Capitulo 7

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La luna con su manto blanco bañando la oscura figura que deambula por los alrededores, dejando atrás la pequeña vía, que hace tan solo unas horas estuvo atestada de autos llevándose a sus hijos, amigos, familiares hacia sus respectivos hogares.

En tan solo dos días el edificio había perdido a la mayoría de sus ocupantes, más de la mitad de ellos se habían retirado la mañana siguiente a la masacre alegando falta de seguridad por medio de la Institución, tras haber sido hallado el cuerpo de una joven chica en medio del pasillo, totalmente bañado en sangre, con su cuello cortado en varias secciones, y algunas aberturas en sus manos, provocadas por algún objeto contundente, ese fue el mayor motivo por el cual esa misma mañana todos los estudiantes con sus celulares en mano empezaron a llamar despavoridos a sus familiares para retirarse de aquel lugar lo más pronto posible.

Ahora el lugar, tan solo era un edificio macabro bañado por la cruda luz de la luna llena, que como una compañera abrumadora escondía entre sus rayos aquella sombra, ocultándola de la vista de los dos agentes que ya se dirigían hacia su patrulla dejando atrás una pequeña cantidad de estudiantes de último grado que aun aguardaban por sus familiares los cuales abordarían hasta el siguiente día.

La sombra se cuela por entre uno de los ventanales bajos antes de que los estudiantes entren tras el agente que los cuidará, y se pierdan entre las sombras dentro de la planta baja.

***

-¿Creen que el asesino sea un estudiante?- preguntó un chico alto apoyado contra una de las barandas de la escalera -¿Qué tal si aún se encuentra entre nosotros?- su voz sonaba más como una broma.

-Con eso no se bromea, Mark- chilla una chica junto a él, dándole un codazo en su costado.

-Solo es una teoría, Mona, no hay nada de que asustarse, solo debemos estar juntos y así no tomara desprevenido a ninguno- dice un chico moreno, que se acerca a ellos. Sus brazos estaban marcados con largos tribales que sobresalían bajo la manga de su camiseta.

-¿Y quién va a defendernos, Ustedes?- dice una cuarta voz añadiéndose a la conversación, hace un ademan hacia los chicos parados frente a ella y pone los ojos en blanco –No me hagan dar risa- dice con una sonrisa burlona en su rostro.

-¿Y es que acaso no estas asustada?- dice la joven mona que se encontraba agarrada al brazo del chico moreno, quedando aún más baja que él, a pesar de ella estar sobre el escalón de la escalera –tomando en cuenta que los tres chicos muertos pertenecían a tu grupito de amigos- a pesar de encontrarse muerta del pánico, aun podía hablar con esa voz razonable que sus amigos le conocían.

-Si lo que intentas hacer es dejarme de lado de tu "grupito"- dice con un deje de arrogancia en su voz –no lo lograran, el agente fue muy específico- dice señalando con la cabeza hacia el fondo del lugar, donde se hallaba un joven, con uniforme pulcramente limpio, que observaba el lugar –debemos mantenernos todos juntos, hasta mañana-

Todos giraron a observar al agente, un joven de tez trigueña, de aproximadamente unos pocos años mayor de lo que serían ellos, tenía la mirada perdida mirando hacia fuera, cerrando las ventanas correspondientes, aunque se veía muy joven para quedar a cargo de los cuatro jóvenes, aun se veía muy competente en su trabajo.

-No entiendo cómo va a defendernos, si ni siquiera lleva consigo un arma- dice la Mona con su rostro contraído en una mueca de preocupación.

Mark posa su mano sobre su hombro cariñosamente –Prima, no todos los agentes son iguales, tal vez en donde vivías era así, pero acá, desafortunadamente no lo es- le explica con su voz suave y compasivamente, no quería que ella se llenara de más pánico. Este era su primer año en este lugar, y no era ni de cerca lo que él había planeado para ella en su año de intercambio.

-¡Chicos! Es hora que os valláis a descansar, ya mañana habrá un panorama distinto- Dice desde atrás de ellos, una delgada voz con acento español, proveniente del agente, que sin ser notado se había acercado hasta ellos, ahora encontrándose a tan solo unos pasos de ellos.

Los chicos sin decir nada más, caminaron frente al uniformado, dirigiéndose a los dos cuartos que fueron adecuados por las autoridades horas antes cuando se habían enterado por los mensajes recibidos de sus familiares, que no estarían allí hasta el siguiente día.

El agente entra primero al cuarto adecuado para las dos chicas dejándolos a ellos fuera algunos minutos.

-¿Por qué debo dormir junto a ella?- pregunta la Mona en un susurro a su primo, el cual estaba recostado contra la pared observando a la otra chica por encima del hombro de se prima.

-Es necesario que lo hagas, pero...- se queda callado al ver al agente aparecer por la puerta con una mirada ¿desesperada? ¿Asustada, tal vez? No lograba descifrarlo, ese chico era muy difícil de analizar.

-Esta noche será mejor que la paséis todos en el mismo cuarto, este de acá se encuentra terrible- dice señalando con su dedo pulgar sobre su hombro ­– ¿Tenéis algún lio en dormir juntos?- les pregunta observándolos a cada uno a los ojos.

Las chicas se hundieron en su sitio al sentir la mirada de aquel chico.

Cada una tomo la mano del chico que estaba a su lado, apretando con fuerza, mientras su mirada se posaba sobre cada uno de ellos, buscando una respuesta. Pero había algo más, Mark podía sentir su mirada sobre él, pero aunque sabía que lo que él esperaba era una afirmación por parte de ellos, sentía que detrás de aquella mirada había algo más, algo que se escondía tras aquel iris negro.

-No, no hay ningún lio- se oye a si mismo respondiendo y utilizando una de las palabras anteriormente utilizadas por su interlocutor.

Una extraña sonrisa se creó en su rostro ¿estaba feliz de que accedieran a dormir todos juntos? ¿Eso le ahorraría trabajo? Estas preguntas se esfumaron de su mente al sentir como pasaba a su lado, rozando su brazo mientras abría la puerta de la habitación.

Uno a uno entró en esta, observando que en la habitación había tres camas y un gran sofá cama, ninguno de ellos había estado antes en las habitaciones en esta ala del edificio, se comentaba que cada ala poseía distintas habitaciones, todas se hallaban distribuidas de distinta manera, nunca lo habían podido comprobar hasta ahora, todo era cierto.

-Os deseo una excelente noche y espero la disfrutéis ya que será la última...-dejo la frase hasta allí, observando que efecto producía en cada uno de ellos, y así cerró la puerta dejándolos en la total oscuridad mental, sobre lo que había querido decir con aquella frase.


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