Capitulo 8

97 7 5
                                    

Estamos entrando por la puerta de la residencia. Ha sido una buen primera cita, al principio estaba muy nerviosa, hacia años que no tenia una cita, y mas de que no tenia una "primera" cita.

La he llevado a un restaurante italiano que hay por el centro, no sabia donde llevarla, y he pensado que la pasta le gusta a todos. Hemos comido muy bien, mientras teníamos una buena conversación, después me ha insistido a que la llevara al bar que me recomendaron, y hemos tomado unas cervezas, mientras seguíamos hablado.

Me ha contado que esta estudiado historia del arte, le gustaría ser profesora de arte en un futuro, también me ha dicho que sus padres murieron cuando era pequeña, y que ella y su hermana pequeña han vivido con su tío en su granja, y que ha sido como un padre para ellas. Ella dice que no es lesbiana sino que le gustan los cuerpos,eso me ha extrañado un poco, la gente suele decir que le gustan las personas, pero a ella le gustan los cuerpos. Ha tenido solo dos novios formales y ha tenido algunas relaciones esporádicas con chicos y chicas.

Yo por mi parte le he contado el divorcio de mis padres, que soy hija única y que desde temprana edad me di cuenta que no me gustaban los chicos pero en cambio si me gustaban las chicas, y mucho. Le he contado que he tenido solo una novia con la que estuve tres años, y que cuando me dejo estuve bastante destrozada un tiempo, y que solo he estado con dos chicas mas y nunca con un chico, lo máximo es un beso jugando ha la botella en mi adolescencia.

No se cuanto tiempo he estado divagando, pero ya estamos en la puerta de su habitación.


S: Me lo he pasado genial.


B: Yo también me lo he pasado muy bien.


Ella esta mirándome y sonriendo, creo que esta esperando que haga algo. Espero que quiera que la bese, porque eso es lo que pienso hacer. Beca, confianza!

Doy un paso hacia adelante y poniéndome un poco de puntillas me acerco a sus labios. Y entonces nos besamos. El beso empieza lento,suave, hasta que tímidamente acaricio su labio inferior con mi lengua pidiendo permiso para entrar, y ella inmediatamente me concede ese permiso y hace los mismo con la suya. Pongo mis manos en su cintura y la acerco mas ha mi, mientras ella pone las suyas en mis hombros. No se cuanto tiempo llevamos besándonos, pero de repente oímos alguien chillando:


-Las habitaciones están para algo!


Nos separamos, yo aun con los ojos cerrados, me lamo los labios.


S: Es una buena idea.


B: Que? -digo abriendo los ojos-


Me sonríe, me coge la mano, abre la puerta de su habitación y entramos. Cierra la puerta y nos volvemos a besar pero esta vez rápido, desesperando y húmedo, muy húmedo.

Empieza ha sacarme la camisa mientras mis manos van subiendo por sus largas piernas hasta llegar al borde de su vestido. Ella se separa de mis labio y comienza a besarme el cuello. Dios! Que bien besa! Yo sigo subiendo su vestido hasta que se lo saco por la cabeza. Trago saliva ruidosamente al verla. Oh dios! Creo que he muerto y estoy en el cielo.


S: Es que con este vestido no llevo nunca sujetador.


B: Genial.

Vuelvo ha besarla y mis manos parece que tengan vida propia, porque una esta en su espalda baja y la otra sube por su cintura en dirección a su pecho.

Cantando el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora