A la mierda

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¡Miserables bastardos, que habeis despreciado mi trabajo!
Hoy los mando a la mierda, pues me he cansado de ser su bestia.
Cada mañana castran mis oídos con sus blasfemias,
esperando que ponga la otra mejilla llenándola de burdo vilipendio.

-<<¡Ah, red de arácnidos, que víctima soy de su sed!>>
Desean tener a todos a su merced,
pero conmigo se han de haber equivocado,
pues he bebido su veneno y me he hecho con él

Han de aguantar mi arras sarcasmo, mi odiosa ironía,
puesto que apenas estoy empezando el infierno.
No obstante he de ser generoso;
creyendo en la bondad de los idiotas.

Rodando las cabeza en la guillotina así he de hacer el trabajo
mis palabras van a levantar la hoja y mis manos han de dejarla caer.
Solo lo imagino: el cuarto se ha de llenar de rojo
así como el que ustedes me hacían derramar de los ojos.

-Desconozco sus motivos por el cual flagelan mis ideales,
mi autoestima con clavos brutales clavan a compás de sus labios,
y con su imagen traumatizan mi mente
pero no lo deseo y por eso hoy ha muerto el estúpido.

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