DISCLAIMER: Hetalia y todos sus personajes son propiedad de Himaruya Hidecaz.
La historia es original de Mely-Val.
ADVERTENCIA: Drama, Gore, Situaciones violentas, nombre de personajes humanos.
Elizabeta inspeccionó en el refrigerador de la cocina en busca de algo para servirle a Iván. Lo único que le pareció lógico sería prepararle algo simple como carne asada para saciar su gran apetito tras no haber comido durante tres días. Sin embargo, donde sea que se movía, el prusiano la seguía como si fuera su sombra, comenzando a irritarle.
― ¡¿Por qué me estas siguiendo Gilbert!? ― Exclamó indignada, asustándolo de un salto.
Prusia la miró estupefacto, como lo haría un animal encandilado por las luces de un auto, e instantáneamente bajo la cabeza sin responder nada.
Elizabeta soltó un suspiro, rendida.
― Estás actuando extraño ― Acotó, y dio media vuelta para continuar cocinando la carne.
Sin embargo, mientras los minutos pasaban, ella se iba sintiendo más y más incómoda frente al silencio. Gilbert se había sentado en una silla y la miraba, pero ella tenía la vista perdida y concentrada en algo más.
― Eli ― La llamó sin su usual energía.
Elizabeta se sorprendió de que usara su nombre humano de esa forma.
― ¿Qué quieres? ― Respondió en una pregunta poco cortés.
― Yo...
Gilbert se veía incómodo, recordándole esa época cuando eran jóvenes momentos después de que el descubriera de que ella era mujer.
― Escapemos juntos ― Replicó, mirándola seriamente a los ojos.
― ¡¿Q-qué estás diciendo?! Gilbert, no podemos hacer eso ― Negó impactada.
― Quieres irte tanto como yo ¿No es así?, esta es nuestra oportunidad Elizabeta ― Explicó firmemente.
Ella no supo que responder un segundo, no iba a negar que era una oferta muy tentadora, pero simplemente no podía hacerlo.
― No puedo irme y dejarlos ― Explicó medio angustiada. ― Además el estado en que se encuentra Iva...
― ¡A ti no te importa Rusia, Elizabeta! ― Le interrumpió abruptamente, levantándose bruscamente de la silla ― Estas dando excusas por que no tienes los huevos para escapar. Además, dijiste que podía confiar en ti ― Le acusó.
― ¡Pues claro que no los tengo!, ¡Soy mujer, cabeza de chorlito! ― Respondió evadiendo el tema de la confianza y luego bajó los decibeles en su tono de voz ― ...no puedo escapar dándole la espalda a los demás.
Prusia se cruzó de brazos, frunciendo el ceño.
― Si ellos tuvieran la oportunidad, créeme que harían lo mismo y sin mirar atrás. Solo les importa salvar solo su propio pellejo del control de Rusia ― Advirtió de manera sombría.
― Ellos no son como tú, Prusia...
Gilbert ensanchó los ojos sorprendido y un poco herido a la vez.
― Claro que no lo son, yo al menos me preocupo por ti y me arriesgo en ofrecerte esto sin esperar nada a cambio. Cosa que es más de lo que tus "amigos" harían por ti ― Le recriminó apretando los dientes.
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Bodark
Werewolf¿Hasta donde eres capaz de llegar para ayudar a quien detestas? A Iván se le esta acabando el tiempo, la maldición irá avanzando hasta que Rusia deje de existir... a no ser que todos logren trabajar juntos y decidan resolver sus rencores