-He despertado...
Ahri estaba confundida e impresionada al ver la nueva habilidad de Riven. Su espada estaba como nueva y en sus ojos se reflejaba una determinación que nunca antes le había visto, se sentía tan pequeña e indefensa ante tal imagen de su amiga.
-N...no sabía que poseías magia Riv.
-No lo hago yo...Esta es una habilidad rúnica presente en mi espada. No quise repararla nunca pero...Se reparó sola, un año después del...Accidente. Quizá sea la voluntad de mis compañeros.
-Iras con Zelos ¿Cierto?
-Debo hacerlo, tenemos un trato.
-No confíes en el.
-Lo se Ahri, tranquila...
Ambas se miraron un tanto inconformes con la respuesta de la otra. Por su lado Ahri detestaba la existencia de Zelos pero no podía matarle pues no quería volverse una forajida. Por su parte Riven se sentía en deuda con todos los jonios que asesino y servir a su ejército serviría para redimirse al luchar por ellos. Sin más que decir ambas acordaron volver al pueblo. El viaje de regreso fue muy tranquilo y callado, Ahri estaba furiosa aunque no lo demostrara y Riven solo meditaba por qué su espada había vuelto en ese momento. El tiempo paso más rápido que en la ida y a las 9 a.m. ya estaban de vuelta en el pueblo. No dijeron palabras Ahri fue al hotel donde se hospedaron y Riven se dirigió al campamento de Zelos, deshaciendo el nuevo encantamiento de su espada antes volviendo a su conocida espada rota. Al llegar y sin preguntar se dirigió a la tienda del centro, encontrándole parado en la entrada con una sonrisa llena de arrogancia.
-Bueno verte de nuevo.
-Te dije que volvería.
-Menos mal no me aliste para buscarte –decía mientras su arma aparecía a sus espaldas- Dime ¿Qué has decidido?
-Me uniré al ejército jonio y ayudare en lo que pueda.
La seguridad en sus palabras sorprendió a Zelos
-Comprendes que deberás vestir uniforme, y ocultar tu identidad. No queremos que nadie te reconozca y nos traiga problemas.
-Está bien, aunque no hay nadie que pueda reconocerme. Todos los que conocí alguna vez están muertos.
-Bien, mañana por la mañana partiremos a la capital, debo llenar el papeleo de tu reclutamiento. Más te vale no ponerte creativa en el camino pues te asesinare en ese mismo instante.
-No se preocupe, eso no va a pasar. Me retiro.
Riven se dio la vuelta y volvió al pueblo mientras la sonrisa de Zelos crecía con malicia. Su odio por los noxianos era muy alto y ahora tenía la oportunidad de destruir a una de sus mejores guerreros hasta que no quedara nada de ella.
Mientras Riven se reunía con Zelos Ahri entraba en la recamara que ambas compartían, suspirando cansada de ver como Zelos le arrebataba algo que le importaba nuevamente. Recuerdos del momento en que le conoció vinieron a su mente y esta solo pudo dejarse caer en la cama mientras recordaba.
Flash back
En una pradera una joven de aparentemente 16 años corría libremente con un kimono corto que solo cubría las partes más privadas de su ser, a su alrededor una manada de Zorros plateados, únicos de aquella zona corrían a su lado, mostrando una expresión de felicidad en su rostro. Aunque no recordaba nada de su pasado Ahri se sentía muy cómoda con aquella manada de zorros pues tras años de rechazo al fin había encontrado un lugar donde podía ser ella misma. Ese día se aventuró solo en lo profundo del bosque, llegando a un pequeño pueblo lleno de seres extraños, de la sorpresa callo de golpe al suelo quedando a la vista de todos los que transitaban esa zona. Al verla muchos se asustaron, otros simplemente la ignoraron pero un joven de 16 años –humanos- se acercó a ella y le tendió la mano, saludándola amablemente. Ahri sonrojada y sorprendida tomo la mano de aquel extraño que le ayudo a levantarse.
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La sombra y la Exiliada
FanfictionUna historia que conecta las respectivas historias (dentro del juego) de cada personaje en cierto punto de la misma, la cronologia podria verse afectada por falta de datos pero tratare de ser lo mas fiel posible. la historia sera narrada en tercera...