Capitulo 12

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Selena salió todo lo rápido que pudo hacia el baño de los chicos con una mascarilla de oxigeno por si acaso y yo iba tras ella.

-¿Roxana? -Preguntó Selena.

-Está aquí. -Dijo Brooke sujetándole la cabeza.

Selena se acercó a ella y le tocó el cuello para comprobar si tenía pulso.

-Nate ayúdame a cargarla, la llevaremos a la enfermería y se quedará allí hasta que despierte. -Me informó Selena y rápidamente le hice caso y la ayudé a cargarla.

-¿Tienes idea de qué le pasa? -Preguntó Cat camino a la enfermería.

-Tiene pulso, probablemente sea una crisis de ansiedad o algo por el estilo, creo que debería hacerle algunas pruebas antes de sacar conclusiones Cat.

-¿Y eso a qué se debe? -Pregunté yo esta vez ya que era nulo en estos temas.

-Ha podido ser por problemas alimenticios, hiperventilación... Normalmente poca gente se desmaya con ataques de ansiedad, pero quizás sea por el miedo que ha pasado, puede que haya empezado a hiperventilar y que haya tenido falta de oxigeno.

-Vaya...

-Calma, no saquemos conclusiones sin saber. -Repitió Selena.


Ya había pasado al rededor de una hora y Rox no despertaba, aveces se movía, pero no contestaba.

-Oye Selena, creo que es mejor que la lleve a su casa, allí sabrán que hacer y deben estar preocupados. -Dije levantándome de la silla. Cat y Brooke se fueron hará una media hora por que sus madres las llamaron y se disculparon ocho veces, después de repetirles que les mantendría informadas de todo se fueron más tranquilas.

-No sé Nate, quizás sea mejor que venga su madre a buscarla. -Dijo Sel mientras ordenaba algunas medicaciones.

-Tengo moto, digo, si no puedo llamar a mi hermano para que venga a buscarnos, no hay problema con eso. - Insistí intentando convencerla.

-Mm.. Está bien, procura no moverla mucho, ¿si?

-Por supuesto, a sus ordenes.

Salí de la enfermería para llamar a mi hermano que con suerte me cogió rápido.


-¿Qué quieres? -Preguntó él, tan simpático como siempre.

-Necesito tu ayuda, una amiga se ha desmayado y necesito llevarla a casa pero la enfermera no me deja a no ser que la lleve en coche.

-¿Y tengo que ir a buscarte, no?- Escuché un suspiro por su parte. -¿Esa amiga tuya está buena?

-Keith en serio, no estoy de coña. -Dije ya desesperandome.

-Está bien hermanito, en cinco minutos en la puerta de tu instituto.

-Gracias.- Dije antes de colgar.

Entré a la enfermería de nuevo y Sel me estuvo aconsejando sobre lo que tendría que hacer si Rox despertase, también me dió medicamentos que ella debería tomar al día siguiente.

-Cárgala con cuidado Nate, confío plenamente en tí.

-Estate tranquila, no le pasará nada hazme caso. -Le sonreí y escuché el coche de mi hermano fuera. -Vamos mediometro. -Dije antes de cargarla de forma cariñosa y me despedí de Sel.

-Hola Keith- Dijo haciendo un gesto con la cabeza.

-Hey. -Dijo el simpático.

-Te pido que conduzcas con cuidado, no seas brusco por favor. -Dije acomodando la cabeza de Rox en mis piernas.

-Hay una manta por ahí atrás si quieres. -Dijo él antes de poner el coche en marcha.

-Gracias. -Le di la dirección de Rox y nos llevó, gracias a dios que quedaba a diez minutos de aquí y el trayecto fue corto, ya se estaba haciendo algo incómodo.

-¿Necesitas ayuda? -Preguntó él mirando por el retrovisor.

-De echo si me ayudases te lo agradecería bastante. -Dije abriendo la puerta.

-Bien, tú toca el timbre que ya la llevo yo. -Añadió él y así fue, toqué el timbre mientras vi como Keith cogía cuidadosamente a Rox en brazos y la traía aquí.

-Hola Nate, que sorpresa. Esperaba que fuera Rox. -Dijo la madre de Rox riendo.

-Hola Rose, ¿podemos pasar? Se lo explicaré todo. -Dije señalando a Keith.

-¿Roxana? -Gritó su madre con cara de preocupación.

-Ahora le explico todo. -Dije yo haciendo señas a Keith para que pasara dentro.

-En el sofá, por favor. -Dijo Rose señalandoselo a Keith.

-Voy. -Habló este por primera vez.

Keith se aproximó al sofá y dejó a Rox sobre este.

Yo entré detrás de él y me senté en una esquina del sofá.

[...]

-Ósea que mi hija básicamente entró al baño de los chicos y simplemente se desmayó.

-Exacto, la enfermera me dijo que cuando despierte debes darle estas pastillas para que se encuentre mejor, posiblemente la cueste unos minutos acordarse de lo que le ha sucedido pero nada más.

-No sé como agradecértelo Nate, bueno y a ti también...

-Keith, soy su hermano. -Dijo él con una sonrisa agradable.

-Mucho gusto Keith, gracias por traerla chicos. -Repitió Rose.

-No tienes por qué darlas Rose. -Respondí.

-Nate, mamá me está llamando cada dos por tres, creo que será mejor que vayamos yendo a casa ya. -Dijo mi hermano.

-Está bien, Rose, si mañana Rox no se encuentra del todo bien sería mucho mejor que la dejara quedarse en casa reposando por si acaso. -Dije para terminar con el tema mientras me levantaba y cogía mi chaqueta del respaldo del sofá.

-Bien, gracias de nuevo chicos, te mantendré informado. -Esto último lo dijo refiriéndose a mi.

-Genial, adiós Rose. -Dije dándole dos besos.

-Ha sido un placer. -Dijo Keith repitiendo mi gesto.

-Igualmente Keith, adiós chicos. -Se despidió y salimos por la puerta para ir directamente al coche de mi hermano con rumbo a casa.

-¿Tenéis algo? -Fue la primera pregunte que me hizo al entrar al coche.

-Amistad. -Respondí quitándole importancia al tema.

-No lo creo, seguro que hay algo más, por tu parte por lo menos. -Volvió a insistir.

-¿Y tú qué sabes? -Pregunté algo molesto.

-Somos mellizos, conozco esa mirada. Tampoco te hubieses preocupado tanto si por ejemplo hubiese sido otra chica.

-Hubiera echo lo mismo con cualquier persona Keith. -Dije finalizando el tema.

¡El maldito karma! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora