Décimo sexto baile

821 76 14
                                    

Otabek no dejaba de golpear el árbol a su lado, ya habían pasado dos días desde aquella llamada y su desesperación por saber de Yuri no lo dejaban tranquil ni un solo instante, ¿Cómo puedo dejar ir aquella delicada mano que solo quería sostener la...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otabek no dejaba de golpear el árbol a su lado, ya habían pasado dos días desde aquella llamada y su desesperación por saber de Yuri no lo dejaban tranquil ni un solo instante, ¿Cómo puedo dejar ir aquella delicada mano que solo quería sostener la suya sin interés, sin problemas, solo por amor? No dejaba de sentirse como un idiota.

Su teléfono comenzó a sonar dentro del auto, corrió hasta este con la esperanza de que fuese una pista siquiera de Yuri, pero al levantar el teléfono y ver la pantalla no pudo hacer mas que arrugar la cara con una mueca de asco y fastidio. Era Karen, cuarta vez que lo llamaba en el día.

-¿Qué quieres?- dijo seco y tajante.

-quiero que regreses al departamento, por favor- rogaba la voz femenina al otro lado del teléfono.

-No volveré- advirtió Otabek, sin embargo, la voz comenzó a temblar y a llorarle.

-Por favor, cariño, te necesito, me siento muy mal, quiero estar contigo, salgamos de vacaciones a algún sitio donde podamos relajarnos- pedía Karen, pero al no escuchar respuesta se desesperó- MALDITA SEA, OTABEK ALTIN ME VOY A MATAR- colgó.

Otabek dio un largo respiro, tomo uno de los cigarrillos de su auto y fumo el primero, debía tener paciencia con aquella mujer, y se reprochaba a si mismo por haberla preferido sobre Yuri, si tan solo aquella noche en la que lo conoció lo hubiese hecho suyo y solo para él, hubiese escuchado a su mejor amigo y no se hubiese casado. Mientras pensaba en todo eso subió a su auto y condujo hasta su departamento, estaciono fuera y subió el ascensor. Estaba preparado para otro drama de Karen, pero no para lo que encontró al abrir las puertas del departamento.

Yuuri estaba sentado sobre la mesa de Viktor, tratando de entender lo que uno de los sobrevivientes había dicho con respecto a Sebastián.

-repítelo- ordeno Viktor serio y con un rostro que al que se le acercara mataría.

-Sebastián Vialdi escapó de prisión con ayuda financiera de la casa Rose de América. Atacaron a todos los que estábamos trasladándolo a la prisión- dijo el hombre mientras temblaba.

-Viktor...-susurro Yuuri al ver como su esposo tomaba el arma- cautiverio, y luego si no te sirve hazlo, pero por el momento su información es valiosa y es uno de los nuestros-

-Conozco a esa rastrera familia, y de hecho estuve cerca de la hija del líder, y es la esposa de cierto personaje que no quiero nombrar mas en esta sala- dijo Viktor cada vez más irritado.

-la esposa de Altin... Karen- dedujo rápidamente Yuuri- Respóndeme, ¿Qué fue lo ultimo que escuchaste cuando él se fue?

-Estaba una mujer de cabellos castaños y este le dijo, "quiero a mi gatito de vuelta" y seguido a esto la mujer sonrió y le aseguro que lo tendría- dijo el pobre hombre.

-Yuri... no mi Yuri- dijo Yuuri preocupado por su hijo- Viktor, si esto esta fuera de tus manos yo personalmente voy a matar al maldito...- dijo Yuuri levantándose.

Innecesario Amor (OTAYURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora