La hija de Madoka y Homura [Detenida]

¿Quién Eres? (Nueva Puella Magi!)

Tras secarme completamente la sangre de los ojos, cogí mi gema y me puse en marcha.

Mi madre no dijo nada al verme salir por la puerta a la vez que el cielo se oscurecía, pues ya sabía a dónde iba.

Me metí por un callejón oscuro, en el que parecía que la gema parpadeaba más brillante y con más fuerza. Esperaba encontrar la bruja pronto, para poder llegar a casa y dormir suficiente. Se me había olvidado por completo que había quedado con Sasuke esa misma noche.

De pronto, algo crujió.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? -Nadie respondió. Así que me encogí de hombros y seguí caminando, pero con más cuidado.

Ante mis ojos se abrió un portal. Había encontrado una bruja, cuando oí ese crugido otra vez.

Me transformé en chica mágica y saqué mi pistola. Estaba preparada para luchar.

Era una bruja marrón, algo constreñida y sin modales algunos en cuanto al combate. Tenía unos ojos y dientes blancos que apuntaban hacia mí constantemente.
Usé uno de mis anillos para dejarla inmóvil y luego disparar pero la bruja tenía más fuerza.
Esquivé varios de sus golpes cuando me dió de lleno en la cara.

-¡Au! -Exclamé. Estaba cansada.
Mi respiración se había acelerado demasiado y me empezaba a preocupar la posibilidad de no ganar esta vez.
-¡No, yo soy fuerte, puedo contigo! -Me precipité hacia ella después de coger carrerilla y así poder saltar sobre la bruja para paralizarla desde arriba.

Cuando de pronto algo me dio una descarga eléctrica, no era la bruja, no era yo, ¿entonces qué o quién más había en ese portal?

Caí al suelo abatida.

Miré hacia arriba. La bruja también estaba siendo electrificada.

De pronto vislumbré algo, una sombra que se movía con libertad propia de entre el "decorado" del portal. Esa persona estaba luchando con más fuerza y resultados que yo.

Me di por vencida, ya que sabía que no iba a ser para mi la Semilla de Pena que dejase la bruja. Pues fuera quien fuera esa persona, estaba a punto de vencer y hacer que la bruja se desintegrara.

Al fin pude observar a la chica que tanta fuerza había tenido contra esa bruja.
Mientras la fiera de desintegraba me levanté para poder verla bien, ya que había permanecido todo ese tiempo en el suelo.

Era una adolescente más o menos de mi edad -quizá un poco más joven- peculiar; se veía que era japonesa pero tenía toques europeos en las facciones que componían su rostro.
Tenía el pelo azul clarito, largo, ondulado y ligeramente en punta debido a la electricidad estática.
Sus ojos eran también azules y grandes como la estrella Polar.
Vestía un traje compuesto por una falda azul con volantes y con los bordes blancos de otra tela más gruesa y suave que la de la falda en sí, unas medias a rallas debajo de unas botas que parecían ser de piel y una especie de chaleco del mismo color que la falda. También llevaba una especie de orejeras blancas de pelito de este suave y una orquilla color amarillo brillante en forma de estrella.
No ví que llevase ningún arma en las manos, quizás lo había guardado, pero era obvio que su poder era la electricidad.

Me paré enfrente suya.

-¿Quién eres? -Pregunté algo atónita todavía mientras observaba como cogía la Semilla de Pena que había dejado la bruja.

Ella me miró. -¿Quién eres tú?

–Queridos lectores hago un paréntesis aquí para pediros disculpas por anticipado, ya que tengo mi ordenador roto y no sé cuándo subiré el siguiente capítulo debido a este problema. Espero que se arregle pronto.
Mientras podéis disfrutar de mis otros libros.
Gracias por la paciencia.–