Otabek esta apunto de casarce, JJ, su mejor amigo, le promete llevarlo a la mejor despedida de soltero de todas. Yuri, esa noche por ayudar a Mila decide tomar su lugar en el night club, sin saber que el club fue reservado para solo dos chicos. Pero...
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- ¿Te estas preparando? Gatito, da lo mejor de ti mismo- se acercó a Yuri para darle un beso en su frente- te amo y se que lo lograras- sonrió dejándolo solo en el camerino de su academia.
-recuerda que si vienes a mi recital tiene asientos de primera fila- dijo Yuri algo decepcionado de que Sebastián no fuera al debut de su carrera como bailarín.
Sebastián agito su mano en afirmación antes de cerrar finalmente la puerta.
Camino hasta el espejo del camerino donde detrás del mismo había escondido la chaqueta, la observo detenidamente sintiendo como su corazón latía desesperado, quiso tomarla entre sus brazos, pero lo pensó mucho y lo dejo donde estaba. "¿Qué demonios me pasa? Creo que ya perdí la cabeza" pensó Yuri soltando un profundo suspiro. Tomo sus cosas para luego ir en taxi hasta el teatro donde daría su presentación; estaba nervioso pero sabia que podía bailar que cualquier bailarina que se encontrara en toda Nueva York.
Su último ensayo era en el escenario en tres horas, miro el reloj y decidió que aun tenia bastante tiempo, ato sus zapatillas atrás de su bolso, que lo llevo a la espalda y comenzó a caminar, si bien estaba algo lejos llegaría mucho más rápido que en taxi, odiaba el metro porque siempre había algún pervertido dispuesto a tocarlo y con ello odiaba el metro si iba el solo, era otra historia si iba con Sebastián quien los golpeaba hasta dejarlo inconscientes pero esta vez iba solo.
Las calles de Nueva York eran frías y llenas de gente por todos lados, más aún en el Time Square donde debía girar para tomar la calle de Broadway y luego volver a cruzar por una de las calles paralelas. Al llegar al teatro su profesora lo esperaba junto al elenco del recital.
-Es raro, pero haz llegado temprano, me alegra que te emocione tu debut- dijo su profesora feliz de verlo, no así sus compañeras de clase quienes lo miraban con odio y resentimiento por quedarse con el solo del recital, en Broadway esa era la oportunidad del millón ya que conseguías patrocinantes y empresarios dispuestos a pagar tu carrera como bailarín, inclusive las mas grandes compañías podrían llegar a contratarlo como prima balerina, y esa sola idea llenaba de envidia a sus compañeras.
-he oído que vende su cuerpo para conseguir dinero- dijo una de las chicas "murmurándole" a otra.
- ¿sí? Yo he oído que su "novio/amante" le pega- rio
- pues yo creo que ambas son ciertas, la perra rusa de estrecha no debe de tener nada- rieron todas a la vez.
Yuri simplemente sonrió caminando entre ellas empujándolas a un lado- con permiso, esta perra rusa, que vende su cuerpo y que su novio le pega tiene que impresionar con el puesto que ninguna de ustedes, perras flácidamente envidiosas, pudieron lograr con su propio esfuerzo sin tener un pene entre las piernas- Yuri les guiño el ojo dejándolas rojas de la furia, se colocó sus audífonos para no escuchar las replicas de aquellas brujas envidiosas.
