Déjame Amarte

Lazo de sangre

El sonido metálico que hicieron las tijeras retumbó por las paredes del baño, parte de su cabello largo cayó al suelo.

"Zero...¿por qué?"

-todos aman únicamente esta parte de mi...quiero que me amen completamente...ya has sufrido bastante...¿cuánto más tengo que verte llorar?- dijo para terminar de cortar su largo cabello. En ciertas partes se raspó un poco con el filo del objeto punzante por su cuello.

"Zero"

Su reflejo sonrió.

"Sabes que si haces esto nuestra personalidad se mezclara"

-lo sé- dijo posando su mano en el espejo.

-ambos somos uno- dijo Zero.

"soy tu..."

-asi es... Nosotros nunca fuimos dos- dijo sonriendo.

" somos uno"

-un solo ser-

"Zero... has el lazo...ambos amamos a Kaname...hagamos el lazo con él...queremos estar a su lado para siempre...¿recuerdas lo que dijo papá, cuando halles a la persona indicada lo sabrás, él es el indicado"

-pero... Y si él no te acepta?...-

"No importa... Lo hará...o eso quiero creer"

-debe aceptarme completamente, sino lo olvidaré y ya- dijo Zero con una mueca seria.

Poco a poco el sello casi imperceptible de Zero tomó un color más oscuro, la forma redondeada de sus ojos comenzaron a tomar forma rasgada, y sus pupilas amatistas brillantes se opacaron un poco, tomando un color violeta grisáceo.

.......................

Kaname entró a la sala de los dormitorios, allí se topó con Ichiru.

-¿qué sucedió?- dijo fríamente.

-Zero volvió a su naturaleza de Dhampir... pero...-

-¡¿Dhampir?!- dijo horrorizado el gemelo menor.

-volvió a la normalidad no te preocupes...-dijo aun preocupado, sin mas corrió hacia el cuarto de Zero, dejando a Ichiru con la palabra en la boca.
Podía sentir como la presencia de Zero iba disminuyendo.

-demonios...-

Abrió la puerta de su cuarto, lo buscó con la mirada, no estaba allí.

Pero podía sentirlo, sus ojos borgoñas se posaron en la puerta del baño.

Se acercó a paso apresurados sintiendo su corazón latir rápido por aquella carrera, jamás se esperó a que Zero corriera tan rápido.

Quiso abrirla pero estaba atascada, bloqueada desde el interior. Pudo sentir un leve aroma a sangre.

Eso lo alertó, de una fuerte patada rompió el seguro haciendo que la puerta se abriera.

Quedó inmóvil. Sus ojos estaban abiertos de par en par.

Justo frente suyo se encontraba su amado Zero, observando su reflejo, con aquellas afiladas tijeras en mano. Aquello no fue lo que hizo quedar petrificado al castaño, sino...

Zero tenía el cabello corto, aun mas corto que el de Ichiru, algo desparejo, su flequillo caía grácilmente sobre su frente, su tatuaje estaba a la vista, y ahora con el cabello corto pudo notar algo que había estado ignorando, sobre su oreja habían...

-sirven para evitar que me descontrolen...-dijo el peliplata sin siquiera voltear a mirarle.

-¿Zero?-