Sólo tengo hambre.

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-¿Cómo te has atrevido a entrar en el vestuario de los chicos?-

Yo sonreí pérfidamente. -Sabía que no habría nadie más. -En efecto, lo sabía. Últimamente, Sasuke no se llevaba bien con el resto de los chicos, no iba con ellos ni quedaba. No sabía porqué, pero lo aproveché para poder hablar con él.

-Bueno, igualmente es el vestuario del equipo. No puedes estar aquí.

-Oh, venga ya. -Puse los ojos en blanco.

-¿Qué es lo que quieres?

-¡Feliz cumpleaños, Sasu! -Exclamé sinceramente.

Él puso cara de que le había pillado desprevenido y abrió los ojos mucho. -Gr...vaya, gracias... -se sonrojó- caray, Suki...qué buena memoria. -Dijo llevándose una mano a la cabeza.

-¿Puedes quedar después de cenar? Es para darte tu regalo.

-¿Qué? Oh, vamos. No deberías haberme comprado nad...

-Tranquilo. Sabía que dirías eso así que no gasté dinero en ello.-

Él reflexionó un segundo. -¿Quieres decir que lo has hecho tú? Bueno, entonces supongo que vale.-

No me dió tiempo a contestar cuando oí la vocecita chillona de Honoka:

-¡¡Suuukiiii!! -Al cabo de 2 segundos se abrió la puerta de un golpe. -¡Vaya, Suki! Me has dejado hablando sola en el baño.-

Yo titubeé un poco. -¿E... en serio? Creía que estabas hablando contigo misma. -Me reí levemente.

Sasuke también se rió desaforadamente.

Honoka vió que le había hecho gracia y fingió que a ella también. -Sola, dice. Esta Suki...

-Va en serio. -Añadí yo.

-Basta ya con la bromita, ¿quieres? -Me susurró amenazante.

Yo la devolví esa mirada de desafío y me callé.

-Vamos a casa, ya es tarde. -Dijo Honoka.
-Es verdad, ya está oscureciendo. -Dijo Sasuke.

Yo eché a andar delante de ambos.

-¿A las diez en el semáforo? -Me susurró para que Honoka no se enterara y así armara un escándalo.
Yo supe al instante a qué se refería y asentí.

Suspiré.
Me alegraba saber que Sasu no sentía un rechazo hacia mí, aunque al mismo tiempo me daba pena por Honoka. Ella era mi amiga, aunque fuese aplastantemente pesada e insufrible, e igualmente, aunque no lo fuera, yo no podía tener novio.
<A menos que... > -¡Ah! -Di un respingo y abrí los ojos como platos al darme cuenta. Eché la mirada al suelo. <Ese pensamiento otra vez, "no ser más una Puella Magi." ¿serán los dioses que se están comunicando conmigo sutilmente?> Miré al cielo. Estaba despejado y azul un par de tonos más oscuros que cuando es de día.  <No lo creo.>
-¿Pasa algo, Asuka? Pareces algo distraída.
-¿Eh? -¿Quién me había hablado? Me giré. Era Sasu a mi derecha.
Verdaderamente andaba distraída. -Sólo tengo hambre. -Me expliqué.

La hija de Madoka y Homura [Detenida]Where stories live. Discover now