Pasó una semana, y cada que Flug estaba por irse a su laboratorio o a dormir, sacudía aquel frasco con el avión que a él tanto le había gustado, y no se atrevía a dejarlo en el mueble de colección, sino en la cómoda junto a su cama; y sabía muy bien quién se la había obsequiado.
Su jefe.
Naturalmente, lo sospechó cuando a la mañana siguiente, el demonio le devolvió el rayo encogedor, con la excusa que la había encontrado en el patio, y era mentira.
Sabía que él había sido, y ese hecho hacía más especial al avión, y sonrió bajo su bolsa al recordarse.
No solo ese hecho, sino todas las acciones tan caballerosas que ejercía a su persona, haciendole sentir especial, querido...Haciendole sentir mariposas en su bolsa y estómago.
Como cada día, Flug agitó y escuchó los gritos de su preciado avión y salió, camino a la cocina.
Ya en ella, decidió que, como desayuno, realizaría tocino frito con huevos y un poco de tomatada, un desayuno que sabía que era del agrado de todos en la mansión, porque no le gustaba tener que cocinar una comida especial para cada miembro.Mientras cocinaba, llegó a hacerle compañía Demencia, contando su nuevo sueño donde un mapache gobernaba el mundo. Cuando estaba terminando de cocinar, apareció su jefe, quien cordialmente le saludó y con una sonrisa y luego maldijo a Demencia. Ya casi estaban todos, solo faltaba su mascota.
Bueno, no le gustaba el término "mascota", tampoco "experimento". Tal vez... hijo, o creación.
Como sea, el oso hacía falta y a Flug se le hizo demasiado extraño, quiero decir, él era el primero en presentarse y saludarlo, y muy rara vez era el segundo, pero jamás el último. Jamás después de Black Hat.Quiso ser positivo y pensar que se ha quedado dormido, pero deja ese pensamiento positivo cuando sirvió el desayuno y deborada fue por su jefe y compañera y 5.0.5. aun no aparecía.
-no ha tocado su comida, doctor. -murmuró el demonio dueño de la mansión, notando que Flug en verdad no había comido.
-pre-efiero esperar a 5.0.5., señor. -respondió, algo preocupado.
-Demencia, -llamó Black Hat, al ver como la chica veía con lujuria la comida del animal.- haznos el favor y ve a buscarlo. -ordenó el demonio.
-¡en seguida, mi amor! -dijo melosa para luego levantarse y salir corriendo a la habitación del animal.
Y los dejó solos.
Pero a Flug no le importó mucho, es más, estaba tratando de mantenerse positivo ante la situación, pero un mal presentimiento se hacía presente en su bolsa.
-hasta aquí siento sus nervios, doctor. -comentó Black Hat, y vió como el de bolsa se sobresaltaba.- no se preocupe antes de tiempo. Tal vez ni siquiera pase algo en verdad malo.
-jefesito-
-no malinterpretes. Yo no te digo que él está bien, no soy quien para asegurarte el futuro. Pero, no traigas emociones antes de tiempo. Si pasa algo malo, preocupate en el momento. Si es bueno, aliviate y sonríe... o lo que hagas debajo de esa bolsa.
Lo último logró hacer reír levemente al menor. Sí, tal vez esté pensando demasiado las cosas. Le gustaba la filosofía que su jefe le dijo.
-muchas gracias, jefesito. -dijo con dulzura en su voz mientras le miraba.- espere, jefesito... -llamó, precupado y agudizando su mirada al rostro del demonio.- ¿ha dormido bien?
Y es que Black Hat poseía unas ojeras de no dormir en días, que por su tono de piel no se notarían a menos que pongas mucha atención, y si se llegan a notar, ya no pasarán desapercibidos.
El demonio frunció el ceño y estaba por replicarle que sí había dormido muy bien, mas:
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Quítate La Máscara
FanfictionEsa bolsa no era más que una máscara para ocultar una tormenta de sentimientos. Nadie sabía que ocultaba lágrimas, dolor, pena, vergüenza... pero tampoco sabían las sonrisas, sonrojos, brillo de orbes que ocultaba. Pero su jefe, no era tonto [...] A...