Otabek esta apunto de casarce, JJ, su mejor amigo, le promete llevarlo a la mejor despedida de soltero de todas. Yuri, esa noche por ayudar a Mila decide tomar su lugar en el night club, sin saber que el club fue reservado para solo dos chicos. Pero...
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Rusia realmente no había cambiado mucho en tres años, por no decir que no había cambiado absolutamente nada, las mismas calles, las mismas avenidas, las mismas tiendas, Yuri lo encontraba tan monótono como siempre lo fue. Permaneció en silencio todo el viaje, había olvidado su sueño de ser bailarín, y de ser feliz con un hombre que al final no tuvo las agallas de tomar su mano cuando él se dispuso a irse.
Su corazón estaba roto nuevamente, y esta vez no sería igual, sabía que se recuperaría de ello, pero no sería el mismo nuevamente.
-hijo, Yuuri debe de estar ansioso por verte, quería venir, pero él sabe cómo poner orden a la familia- dijo Viktor sonriéndole a su taciturno hijo quien permanecía viendo la ventana.
-bien...- respondió Yuri acompañado de un suspiro que hizo fruncir su ceño.
-Yuri, a partir de mañana tomaras las clases de defensa personal, quiero que estés en forma, para que esto no vuelva a ocurrir, eres el heredero de la casa más grande de toda Rusia, no permitiré que tu cuerpo sea solo una delicada flor, de eso puedes irte olvidando, también aprenderás a usar armas, ¿entendido? - dijo Viktor provocando que Yuri girara la cabeza para ver a su padre con algo de temor.
-padre, no me gustan las armas y lo sabes- dijo Yuri.
-no me importa, te tendrán que gustar, no volverás a ser la victima- dijo Viktor muy serio arrojándole una de esas miradas que Yuri tanto detestaba- ¿entendiste?-
Sin poder replicarle de regreso tuvo que asentir y bajar la mirada.
Su mansión no había cambiado en absoluto, las mismas cosas ostentosas que tanto odiaba, la enorme fuente con borde de oro, los rosales, la enorme entrada y la gran cantidad de agentes de seguridad fuera de la misma. Sin embargo, noto algo que no encajaba con el lugar, y allí estaba, un niño pequeño en brazos de Yuuri, no entendía muy bien lo que estaba pasando hasta que Viktor se acercó a él.
-es tu hermano, se llama Vincent Nikiforov, Yuuri lo adopto- la sangre de Yuri se helo al escucharlo.
-eso quiere decir que...-trato de mantener la calma y ocultar la emoción.
-No, hijo, el no heredara la familia Nikiforov, lamento decepcionarte, pero tú eres el legítimo sucesor de esta familia- dijo Viktor.
Yuri dejo caer nuevamente su sonrisa y siguió con el mismo semblante mientras Viktor baja del auto y corría hasta su esposo, beso sus labios y luego cargo al pequeño Vincent en sus brazos. Honestamente no quería bajarse y dañar el cuadro familiar pero la mirada de Yuuri estaba clavada sobre él.
Bajo del auto con la mirada clavada en el suelo, escucho la voz de Yuuri acercarse.
-Yuri, hijo mío- dijo mientras se acercaba al rubio.
Yuri subió su cabeza para recibir dos bofetadas fuertes seguidas de un fuerte abrazo.
-NO LO VUELVAS A HACER JAMAS, ¿OK? - grito Yuuri aferrándose a su hijo con lágrimas que no paraban de correr en sus ojos.
