La Bruja del Fútbol.

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<Vaya, al final sí que voy a hacerme con la magia que merezco.> Me dije a mí misma preparándome mentalmente para ganar esa batalla.

Mientras el portal concluía su aparición aproveché para cambiar a mi forma de Puella Magi.

Me moví entre el decorado que iba apareciendo con mucha cautela para que la bruja no me sorprendiera.

Esta vez el portal tenía tonalidades grises, verdes y decorado de futbol.

-Vaya, así que esta es la bruja de Sasuke. Tengo que salvarle. ¡Sasuke aguanta! -Dije mientras corría buscando la bruja.

Enseguida la vi, con esa sonrisa pérfida que tanto las caracteriza.

-¡No te saldrás con la tuya! -Exclamé mientras ella sólo reía y reía mirándome y balanceándose de un lado a otro.

Salté para lanzarle uno de mis aros y poder congelarla durante un tiempo pero fallé en mi puntería y la bruja se abalanzó sobre mí para darme un golpe seco y tirarme al suelo.

Yo me resigné. No podía perder.

Me levanté tan rápido como pude y disparé varias veces para hacerla algo de daño; pero nada. La bruja ni se inmutaba, sólo seguía zarandeándose por ahí burlona.

Empecé a ponerme furiosa y lancé otro aro con todas mis fuerzas. Esta vez sí di en el blanco y se quedó congelada.

Disparé varias veces causándola algo de daño. Al fin mi magia estaba teniendo algo de resultado.

Comenzó a moverse de nuevo intentando liberarse de mi aro que ahora había adoptado la textura de un fino lazo. Aproveché los pocos segundos que me quedaban antes de que volviese a estar libre del todo para dispararla otra vez. Tres balas en la cabeza, esa cabeza con forma de balón.

La bruja volvió a estar libre y se movió de un lado para otro como al principio, pero esta vez más lentamente. Calculé que se hallaba alrededor del 50% de sus fuerzas.

Me intentó lanzar otro golpe. Lo esquivé.

Otro más. Lo intenté esquivar. La bruja me hizo daño en el hombro derecho, el brazo que usaba para disparar quedó fuera de combate. Me dolía mucho, pero no era momento de quejarse. Tendría que arreglármelas sólo con un brazo.

<No hay problema.> Me dije. <He pasado por cosas peores.> Pero en el fondo sabía que estaba muy desventajada, no por el dolor físico (o al menos, no sólo por eso), si no porque a parte de mi pellejo, mi corazón estaba en juego. El amigo al que más aprecio tenía, el chico más importante en mi vida, la persona que me gustaba...estaba ahí dentro. Y no podía permitir que esa bruja lo matara, o, diciéndolo como yo lo sentía, llevándoselo lejos de mí.

Tenía que salvarle.

La bruja había tomado posición para lanzarme algo, algo que no estaba segura de lo que era pero que tenía pinta de peligroso y de que iba a salir de esa bocaza enseguida.

Me preparé. Me puse en una posición dónde pudiera lanzar bien. Y lancé aros con todas mis fuerzas hacia esa bocaza, dejándola inmóvil, justo cuando unas pelotas de fútbol tenían intención de escupirme en la cara.

Lancé aros y más aros para inmovilizar los balones también, y hecho eso, me cambié la pistola de mano y disparé a tocateja con la esperanza de causarle bastante daño a aquél bicho.

<Esto es por Sasuke.> Pensé. <¿O es por mí?>

Los nervios por aquella batalla estaban confundiendo mis sentimientos más y más y no me dejaban pensar.

<Esta es mi lucha.  Y de nadie más. Tengo que ganar.>

Respire hondo y seguí disparando mientras me alejaba para que el cadáver de la bruja no me aplastara cuando esta callese.

Y finalmente calló.

Observé con un intento de sonrisa (que era imposible que fuese sincera porque mi amigo seguía en coma) como se desvanecía y dejaba en el suelo una Semilla de Pena. La cogí y me la guardé para purificar mi gema más tarde, no hasta que no hubiese comprobado el estado de Sasuke.

El portal terminó de desaparcer y con él también mi traje, corrí por ese suelo de cemento de Mitakihara hacia Sasuke. 

Él seguía ahí tendido en el suelo, pero parecía que respiraba.

-¡Sasuke! ¿Estás bien? -Me arrodillé al lado de él.

La hija de Madoka y Homura [Detenida]Where stories live. Discover now