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Abrió los ojos con pesadez. Hacía tanto que no dormía de ese modo: profundo y por más tiempo. Normalmente solo dormía dos horas, máximo. Pero al ver la hora en su reloj -hecho por él mismo- se dió cuenta de la hora que era. Las 10 de la mañana, había dormido más de 12 horas.

- ¡mi trabajo! -exclamó mientras se levantaba de golpe.

Se colocó sus zapatos y salió de su habitación rumbo al laboratorio. Agradecía haber dormido con sus ropas y bolsa puesta, así se ahorró el haberse cambiado. Esperen... ahora recordaba como había llegado a su cama sin haber caminado.

Su jefecito.

Sintió un rubor al recordar su cercanía, su olor maligno tan propio de él inundar las fosas nasales del menor, su comportamiento ¡por dios! ¡era imposible no sentir su acelerado pulso! ¡El villano más malvado lo había cargado! Eso sonaba tan irreal que si no lo vives, no lo crees.

A medio camino, tropezó con alguien y cayó al piso.

- buenos días, doctor, veo que ya ha despertado. -escuchó la voz de la persona con quien había chocado.

- ¡je-efesito! -musitó nervioso mientras se levantanba del suelom ignorando el dolor en su rodilla.- ¡disculpeme, me quedé dormido pero no volverá a suceder! -se excusó mientras se cubría para protegerse del futuro golpe que de seguro recibiría.

En cambio, el mayor solo pasó a su lado mientras palmaba su hombro y le susurraba:

- solo duerma sus ocho horas, no 10, doctor, no quiero que se desmaye. -fue lo único que dijo antes de retirarse a su oficina.

El científico estaba aun más confundido por su comportamiento tan amable, por la falta de golpes y de insultos y de violencia en general, eso que caracterizaba a Black Hat.
Con confusión en sí, volvió a emprender camino al laboratorio a paso lento y calmado gracias al dolor en su rodilla que sabía que ignoraría en un rato. En cuestión de minutos y no segundos, Flug ya estaba dentro de su blanco laboratorio, haciendo una lista mental para ver qué iba a hacer. Mientras lo hacía, vio sus planos más recientes sobre la mesa. Al acercarse y examinar el primero, que por cierto era una bomba gelida, en la esquina superior derecha vio algo escrito y no con su letra

"Buena idea"

Su bolsa de papel bien podría mostrar un signo de interrogación ante aquello. Pasó a ver el próximo plano de una versión mejorada del rayo para encoger y agrandar. Este también tenía algo escrito:

"Se ve muy bien"

Fue pasando los planos y revisando en la misma esquina con varios mensajes, positivos y otros como:

"¿ké pedo? ¡no mames!"

Y eso, solo hacía reír al embolsado por tales dialectos mexicanos y las alocadas ideas que se le habían ocurrido entre la conciencia y los sueños ¿en qué pensaba?
Finalmente, encontró el plano de aquel rayo borra memorias, aquel que iba a crear cuando... Demencia. Este tenía un mensaje un poco diferente:

"Me encula!" (*)

Ese era el mejor visto que le había dado su jefe. Porque sí, él sabía que solo su jefe tenía esa caligrafía, esos mexicanismos y solo él haría esas notas en sus planos.
Bajo su bolsa, sonrió bobamente, le alegraba saber que a él le gustara y aprovara sus inventos. Tomó el plano de la maquina borra memorias y lo miró decidido.

-lo haré. -susurró con los ánimos elevados antes aquellas simples y alentadoras palabras del villano.

Y así, lo que había de día, la pasó trabajando en aquel rayo. Los que pasaban, le veían calmado, pero bajo su máscara, escondía una sonrisa y sus ánimos.

-no solo oculta dolor... -susurró el jefe de villanos al pasar por su laboratorio.

CONTINUARÁ


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(*) ¡Me encula!
Palabra que, dependiendo del contexto geográfico y situación, significa: "me enamora" o "me encanta" o "me emputa".

Quítate La MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora