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Poco a poco comenzó a despertar, sus ojos amatistas fijaron su vista en el chico frente suyo, aquellos cabellos castaños y aquel semblante tranquilo, y esos fuertes brazos que le estaban quitando el aire a sus pulmones.

-Kaname... o-oye...tks!, ¡maldita sea Kaname!- dijo molesto el peliplata sacudiendo a su pareja de forma violenta.

Los ojos del Kuran se abrieron al sentir como era zarandeado fuertemente, al hacerlo vió el rostro molesto del menor, aquel carácter le parecía demasiado encantador, si bien se enamoró de su anterior personalidad, ésta le gustaba más, ese Zero frente a él, gruñón, malhumorado, tierno, ése era el verdadero Zero, ése era SU Zero.

Sonrió un tanto burlón, aquello molestó aun más al Shoto haciendo que lo empujara.

-eres despreciable, sanguijuela-

-estas como tus hermanos- dijo sin dejar de sonreir el castaño.

-pmf, por algo somos hermanos...además no soy tu oso de peluche para que me estrujes así-

Zero trató de levantarse, en cuanto lo hizo una punzada de dolor recorrió la parte baja de su espalda baja y caderas.

-ah!- se quejó mientras cerraba sus ojos y apretaba sus dientes.

-¿Zero?-

-eres un bruto!- dijo mirándolo de manera asesina.

-pero...-

-pmf...- dijo el peliplata cubriéndose con las cobijas hasta la cabeza.

El sangrepura suspiro ante ese comportamiento. Hubo silencio por unos momentos.

–Kaname...- llamó el de ojos amatistas.

-¿qué ocurre?- dijo curioso.

-debo hablar con mamá, es tiempo de que él sepa sobre lo que papá nos dijo...- Zero se volteó observando al castaño. –Papá dijo que cuando el momento llegara le contara algo a mamá...-

-¿la verdad?- dijo sin comprender.

-Debo hablarles sobre Kare... explicarles todo- cuidadosamente se incorporó y observó al sangrepura. –además... debo decirle que eres mi esposo-

Kaname sonrió ante esto y dijo en tono de broma – Ichiru me cortará la cabeza-

-si- contestó soltando una risita.

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En los jardines de la academia se encontraba cierta peli lila con una mueca de preocupación en su rostro.

-Maria-san?- se escuchó una voz hablarle a lo que la chica de ojos violetas volteó su mirada hacia donde provino esa voz tan conocida para ella.

-Yumiko-chan!- dijo de manera alegre cambiando aquella expresión.

-¿ocurre algo?-dijo la cazadora.

-¿por qué lo preguntas?-

-tienes una expresión ...rara en la cara, ¿ocurrió algo?-

La peli lila negó con la cabeza. -no... solo... siento algo extraño...-

-¿extraño?-

-tranquila, olvídalo, no debe ser importante... por cierto hoy es domingo, ¿te gustaría tener una cita conmigo?-

La pelinegra quedó inmóvil ante aquella pregunta, eso le había tomado por sorpresa.

-e-etto... y-yo...-

-te espero a las siete de la tarde, no faltes o iré tras de ti-

-e-esta bien...-dijo la más alta sin más.

Déjame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora