Luego de un tedioso día de preparaciones, la noche llegó, y con ella múltiples invitados provenientes de las distintas familias de alta sociedad, además de la guardia real se fueron adentrando en la mansión. Talon ya estaba vestido con su traje de “gala” elegido por su hermanastra, misma que le observaba en la planta baja de la mansión con una sonrisa burlona al verlo.
-No pensé que fueras a ponértelo Tal.
-Era esto o haber venido para nada. No creas que esto va a quedarse así.
-Repite eso hasta que te lo creas, hermanito.
Antes de que el castaño pudiera agregar algo más, Garen apareció, felicitándole por lo bien que le quedaba el traje y tomando a la peliroja por la cintura, guiándola al interior del salón de fiesta para que se integrara un poco, dejándolo completamente solo rodeado de desconocidos que le juzgaban con la mirada, incomodándolo completamente.
Mientras debatía mentalmente él porque estaba allí, cruzado de brazos, escuchó una voz de un rubio que conocía muy bien.
-Sí, realmente los noxianos son una plaga. No sabes cómo los odio.
Talon entonces volteó hacia el balcón donde encontró a Ezreal hablando animadamente con uno de los miembros de la guardia real, un lancero excelente llamado Xin Zhao.
Ofendido y dispuesto a jugarle una broma al rubio, se acercó con todo el sigilo que sus años de experiencia le permitían hasta posicionarse detrás de Ezreal, susurrándole con mucha calma al oído.
-¿Así que odias a los noxianos? Quizá…No debería seguir ayudándote con Luxana.
El rostro de Talon esbozaba una gran sonrisa burlona, mientras que Ezreal comenzó a temblar por el susto y la impresión debido a lo inesperado que fue la acción del asesino. Xin Zhao por su parte soltó una leve risa y luego volteó su rostro y se retiró, pensando que si el asesino más temido en el reino estaba allí, estaba invitado.
-Xin! Espera! E... Es una pieza de museo! No te vayas!
-Si sabes que eso no da risa... ¿Cierto?
Ezreal por su parte se volteó mientras se alejaba poco a poco de Talon, aun temblando pero no dudando al verle a los ojos.
-Ya no necesito tu ayuda, Talon. Ella y yo…
-Así que ya sellaste el pacto pequeño. Bien por ti. –Dijo con mucha calma en su voz Talon, mientras con su mano derecha despeinaba la melena rubia de Ezreal-.
El rubio estaba dispuesto a decir algo más, pero en ese momento las luces se bajaron, quedando solo un gran foco en la puerta principal que poco a poco se iba abriendo, junto al sonido que se sentía casi como una caricia, poco a poco mechones azules fueron apareciendo mientras la puerta se abría completamente, recibiendo a una mujer de no más de 23 años, que mantenía sus ojos cerrados mientras sus hábiles dedos acariciaban las cuerdas de un curioso instrumento, característico de ella, y deleitaba a todos los presentes con su música. Poco a poco esta se fue adentrando en la mansión, sin ver a donde se dirigía, solamente dejándose llevar por su instinto, hasta que finalmente se detuvo, dando los acordes finales y recibiendo montones de aplausos por parte de todos los presentes a la par que abría sus ojos poco a poco, encontrándose con un Ezreal sorprendido y sonrojado, y un Talon que tenía una expresión calmada, pero sería en su rostro.
Fue entonces cuando Sona le regaló una sonrisa a Ezreal, quien salió casi huyendo excusándose con que debía preparar la llegada de Lux al lugar, dejando a la dama de las cuerdas a “solas” con el asesino noxiano, quien notó como las miradas sobre el iban desapareciendo poco a poco gracias a la presencia de aquella mujer, como si su presencia lo disfrazara con el ambiente del lugar.
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La sombra y la Exiliada
FanficUna historia que conecta las respectivas historias (dentro del juego) de cada personaje en cierto punto de la misma, la cronologia podria verse afectada por falta de datos pero tratare de ser lo mas fiel posible. la historia sera narrada en tercera...