Capitulo 7

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La tarde pasó rápida entre algunos mensajes de Nate y de Blake y mis tareas.

Me di un baño relajante con las canciones más suaves que conozco de Ed Sheeran. Sinceramente, no sé cuánto tiempo estuve allí metida, ya pudieron ser horas o minutos que me dió bastante igual.

Cuando miré el movil vi que tenía una llamada perdida de Ally y decidí llamarla ya que era extraño que me hubiese llamado.

-Ally, no he podido cogerte perdóname.

-No era realmente importante pero ya que estás te lo cuento.

-Sí dime, te escucho. -Dije mientras ponía el altavoz y me secaba con la toalla.

-Ayer empecé a hablar con un chico, se llama Tyler y va a l instituto -Dijo y mientras la escuchaba atenta. - Fue muy agradable y simpático conmigo, pero sabes que no confío en cualquier persona y cómo solo hemos hablado por chat no sé cómo será en persona.

-Seguro que lo has visto alguna vez por los pasillos. -Dije mientras me esparcía crema por las piernas.

-Ya ya, pero no me refiero físicamente, quiero decir que las personas cambian mucho de estar hablando por una res social a tenernos cara a cara, ¿comprendes?

-Ajá. -Respondí restándole importancia.

-Esto es en serio Roxana, necesito ayuda. -Dijo apenada.

-Yo te ayudo. -Dije segura. -Espera, ¿en qué? -Dije no tan segura esta vez.

-En quince minutos me tienes allí. -Dijo y después colgó.

Tal y como dijo, al de quince minutos estaba ya tocándome el timbre cómo una desesperada.

-¡Ya voy, pesada! -Grité corriendo hacia la puerta.

-A tu habitación ya. -Dijo rápida. -¡Hola Rose! -Dijo mientras subía corriendo.

-¡Hola Ally! -Gritó mi madre asomándose por la ventana.

-Está bien. -Cerré la puerta al entrar. -¿A qué viene tanto jaleo y desmadre? -Pregunté alzando una ceja.

-Primero, no te sale eso de levantar sólo una ceja así que no vuelvas a hacerlo idiota, segundo, necesito que me ayudes.

-Si me dices en qué quizás pueda ayudarte, ¿no crees? -Pregunté sarcástica. -Y si sé levantar una ceja. -Dije poniendo morritos.

-No, no sabes déjalo ya. El caso es que necesito acercarme más a Tyler.

-¿Y qué tengo que ver con eso? -Pregunté intrigada.

-Que eres mi mejor amiga y debes ayudarme. -Dijo sentándose en la cama.

-Pero no entiendo que quieres que haga.

-Nunca he hablado con un chico, solo con Mark pero el es gay, así que no cuenta.

-Yo no soy la más indicada para estas cosas, Ally.

-Si bueno, pero al menos sabes entablar una conversación normal que no sea sobre comida. -Hice una mueca extrañada. -Siempre termino hablando de comida, no preguntes. -Comentó levantando las manos y sacudiéndolas restándole importancia.

-Amm, si que sé mantener una conversación, obvio, pero esas cosas salen solas Ally, no puedes forzarte a ti misma, aunque solo es sacar un tema que os guste a ambos para conversar. -Dije rodando los ojos.

-¿Y de qué hablas tú con Nate?

-Con Nate mantengo tantas conversaciones... Pero esas cosas salen solas.

-Ya, pues a mi no. -Suspiró y se dejó caer en MI cama PERFECTAMENTE echa.

-Me estás destrozando la cama. -Dije cuando me di cuenta.

-Es mazo frustrante. -Dijo ignorándome.

-Cuidado con la colcha, la cambié hoy.

-¿Porqué soy tan extraña? -Volvió a ignorarme y se puso boca abajo haciendo una nueva arruga en la cama.

-¡Allyson Smith Bullock! -Esta abrió los ojos cómo platos y me miró.

-No menciones mi segundo apellido, sabes que lo odio. -Dijo apartando la mirada.

-Pues bájate de mi cama. ¡YA!

-Está bien, me sentaré en el sillón.

-¿Sabes qué? Mejor en la cama. -Dije mientras observaba el sillón repleto de cosas que no me apetecía apartar.

Nos pasamos una hora discutiendo más o menos hasta que al fin esa idiota se marchó a su casa.

Al rato me metí en la cama y caí en los brazos de morfeo.

-¿Te irás sin desayunar Rox? -Preguntó mi madre.

-Lo siento, no me da tiempo, ¡ten un buen día! -Le grité saliendo de casa.

-¡Espérame Ally!

-Siempre llegas tarde a todos lados, existe el despertador.

-Lo rompí la semana pasada. -Dije sonriendo.

-Idiota... -Respondió ella riéndose.

-¿Hoy verás a Tyler? -Pregunté.

-Sí, hemos quedado a la hora de comer. -Dijo ella con algo de nerviosismo. -Estoy nerviosa.

-Lo sé. -Dije riendo.

-Me conoces demasiado.

-Oye, ¿a ti no te gustaba Nate? -Caí de repente.

¡El maldito karma! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora