Capitulo 20

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-¿Qué hacéis? -Preguntó Nate acercándose a nosotros.

-Hemos ido a abrir la puerta y me he encontrado con que mi hermano y tu hermana son pareja. -Dije rodando los ojos.

Él me miró serio.

-Me refiero a vosotros dos agarrados. -Dijo tensando la mandíbula.

-Relájate. -Le pedí soltando a Keith y a Chad. -Mira Chad, allí está Kate, luego nos vemos. -Le di un beso y se fue.

-Relájate hermano, solo me he agarrado a ella por comodidad.

-Para no caerte por el exceso de alcohol que llevas dentro, ¿verdad? -Preguntó acercándose.

-Vamos Nate, es tu hermano, no te pongas así.

-Exacto, es mi hermano y por eso exijo explicaciones.

-Nate. -Puse mis manos sobre su pecho para mantener las distancias entre ambos.

-Escúchame, no quiero que te acerques a ella, ¿entiendes? Es de mía, no tuya.

Aparté mis manos y él me miró dudoso.

-No, no soy tuya, no soy de nadie. -Dije frunciendo el ceño.

-Ella misma lo afirma, no es de nadie. -Habló Keith y Nate le propinó un puñetazo en la cara.

Keith no se quedó quieto, cogió a Nate de la camiseta y lo estampó contra la pared causando un estruendo.

-¡Keith! -Lo llamé pero Nate se le echó encima.

A partir de ahí no sabía quién pegaba a quién, ambos estaban cubiertos de arañazos y poca sangre.

-¡Ya basta! ¡Keith! -Agarré su brazo y tiré de él.

Se quedó inmóvil mirándome apenado, hasta que Nate aprovechó el momento y de una patada lo tumbó.

-¡Nate! ¡Ya vale por favor! -Grité y noté como por segunda vez en el día de hoy volvían a caerme las lágrimas.

-Yo... -Dijo Nate apenado mirándome como estatua.

-¡Te has vuelto completamente loco y agresivo!

-Rox...

-¡No te acerques! -Dije retrocediendo al notar que dió un paso hacia mí.

-Por favor Rox no sé que me ha pasado... -Me agarró del brazo de me solté de su agarre rápidamente.

-He dicho que no te acerques, y tampoco me toques. -Dije empujándole. -Eres muy posesivo, te has convertido en otra persona y lo más importante, este chico es tu hermano de sangre. -Apunté a Keith. -Vete por favor.

-Déjame ayudarte...

-¡He dicho que te vayas!

Nate me miró apenado y agachó la cabeza.

-Estaré en mi habitación. -Dijo antes de marcharse.

-Keith, ¿te encuentras bien? -Dije agachándome.

-¿Qué clase de pregunta es esa? -Dijo intentando sonreír.

-Vamos, te ayudaré.

Se incorporó lentamente, pasé su brazo por mis hombros y aunque este chico pesara 100 kilos conseguimos hacer que se levantara.

-¿Hay algo con lo que pueda curarte las heridas? -Pregunté mientras nos dirigíamos a su habitación.

-En el baño hay vendas, tiritas, alcohol y demás.

-Está bien, siéntate que enseguida vuelvo.

-No tardes por favor.

Busqué el baño y vi unos cuántos armarios. Mierda, todo se volvía más complicado por momentos.

¡El maldito karma! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora