Gregh despedazaba las flores y Anne pataleara por todo tipo de juguetes en el supermercado, parecíamos toda una familia. Claro que no era de lo más normal, porque ellos eran los hermanos de mi esposo y la "familia" acababa cuando mis suegros volvieran de su viaje.

-Me rindo-gritó Freddy mientras bajaba las escaleras-. No sé como hace mamá para peinar a la niña, es que no se queda quieta y las coletas salen torcidas-se quejó.

-No es tan difícil-dije divertida mientras él se sentaba a mi lado.

-¿Por qué no lo intentas?-preguntó encendiendo el televisor-. Anne,¡ven aquí!

Tras escuchar el grito de Freddy, Anne bajó las escaleras corriendo con entusiasmo. Su escaso fleco estaba enmarañado mientras era sostenido por una pequeña traba verde claro, sus dos coletas estaban más desparejas que los dientes de un tiburón y las bandas elásticas que sostenían el cabello era una rosada y la otra celeste.

Contuve la risa al verla acercarse a mí. Freddy frunció el ceño y Anne alzó los hombros defendiéndose. Senté a Anne sobre mi regazo y observé a Freddy con detenimiento.

-Vas a traumarla si sigues haciéndole estos peinados-lo regañé y luego reí.

Golpeó levemente mi hombro para luego quejarse con el ceño fruncido.

-No es mi culpa, nunca nadie me ha enseñado.

-Freddy, por Dios, aprende a combinar colores.

Anne rió y Freddy volvió a fruncir el ceño. Se cruzó de brazos y apoyó su espalda contra el sillón.

-Disculpa, no quería arruinarle el cabello a mi hermana.

-Ve a buscar el cepillo y las bandas elásticas-le dije a Anne.

Ella corrió escaleras arriba y me acerqué a Freddy.

-Nadie te ha regañado, tontito-besé su mejilla-, y no le has arruinado el cabello. Estaba molestándote, no seas tan sensible.

-Es que no sé cómo peinar a una niña-observó el televisor sin prestarle atención alguna-. A ti no te tengo que peinar.

-Ya, deja de lamentarte, señor sensibilidad-dije riendo.

-Aquí llego yo-gritó Anne saltando desde el último escalón.

Freddy volteó a verla y le sonrió, su hermana le devolvió la sonrisa y se sentó sobre mi regazo. Sostuvo el cepillo entre sus delicadas manos mientras yo me dedicaba a desatar su cabello.

-Freddy, observa-dije mientras extendía para que Anne me pasara el cepillo-. Primero, debes desenredarle el cabello.

Quite todas las bandas elásticas de su cabello mal atado mientras Freddy observaba atentamente. Pasé el cepillo por toda la longitud del cabello. Quedó perfectamente peinado, lo separé en dos partes y elevé un mechón de pelo para atarlo en una coleta al costado, acto seguido, hice lo mismo con el otro mechón. Poco de su cabello quedó estorbando sobre su frente, lo estiré, lo peiné y até el mechoncito con una pequeña traba.

La Bella y la BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora