La hija de Madoka y Homura [Detenida]

¿Es Katelyn Tomoe una Puella Magi?

Me fui a casa introvertida, pensando en lo que había pasado, en si contarlo o no, y si lo hiciera, ¿a quién se lo diría? A Mami está claro que no. Con eso de que se trata de resolver unos asuntos personales me había asustado, pues no era capaz de hacerme una idea de lo que podría salir de ahí.

<Tal vez debería contárselo a Madoka...> Esa clase de pensamientos reverberaban en mi cabeza. <...pero, si lo hiciera, ella no dudaría en contárselo a Mami...> <A menos que, claro está, le pidiese por favor que no lo hiciera. Ella nunca faltaría a una promesa.> <Aunque, tratándose de asuntos personales cuyo motivo desconozco, ¿quién sabe si Mami acabaría enterándose, de todos modos? ¡¿y quién me dice a mí que mamá me daría su palabra de no contárselo?! ¡¿y qué pasa si lo hace?!> 

Me pasé hablando conmigo misma todo el camino de vuelta a casa, con ese tipo de pensamientos dando vueltas y vueltas alrededor de mi cabeza. Traté de sólo caminar hacia casa, sin pensar en nada, pero me fue imposible.

-¡Ya he llegado! 

-¡Oh! ¡Hola, Suki! -Exclamó Madoka desde la cocina. Se había puesto un delantal granate que la quedaba muy bien. -Estoy haciendo pasta, ¿te apetece?-

A mí me encanta la pasta, así que estuve a punto de exclamar un "¡Sí!" con todas mis ganas, pero luego me di cuenta de que no tenía hambre, es más, se me había ido el apetito, lo que es muy raro en mí, y más aún a la hora de comer. No le dí importancia, si no que lo achaqué a que la noche anterior me había dado un atracón de pizza con Mami, y me limité a contestar a mi madre. -La verdad es que no tengo hambre, quizás luego.

-¡¿Quéeee?! ¿Mi hija sin hambre?-Exclamó Madoka sorprendida, no me esperaba esa reacción por su parte. Corrió hacia mí y se quitó el delantal. -¿Te ha pasado algo, Suki? ¿sucede algo?-

Yo reflexioné sin mucha profundidad preguntándome por qué estaba tan sobresaltada. -No ocurre nada, mami. -Negué con la cabeza.- Está todo bien.

-Bueno vale. -Se quedó más tranquila y a continuación sonrió. -Dime, ¿tienes deberes?-

Asentí. -Me voy a mi habitación a hacerlos rápido para luego ir al partido de Sasuke.

-¿Tenía partido hoy? No me acordaba y he invitado a Mami a tomar el té.

-No te preocupes, Madoka. No es un partido importante, puedo ir sola.

-¡Que no me llames Madoka, pardiez! -Me gritó irritada. Le gusta tanto ser mi madre, que si no la llamo mamá le parece como un insulto o algo por el estilo.

Hice un gesto como no queriendo darle mucha importancia y subí las escaleras a mi habitación. Me concentré en los deberes a más no poder, pero de pronto me vino a la cabeza de nuevo la chica nueva, Kate Tomoe. -¡Lo había olvidado! -Exclamé sin pensar en contenerme.

-¿Y qué harás? ¿Se lo contarás todo a tu pobre madre?

Fruncí el ceño realmente enfadada. -¡Kyubey! ¡Lárgate a leer pensamientos a otro lado!

-No, en serio. Esa chica es muy poderosa...

-¿Quién? ¡¿Kate?! 

-En efecto. Katelyn Tomoe, la hija de Mami Tomoe.

-¡¿Quieres decir que es una Puella Magi?!

-Quizá. He observado un gran poder en ella.

-¿Pero hizo un contrato contigo, sí o no?

-Es probable. 

Yo estaba realmente molesta con Kyubey, no entendía como Madoka le permitía entrar como Pedro por su casa a incordiarnos. Sí entendía por qué Homura había gastado más balas en él que en cualquier bruja. -A ver, Kyubey. Nosotras sólo podemos forjar una Gema del Alma contigo, entonces tienes que saber si es una Puella Magi o no.

-Puede, pero no tengo por qué decírtelo. No soy el intermediario de nadie, ¿recuerdas?

-Pues viniendo a decirme este tipo de cosas lo único que haces es que me enfade y use mis poderes contigo. -Saqué mi pistola color bronce con disimulo, aunque él lo notó.

-Vale, vale. Ya me voy.-

Respiré profundamente mientras le observaba escaparse, metiendose entre las rendijas de la ventana. <Genial, ahora estoy aún más confusa.> -Gracias, Kyubey.- <¿Es Katelyn Tomoe una Puella Magi?>.