Capítulo 2

60 1 0
                                    

El día antes del fin de semana, después de algunos días, sola, en su habitación, Cathlen decidió bajar a sus clases regulares, había faltado a sus clases diciendo que se encontraba con gripe, pero ahora era mejor estar donde tenía que estar, era la escuela y la secundaria que había elegido desde niña, no había razón para desaprovechar el esfuerzo de sus padres para que le aceptasen junto a Damian, así que llegó a su primera clase, Química.
Derek estaba fuera de su lugar cuando entró en el edificio, extrañaría a sus padres y a su hermana, Casie, aunque a ella la vería pronto, cuando entrara a primer curso de secundaria. Él era bien parecido, alto, cabello claro y ojos oscuros, sabía ya por experiencia lo que era entrar a un nuevo colegio, ya había estado en tres diferentes escuelas secundarias en sus seis años de estudio. Se registró rápidamente en la dirección y tomó su horario; primera clase Química.
Cathlen llegó a su clase y se sentó en un escritorio del medio de la clase, no tenía compañero de laboratorio por lo que siempre trabajaba sola, era mejor para ella que buscar alguien con quien trabajar, sin embargo a la lección llegó un nuevo alumno, a partir de ahora tendría un compañero de trabajo.
Derek entró al salón que la asistente le había indicado, las sillas estaban casi todas ocupadas, la que estaba vacía se encontraba al lado de una chica de cabello castaño y bastante guapa. Respiró hondo, no le gustaba cambiar de colegio, empezar a hacer nuevos amigos no era su fuerte. Se sentó en el espacio libre y sacó un cuadernillo, desde que había empezado a cambiar de colegio tan seguido se dedicó a llenar su tiempo libre escribiendo historias, aunque a veces se aburría, además no era su idea publicarlas, prefería utilizarlas como escape a la realidad que le era difícil entender, el trabajo de su padre los hacía viajar mucho, siempre había asistido a colegios regulares, pero ahora decidió que quería permanecer bastante tiempo en una misma secundaria, de manera que convenció a sus padres que le dejaran asistir a un internado, Casie tomó su parte en ello, por eso la esperaba en los siguientes meses.
El profesor llegó a la clase y sin dar mucha importancia apenas si mencionó al nuevo estudiante. Cuando empezaron a trabajar en un pequeño experimento Derek decidió que era hora de presentarse, además necesitaba quien le enseñara las instalaciones del internado, como la persona que tenía más cerca era Cathlen empezó por presentarse.
—Hola… ¿Cómo estás?
—Bien, gracias —respondió ella elevando una ceja de manera interrogativa. Estaba acostumbrada a que nadie le tomara en cuenta, por lo que le extrañó que un chico nuevo le hablara, indudablemente acababa de llegar.
—Muy bien… Soy Derek —le dijo él mientras mostraba su mano para que la estrechara.
—Cathlen… —finalmente dijo estrechándole la mano. Sintió que alguien la miraba, así que se volteó para ver quien era y el corazón le dio un vuelco, Andrew estaba en la misma clase y no quitaba la mirada de ella, en ocasiones miraba a Derek con ojos que demostraban celos, pero Cathlen no le dio importancia alguna, ya le había dejado muy en claro que nada ocurriría de nuevo entre ellos. Mientras trabajaban en clase Derek aprovechó para hablar más con ella, Cathlen sabía que debían llevarlo a conocer el internado, pues se notaba a kilómetros que no conocía nada del edificio.
—¿Cuál es tu próxima clase? —preguntó ella después de una breve conversación.
—En principio Literatura, aunque no sé si lograré encontrar el aula…
—¿Me dejas ver tu horario? Solo para ayudarte por ahora…
—Claro… Toma —le entregó el papel con las lecciones que tendría.
—Todas las clases las tienes conmigo… —dijo ella después de mirar el horario—. Por hoy puedes quedarte conmigo para ir a clases y mañana si quieres puedo llevarte para que conozcas el colegio…
—Perfecto… —respondió él con una sonrisa—. Siempre y cuando tu novio no se oponga.
—No tengo novio —dijo ella mirándole alarmada. “De dónde sacará esa idea".
—Disculpa… pero es que ese chico de allí —señaló a Andrew sobre su hombro para que él no le viera—, no te quita la mirada de encima y cuando me observa tiene una mirada asesina… —sonrió—. Pensé que solo tenían una pequeña pelea y por eso no estaban juntos hoy…
