La hija de Madoka y Homura [Detenida]

¿Otra Bruja?

-Básicamente, que Madoka era muy importante para todos los Dioses y magos. Y cuando Homura interfirió, cambió todo.
Creíamos que todo se había acabado, ¡pero entonces llegaste tú! Un milagro concebido entren esperanza y desesperación, bordada con el hilo rosa de la inocencia y morado de la fortaleza...
¡Y hasta ahí te puedo contar!

-¿Qué? ¿Eso es todo? No me has aclarado mucho. Pero no sabía que era tan famosa.
Y, ¿en serio conoces a los Dioses?
-Sí, claro. El cielo es mi hogar como ya te dije.
-Así que tu poder es la tormenta...
-En efecto, sí.
-¿Y por qué no puedes contarme nada más?
-Aún no has pedido el deseo, ¿verdad? -Yo negué con la cabeza.
-No quiero interferir en tus decisiones. -Dio un paso atrás con intención de marcharse. -Aún no se ha zanjado el destino de la historia, y no se me permite cambiarlo.

-¿Cambiarlo?

-Sí... En fin, ya me voy. Ha sido un placer.
-¿Ya te vas?
-Tú tenías una cita, ¿no?
-¡Sasuke! -Exclamé. ¡Se me había olvidado que había quedado con él!

Desaparecí de allí corriendo, muy nerviosa y avergonzada de haberme olvidado de mi amigo el día de su cumpleaños. Y todo por un poco de magia que ni siquiera merecía.
<Si no fuera Puella Magi esto no me habría pasado...> Pensé.

Sentí las gotas en mi cara. Estaba lloviendo. Se iba a estropear el regalo. <Siempre puedo regalarle un beso... ¡¿Pero qué estoy pensando?! ¡No!> Estaba realmente confusa con lo que me había dicho esa chavala (en España quiere decir: chama, chava), pero ahora no podía pensar en eso. Debía darme prisa para que no pareciera que había dejado a Sasuke plantado.

Vislumbré de lejos el puente donde había quedado con él. Lo crucé y vi en el semáforo donde había quedado con Sasu. Pero él no estaba.

Volví a mirar.
En efecto, Sasuke me estaba esperando en el suelo tendido... <¿¡En el suelo tendido?!>

¡Se había desmayado!
-Sasuke, -me arrodillé junto a él y le di leves golpes en la cara -Sasuke, ¿me oyes?-

De pronto se abrió un portal. ¡Todo estaba pasando tan deprisa que me sentía cada vez más confusa y sin fuerzas para nada. -¿Qué? ¿Otra bruja?-