Otabek esta apunto de casarce, JJ, su mejor amigo, le promete llevarlo a la mejor despedida de soltero de todas. Yuri, esa noche por ayudar a Mila decide tomar su lugar en el night club, sin saber que el club fue reservado para solo dos chicos. Pero...
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Yuri estaba aterrado de olvidar por completo aquel amor que lo había llenado tanto, pero, aferrase a él solo le hacía más daño, su mete estaba hecha un desastre, las imágenes de Otabek soltando su mano, aquella espalda que se alejaba de él, se sentía tan vacío. Hasta que de repente la delicada caricia de Dimitri lo alejo de aquellos pensamientos que nublaban su mirada.
-Yuri, te amo, y siempre lo hare, no te hare sufrir, todos los días de tu vida serán felices, y no permitiré que nada malo en este mundo te pase- aseguraba Dimitri mientras tenía en brazos a Yuri, quien por un momento se sintió tranquilo, había sufrido tanto por amor, que realmente no quería creer en él, pero, era muy cierto que Dimitri siempre estuvo allí para protegerlo y amarlo.
-Dimitri, te seré sincero, mi corazón ha pasado por dos amores, el primero por poco me mata literalmente hablando y el segundo solo me utilizo, ¿sabes a lo que me refiero? ¿aceptarías tomarme, así como estoy? No serás el primero, y jamás lo serás- dijo Yuri esperando que aquellos brazos se alejaran por asco. Que equivocado estaba.
Los brazos de Dimitri lo sostuvieron con aun más fuerza, Yuri subió su rostro solo para encontrarse sorpresivamente con los labios del mayor sobre los suyos, luego del corto beso acaricio sus mejillas- Yuri, te amo, incluye todo, no es condicionado mi amor, aparte, siempre dicen que la tercera es la vencida, no me importa ser el primero, solo quiero ser el último, y el que más te ha amado- dijo sonriente.
Yuri comprendió que no hacia falto llorar, y arrepentirse de haber amado, ya que Dimitri la tuvo peor que el, tuvo que verlo partir con un hombre que le goleaba, para luego regresar a él en pedazos, ¿Cómo se debió haber sentido el cuándo vio a la persona que más amaba hecha triza cual vidrio contra el suelo?
-Dimitri, perdóname- dijo Yuri al borde de las lágrimas. Su intento de lograr fue opacado por otro beso de Dimitri esta vez mas apasionado, sus lenguas se encontraron y poco a poco eran llevados por aquel momento. Yuri termino acostándose en la cama mientras Dimitri estaba sobre él, sus besos eran suaves y delicados, sus manos comenzaban a explorar el cuerpo del menor lentamente, haciendo que este sintiera escalofríos, sus manos coladas por dentro de la ropa de Yuri hicieron que este saltara al sentir aquellas caricias sobre su piel, sin embargo, no opuso resistencia.
Yuuri colgó el teléfono esperando que no hubiesen matado a Otabek, camino hasta su habitación donde al ingresar la clave en el palen junto a su closet ingreso a un cuarto secreto donde guarda un sinfín de armas, sabía que Viktor había sido especifico en no tomar cartas en el asunto, pero había algo en todo el asunto que le daba mala espina. Tomo uno de los teléfonos de línea directa a Tailandia donde se encontraba un amigo cercano y llamo.
