Otabek esta apunto de casarce, JJ, su mejor amigo, le promete llevarlo a la mejor despedida de soltero de todas. Yuri, esa noche por ayudar a Mila decide tomar su lugar en el night club, sin saber que el club fue reservado para solo dos chicos. Pero...
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Yuri temblaba de miedo y dolor, miraba a su novio quien luego de darle otro golpe lo levanto tomándolo del cabello. Yuri se levanto tratando de soltar las manos de Sebastián de su cabello, este lo soltó y lo miro detenidamente.
-quítate la ropa- le ordeno Sebastián.
Yuri no quería, ya que sabia que seria mil veces peor si descubría los besos marcados y aun peor, el semen dentro de él.
-Seb... yo- trato de hablar, pero otro golpe en la cara lo callo.
-que te quites toda la ropa dije- Sebastián le arranco el sweater, rompió su blusa, destrozo sus mallas y también destrozo la licra que llevaba dejando ver el cuerpo lleno de besos y la ropa interior húmeda de Yuri.
Yuri tenia mucho miedo, ya lo habían descubierto, estaba muerto.
Sebastián se quedó en silencio por varios minutos, Yuri temblaba y temblaba, por mero reflejo dio un paso hacia atrás, pero Sebastián con un golpe y una llave mando a Yuri al suelo pegando su cabeza al piso y subiendo sus caderas.
-hijo de puta, mal agradecido, después de todo lo que he hecho por ti- dijo mientras le quitaba la ropa interior a Yuri y él se bajaba los pantalones.
-Seb... espera, por favor, déjame explicar...- Sebastián sin preparación alguna lo penetro.
Yuri se retorcía de dolor, pero Sebastián no le daba espacio para liberarse, lo violaba una y otra vez, las lagrimas de Yuri no se hicieron esperar mientras la sangre de su entrada fluía por sus piernas mezclándose con el semen. Sebastián inmediatamente comenzó a ahorcarlo. Yuri sostuvo sus manos tratando de liberarse, mientras seguía siendo violado, iba a morir eso era más que seguro.
Luego de unos minutos Sebastián lo libero mientras el se venia dentro de Yuri, luego de eso siguió golpeando el cuerpo del rubio quien ya no tenía fuerzas para defenderse. Comenzaba a ver borroso y dejo de sentir dolor de un momento a otro.
Despertó, ya habían pasado tres días desde que las palizas y las violaciones habían comenzado, estaba atado a la cabecera de la cama, no podía ir al baño al menos que Sebastián se lo permitiera, no había comido nada, y solo había podido tomar unos cuantos vasos de agua, estaba débil y su aspecto era terrible, lleno de moretones, cortes y hematomas por todos lados, había perdido la cuenta de cuantas veces había pedido perdón y haber sido golpeado con más fuerza hasta desmayarse.
Sebastián no había llegado de su trabajo, solo le quedaban unas cuantas horas, espero pacientemente, hasta que la puerta principal se abrió, escucho las llaves ser lanzadas en la mesa de la cocina, y los pasos hasta el dormitorio.
-llegue, gatito- dijo Sebastián sentándose a su lado.
Yuri por reflejo tembló y quiso alejarse de él asustado.
-hey, gatito, no tienes a que temer, soy a quien amas ¿no? Tú me amas, no me temes, vamos acércate- le decía Sebastián mientras Yuri lloraba por la indecisión que tenia si acercarse a el o no. Hizo lo que él le dijo, Sebastián beso sus labios con suavidad y ternura- gatito, perdóname- dijo Sebastián mientras comenzaba a llorar.
