Gris, sombrío y el blanco que cae a copos del cielo nublado.
Cerró os ojos, no quería ver mas de ese triste paisaje, si bien era hermoso, los recuerdos lo eran aun mas tormentoso.
-"deberías dormir"- una voz retumbó en su interior, sonando suave y algo preocupada.
El chico de cabellos platas y ojos amatistas suspiró y desganadamente respondió en un susurro:
-no...-
-"le hará mal al bebé"- dijo aquella voz.
-lo...lo sé pero...- trató de buscar una excusa pero fue interrumpido.
-"nada de peros, Zero...debes dormir...yo ya cuidé al niño...ahora es tu turno, ve a descansar...y déjame tomar tu cuerpo...necesito averiguar algo"-
-nada de hacer locuras...-dijo resignándose.
Cerró sus ojos, en cuanto los volvió a abrir sus amatistas tornaron en un violeta más fuerte y sonrió un poco arrogante.
-a donde te has metido...Rido-dijo mientras dejaba de sonreír y fruncía ligeramente su seño. Apretó sus puños y miró fijamente aquél paisaje blanco.
-sé que estás en alguna parte...Rido...-murmuró para así cerrar sus ojos y llevar su mano hasta su vientre, comenzando a acariciar sutilmente.
-tranquilo, te protegeremos, todo va a estar bien-murmuró sonriendo levemente y tocando su vientre.
La puerta se abrió haciendo un pequeño rechinido.
-Zero?- la voz de Kaname hizo que el peliplata volteara y lo mirara.
El castaño simplemente sonrió, se había dado cuenta que ese era el "otro" Zero.
-¿y Zero?- preguntó acercándose al peliplata.
-lo mande a dormir...- contestó suavemente para luego darle la espalda y fijar su mirada nuevamente a aquel paisaje.
Kaname lo abrazó por la espalda apegándolo a él y apoyando su cabeza en el hombro del peliplata.
-Kaname...no soy Ze...-
-lo eres-interrumpió -eres una parte de él, así que eres Zero...prometí amar todo de Zero, incluyéndote-contestó suavemente susurrando en su oído.
-K-Kaname...-murmuró sonrojándose levemente.
-Zero...todo estará bien...ahora que ustedes me han librado de Rido, puedo protegerlos, no dejaré que ninguno de los tres sea lastimado-dijo para luego mirarlo y acercarse a aquellos labios, besándolos con total ternura.
La otra parte de Zero solo cerró sus ojos correspondiendo aquel beso.
"ni yo...Kaname..."
Pensó internamente.
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En el pueblo, en aquellos recovecos olvidados, edificios en ruinas, se podían ver solo rastro de sangre y personas, demasiadas eran las victimas.
-levántense mis esclavos-habló una chica de hermosa figura de largos cabellos ondulados y azabaches, mirada heterocromática, piel blanca y vestida con un vestido demasiado corto de color negro, el cual el corsé se apretaba muy bien a su figura, resaltando sus curvas y atributos. La falda le llegaba un poco mas arriba de sus muslos y era un poco suelto con una pequeña abertura que dejaba ver mas de sus piernas. Y en sus pies llevaba botas de color negras que le llegaban un poco mas arriba de la rodilla con tacón. Y en sus brazos unos guantes, estaba totalmente vestida de negro, llevaba maquillaje oscuro en sus ojos y delineado y sus labios pintados de rojo.
Las personas comenzaron a ponerse de pie y se tambalearon un poco a medida que caminaban, sus ojos estaban rojos y sus rostros deformados.
-tengo sueños que destrozar- dijo para así sonreir de medio lado y mirar a sus esclavos como basura.
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Habian llegado a los dos días de la llamaba, la limosina había parado a las afueras de a academia, de dichos vehículos se podía ver a una pareja salir, una mujer de cabellos caoba, largos y ondulados, ojos borgoña y vestía un vestido color violeta largo.
El hombre que la acompañaba tenia cabellos castaños, cortos y lacio, ojos granates y vestia una camisa negra y pantalón blanco.
-llegamos antes de lo previsto.- habló la mujer que junto a su esposo caminaba hacia la academia.
CONTINUARÁ...
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Déjame Amarte
Vampiros¿Qué pasaría si Zero, Ichiru y Maria fueran hijos de Kaien Cross e Izaya Shoto? Cross cambió cuando se enamoró de un vampiro sangrepura, pudo ser feliz y con él tuvo tres hermosos hijos mitad vampiros...Pero la vida es cruel, su amado esposo fué ase...