—No, él no es mi novio, no lo fue y no creo que lo será… Ha preferido pasar, desde que entró a primer año, molestándome y burlándose de mí y mis amigos.
Continuaron la clase sin ninguna conversación que no fuera acerca de la materia que estaban experimentando. Cuando salieron Cathlen y Derek se quedaron esperando a que salieran los gemelos, quien salió antes de que se fueran fue Andrew y pasó por el medio de ambos para separarlos, empujando a Derek en el camino.
Andrew no entendía lo que pasaba, cómo era posible que sintiera celos del chico nuevo, solo se sentó con Cathlen y hablaron, bueno… él empezó a hablarle, se notaba que tenía interés en ella, lo vio desde que hablaban en clase, él no perdía ni un movimiento de ella, ¿Pero cómo sé yo eso? Pensó. Se prometió que no volvería a verla, no quería seguir sufriendo por un sentimiento que no era correspondido, además ella lo había dejado muy claro, no le importaba lo que hiciera él para demostrarle que podía cambiar por ella, no era suficiente para convencerla.
Andrew sintió un vacío cuando se dio cuenta que esta vez, si quería recuperarla para tener algo con ella, debía actuar rápido, pues si Derek se le adelantaba la perdería para siempre. Pero también pensaba si era capaz de manejar el orgullo y demostrarle nuevamente, y por más tiempo, a Cathlen que ahora era indiferente a lo que otros piensen; su ego se lo prohibía, era capaz de hacerlo a un lado y continuar en la conquista de la chica que ahora robaba su sueño.
Unas pocas horas viendo a Cathlen con Derek le hicieron decidir que sí, prefería ser la burla de los demás por su creciente “debilidad” que permitir a alguien tener la oportunidad de quitarle a esa chica.
Durante los primeros días Cathlen se dedicó a mostrarle el edificio a Derek, ser un estudiante nuevo tenía ese inconveniente. Sin embargo ella no dejaba de observar que Andrew no quitaba la mirada de ella y su acompañante, llegaba a sentirse incómoda, bien claro había dejado Andrew que ya ella no le importaba para nada, no había vuelto a dirigirle la palabra desde aquella vez en el pasillo, donde Cathlen comprendió, muy tarde, que en realidad él había hecho un cambio, si de verdad le gustaba él…
“¿Me gusta?” pensó “Ese es el problema, me gusta y no puedo aceptarlo porque simplemente no lo creo” De pronto comprendió que para que funcionara algo entre ellos el cambio debía ser mutuo, ¿Sería capaz de perdonar las burlas de Andrew en los seis años que tenía de conocerlo? En un momento recordó aquel suave primer beso entre ambos, había sido dulce, tierno y cálido. Aún podía sentir su brazo en la espalda, su aliento en su oído justo antes de que la besara. “Soy  una tonta, para que voy a seguir pensando en eso… Tengo que saber si todavía es posible que él sienta algo por mí” concluyó “¿Qué pregunta es esa? Se nota a leguas que está celoso de que esté con Derek, no le hago ningún daño acercándome para preguntarle.” 
Andrew,en el momento en que Cathlen se acercaba, estaba con sus amigos, así que se separó de ellos y la esperó a mitad del camino. Algo diferente en ella le llamó la atención. Determinación. ¿Qué quería justo ahora? Seguro dañarle más. Aguardó hasta que Cathlen estuvo frente a él para preguntar.
—Ahora ¿Qué quieres? Me habías dejado claro que no soy lo suficientemente bueno para que me hables.
—Lo siento… —respondió ella con rapidez—. Solo quería saber si querías y me permitías hablar contigo a solas.
—¿Para qué? ¿Para hacerme sentir aún más idiota de lo que ya fui?
—¡No! Solo quiero poner en claro algunas cosas contigo, pero no quiero hablar en público, no quiero empeorar tu reputación —dijo esto último con una nota irónica en su voz.
—Bien… Te daré una oportunidad —se acercó y le susurró—. Si quieres, para este fin de semana tengo listo el lugar donde te cité la otra vez. — Cuando se alejó no contuvo las ganas de depositarle un beso en la mejilla—. Por favor no vuelvas a faltar, es la última vez que te doy la oportunidad de hablar conmigo.
Cathlen asintió, era algo lógico, mejor ahora que nunca, aunque no sabía siquiera que iba a decirle cuando tuviera toda su atención centrada en ella.

Un Amor Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora