Una bebida de Enrique

25 3 0
                                        


Todo comenzó como un vicio
y lentamente me di cuenta que me he enamorado.
Mientras veía su rostro ante el alba de la ilusión
no sabía que había nacido algo en mi corazón.

Estratos de fresa, menta y limón:
Esa fue la receta. Y la siguió de pies a cabeza.
Con su delicada voz dijo:
— "Regresa cuando quieras. Estoy a tu servicio." —

Aún vacío este vaso, recuerdo como eres el único que lo llena
con dulces y tiernos diminutivos: donde mi nombre juega.
He extrañado tu presencia mi mozuelo,
pues soy víctima de tu ausencia, y quiero tu consuelo.

Hoy, mañana y pasado; me desvivo al acecho de tu aparición,
solamente para verte hacer aquello que adoró,
y añoro con ansias de pasión
con todo ese peso te deseó.

¡Enrique! Extrañeza hermosa ¡Enrique!
Solamente escucharlo pierdo el sueño agotador;
buscando razón que justifique mi obsesión
para a ti dedicar mi tiempo de escritor.

VersosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora