Capitulo 18

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Rox.

-Ten. -Dijo Cole extendiéndome una toalla.

La cogí bruscamente y me sequé el pelo.

-Sois unos idiotas, como coja un resfriado le diré a mi madre que es vuestra culpa. -Hablé sentándome en el sofá.

-Tú te lo has buscado. -Dijo Nate encogiéndose de hombros.

-Mentira.

Si, esos dos idiotas al final me tiraron a un pequeño riachuelo.

-Oye Rox, ¿a qué hora vendrá tu madre? -Preguntó Cole sentándose al lado mío.

-Supongo que sobre las siete mas o menos.

-Vale, bueno... Yo tengo que irme ya sabes, debo arreglar algo.

-Está bien Cole.

Le acompañé hasta la puerta y le di un beso en la mejilla.

-¿Mañana quedamos?

-No puedo, tengo que hacer algo con Nate, el domingo si te apetece.

-Genial. -Me sonrió y abrió la puerta. -¡Adiós Nate!

Nate alzó el brazo y se despidió.

-Oye Nate, tenemos que hablar. -Dije sentándome a su lado.

Nate se giró y quedó frente a mí.

-Eso nunca es bueno. -Respondió sonriendo. -Suéltalo.

-Verás... Mi papá se marchará mañana por la mañana por temas de trabajo y no sé cuándo volveré a verle. Me conoces bastante y sabes que estaré algo triste, mi papá nunca me ha faltado.

-¿Prefieres quedarte en casa? Sé que prometiste acompañarme a el cumpleaños de mi hermano pero...

-Espera. -Dije agarrándole del brazo. -¿Sois mellizos, verdad?

-Sí... -Respondió Nate suspirando y mirando a otro lado.

-¡Eres un idiota! Bueno quizás la idiota sea yo por no haberme dado cuenta antes... ¿No pensabas decirme que esa fiesta también es para ti? -Nate bufó de mala gana.

-No me gusta que la gente sepa, eso es todo.

-Iremos a esa fiesta. Mañana ven a recogerme sobre las 7:30.

-Está bien.

[...]

Hace un rato ya que Nate se fue.
Me dijo que debía ir formal pero sin pasarme, y para aclarar algo, no suelo usar faldas o vestidos muy a menudo, sólo en fechas concretas o eventos.

Para esta fiesta decidí un vestido algo suelto, y unos botines negros con tacón.
Lo dejé preparado en mi mesa junto a un bolso y todo el maquillaje.

•Llamada entrante•

-¡Hola Maia! Estoy ansioso de verte, seguro que estás echa una mujercita.

-¡Cállate Ty, no seas estúpido! -Dije riendo. -Por cierto, el domingo vendrá un amigo a casa para ayudarme a estudiar.

-Esa excusa de estudiar está muy anticuada hermanita, ¿es tu novio?

Me juego el cuello a que está sonriendo pícaramente.

-Por dios Ty, ¡no! Sólo es un amigo.

-¿Y cómo se llama ese amigo tuyo? -Hizo énfasis en la palabra amigo.

-Cole, Cole Sprouse. -Respondí. -¿Ty? Hermano... -Hablé al notar que no respondía.

-¿Cole Sprouse? -Preguntó con un cierto tono de irritación.

¡El maldito karma! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora