«Una semana después»Me había alegrado de que nos dieran una semana libre de escuela, lo malo era de que hoy nos tocaba regresar y volveríamos a la misma rutina de siempre.
Me coloque mi playera negra de Lana del Rey, y mis pantalones rasgados del mismo color. Tome mi mochila, peine mi cabello con mis manos y sali de mi casa.
Subí a mi motocicleta, pero recordé que no tenía ni un peso de gasolina, tendría que ir con Brad a pedirle que me acompañara por ella más tarde. Si bien en esta semana que tuvimos libre no había fumado, ni tomado, ni mucho menos consumí alguna droga; a decir verdad le había llenado él tanque a la moto, y me había ido lejos...
Flashback
-Tengo una semana libre- me senté en mi sillón favorito -¿Qué haré?- bebí un poco más de tequila -Ya se...- chasque los dedos -Invitare a los chicos a irnos a la playa- tomé mi teléfono, pero recordé que no les hablaba -Mejor no- volví a botar mi celular -¿Y si le digo a Brad que salgamos?- me recosté en él sillón y mire hacía él techo -No, él seguramente me llevara a antros- negué rápidamente "¿Y si vas hasta él balcón de Camila y le robas un jodido beso?" comencé a reírme ante la idea completamente descabellada que había tenido -No estaría nada mal- murmuré con una estúpida sonrisa.
Muchos dirían que soy una descarada por pensar eso, cuando yo fui la que la trato mal, y creó que decir "es que me había drogado y no sabía lo que hacía", era una estúpida excusa.
-¿Y si me voy unos cuántos días?- me levante -Tranquilidad, frescura, sin drogas, sin Lucy y su voz chillona, sin las caras de enojo de mis amigos, sin ver a Camila- deje la botella de tequila, saque unas cuantas mudas de ropa las metí en una pequeña maleta que tenía, tome todo el dinero que aún me sobraba de la carrera, mis llaves, apague todo y me fui.
Pase a ponerle tanque lleno a la motocicleta, y maneje hasta las afueras de la ciudad. Cualquiera se hubiera espantado de manejar en la noche, con aquella carretera poco alumbrada, y con unos cuántos coches pasando por ahí.
Llegue justamente cuando él sol comenzaba a salir, era un pequeño pueblo alejado de la civilización, pero con una preciosa vista, el cielo en las mañanas se pintaba de rojo con pequeñas manchas anaranjadas.
Sonreí y aceleré, él aire era completamente puro, si algún día de verdad llegaba a amar a una persona, seguramente y la traería a conocer este hermoso lugar.
Me estacione frente a la cabaña rústica de uno de los amigos de mi padre, Alberto Parck, un señor de unos sesenta y cinco años, sargento retirado del ejército Alemán.
-¡Lauren!- me saludo sonriente -Que gusto me da volver a verte- me abrazo con fuerza -Dios mío, cada vez vas creciendo más- apretó mis mejillas.
-También me da gusto verte, Albert- era él apodo que papá solía decirle.
-Pero pasa niña, no te quedes afuera- abrió la puerta, entre a su casa, nos fuimos a la sala y comenzamos a platicar.
Me preguntó por mis niños, como estaba, por la escuela y hasta por mi insoportable tía. Me dijo una noticia que realmente me hizo sentir mi alma desfallecer, ya que hace un par de meses le habían diagnosticado una enfermedad terminal, pero que no temía a la muerte y que iba a disfrutar todos y cada uno de sus días, hasta que su cuerpo diera él último suspiro.
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Only Told The Moon [CAMREN]
Lãng mạnKarla Camila Cabello Estrabao, es hija del gran empresario Alejandro Cabello y la diseñadora más prestigiosa de todos LA, Sinuhé Estrabao. Sus padres nunca pueden estar muy cerca de ella debido al trabajo, aunque procuran pasar las fiestas important...