Capítulo 13

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31/07/2017

Holi, holi, mis queridas amiguitas! :D jejeje, bienvenidas a un nuevo capitulo de esta su historia: "El Caballero de la Luna". Tengan todas ustedes, mis perversas y queridas lectoras ;) jajajaja, naa, solo soy yo ;) un feliz lunes. Espero hayan tenido un lindo fin de semana y que este inicio haya sido mas que bueno, muy satisfactorio... ;) jajajaja. Muchas gracias por la lectura, por los votos, por los reviews y mas que eso, por el apoyo y la confianza que me dan :3 En serio se los agradezco de todo corazón.

Un besito muy cariñoso y las dejo con el capitulo de hoy que estara, bueno, un poco fuerte. Besos! Nos leemos al final ;)


— ¡Que me digas! ¡Habla de una maldita vez, con un demonio!

— No le voy a decir nada. — Le contestó Esmeralda a Haruka (riendo) mientras levantaba la cabeza y trataba de recuperarse del último golpe que le había dado. Le respondió mientras sus verdes y únicos ojos, se encontraban con los de una enojada capitana...— Jamás le, le diría nada, capitana.

— Pues es mejor que empieces a cantar rápido, canarito, porque si no...

— ¿Si no, qué? — Río de nuevo Esmeralda amarrada a aquella desgastada silla de madera mientras Haruka se le acercaba— ¿Qué me va hacer que no me haya hecho ya? Es mejor que me suelte y me deje ir porque si no la que se va a meter en un problema, y muy serio, va ser usted. Cuando Diamante nos encuentre no va a dejar ni su sombra, eso se lo aseguro...

— Eso si es que nos encuentra, preciosa.

Esa vez quien río mientras le tomaba el maltratado rostro por la quijada, fue ella, una sonriente Haruka...

— Vamos a ver qué pasa cuando nos "encuentre". Voy a darte algo de espacio para que recapacites, para que me digas de una buena vez y por todas lo que quiero saber. Ahora regreso, tengo que hacer un par de llamadas.

— Puede tenerme aquí toda la vida si quiere y jamás le diría nada. — Río de nuevo mientras Haruka abría la puerta y salía— ¡Jamás le diría nada que pudiera lastimar a mi marido! ¡¿Escucha bien?! ¡Jamás!

Haruka estaba algo impaciente. Lo que ella verdaderamente buscaba tras el secuestro de Esmeralda, no era lo que le estaba haciendo creer a esa bella mujer de rubio y largo cabello dorado, de ojos tan verdes como su nombre, como esmeraldas... A Haruka no le interesaba conocer las rutas por las cuales Diamante Black y toda su familia sacaba la droga del país, lo que ella quería era tener frente a frente a Diamante para cobrar la venganza que llevaba tantos meses esperando...

Y mientras Haruka hablaba con alguien que odiaba hablar, Esmeralda se lastimaba las manos tratando de liberarse de esa silla para poder escapar, Zafiro y Diamante seguían torturando aquel sujeto para que hablara y Rubeus se preparaba para hacerse cargo del cadáver cuando sus jefes terminaran, Darien estaba llegando a su casa. Nadie sabía lo angustiado que estaba ese hombre al tener que hablar de ese tema con su esposa, con una sensible Serena.

— Hola mi amor. Darien, ¿Qué te pasa? ¿Por qué traes esa cara, mi cielo?

— Serena, —le dijo Darien mientras se abría el saco y llegaba al mini bar que tenían en su casa para servirse un trago— ¿la niña? ¿Dónde está Luna?

— En su habitación, dormida.

— ¿Y la guardería?

— Después de lo que pasó con esa maldita de....

— Está bien, está bien, —le dijo mientras salía del mini bar, (con una botella de brandy y dos copas en la mano) y se sentaba en uno de sus amplios sofás. Luego la miró y le pidió...— no te alteres y ven, siéntate que hay algo de lo que tenemos que hablar.

El Caballero de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora