Los días se volvieron noches y las noches días tantas veces que había olvidado cuanto tiempo llevaba en aquellas tierras desconocidas, durmiendo en cuevas y viviendo el dolor de las perdidas, con el paso del tiempo su armadura se fue haciendo muy pesada y desapareció con el viento al soltarla, solo su hombrera con el emblema noxiano desgastado decidió permanecer a su lado, eso y su pasado claro. Allí estaba Riven en una cueva, sola cuando hace no mucho estaría frente a la gran chimenea en brazos de su amado, su Talon. De todo lo que había perdido era el a quien más extrañaría. Tras tanto tiempo conociéndose y cuatro años como pareja su relación no podría haber estado mejor, pero seguro estaba tan podrido como los generales que comandaron el exterminio de su tropa, aquellos que destruyeron aldeas y pueblos indefensos solo para enviar un mensaje, Riven vio tanta muerte que poco a poco dejo ir su orgullo como guerrera para caer en la pena y la vergüenza, hombres agricultores, mujeres y niños tanto jonios como noxianos sin una experiencia de guerra real muertos, aquella imagen no se borraría de su memoria con facilidad. Asesinatos que ella misma había cometido a personas indefensas solo por ganar prestigio para su nación, quería borrar esa parte de si y por eso inicio su autoexilio. Tuvo suerte de encontrar diversos lagos y ríos limpios y con vida en jonia que le ofrecieron el sustento alimenticio para llegar a donde estaba, su viaje estaba lejos de culminar pero necesitaría toda la fuerza del mundo para volver a iniciar sola, luego de haber tenido todo lo que quiso en su pasado
-Tal... ¿realmente estas tan podrido como la ciudad? ¿Quizá aún tengas salvación? supongo que nunca lo sabré....ya no volveré a verte de nuevo.
La albina pronuncio esto último entre lágrimas mientras se acurrucaba alrededor de la fogata improvisada que tenía. Pasaba las noches llorando por aquel amor perdido, como una niña. Esa niña que solo él había conocido y aceptado. Esa que había muerto junto a su tropa tras aquel ataque bioquímico de Zaun. Ella vengaría a su tropa y se redimiría a sí misma. Ahora sería conocida como Riven, la exiliada.
Riven despertó luego de estar tan solo unas horas durmiendo, tomo lo poco que quedaba de sus cosas y partió sin rumbo, la luz solar le acompañaría mas ella esperaba encontrar un mejor lugar para pasar la noche, al cabo de algunas horas de estar caminando sintió una presencia. No se percibía agresiva más se puso en guardia, sin embargo esta presencia no hiso nada. Riven decidió ignorarla y continuar su camino cuando justo tras de ella sonó una campanilla, la peliblanco se detuvo en seco y se giró con los restos de su espada en la mano, mas no pudo encontrar algo destacable a su alrededor.
-debe ser mi mente...-pensó luego de dar un profundo suspiro- -pareces perdida. Riven se giró y pudo observar a una mujer, no muy mayor a ella, de cabello largo y negro y unos ojos amarillos con aire poderoso, vestía un kimono corto blanco y rojo y la expresión de su rostro le daba un aspecto zorruno, además de que tenía orejas de animal.
-¿quién eres? -Riven sujeto con más fuerza su arma-
Tenía miedo pues su cansancio físico y mental no le permitirían combatir adecuadamente la chica soltó una leve risa a la par que cubría su boca con su mano izquierda, para luego exclamar en un tono dulce y seductor
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La sombra y la Exiliada
FanfictionUna historia que conecta las respectivas historias (dentro del juego) de cada personaje en cierto punto de la misma, la cronologia podria verse afectada por falta de datos pero tratare de ser lo mas fiel posible. la historia sera narrada en tercera...