LILITH

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Mi rostro cayo sobre el asfalto con un sonido sordo, me ardía todo el costado derecho y un hilo de sangre escurrió por mi mejilla hasta mis labios, la sangre ahora sabía a sal y hierro, nada apetecible como cuando era vampiro.
-Levántate!- me ordeno con su voz gruesa- él no te dará tiempo de levantarte una vez que caigas
Me puse de pie con dificultad, sintiendo como mi piel sanaba lentamente, la curación de un licantropo era más lenta.
Tome mi lanza de metal con la que entrenaba y me volví a poner en guardia.
-Debes de ser más rápida- me dijo atacandome con una lanza igual a la mía
Yo rápidamente bloque el ataque con la mía, y el sonido del metal resonó en todo el salón.
Era más fuerte y hábil que yo, su nombre era Lord Diego Bartirion, era mi entrenador personal desde hace años.
-Si dejas que te tire será tu perdición!- dice atacandome más rápido con la vara
Yo jadeaba cansada, tenía que defenderme rápidamente bloqueando sus golpes, cuando pasó la vara contra mis piernas la salte antes de que me tirará por segunda vez.
-Bien hecho- sonrió de lado- sigue, sigue, no debes de detenerte, él no lo hará
Cuando entrenaba solo veía un rostro frente a mi, aquel hombre que más odiaba en el mundo, sus crueles ojos verdes cuando dijo que me odiaba y haría todo para separarse de mi.
Ataque tan con tanta fuerza con la vara de metal dándole un fuerte golpe en las costillas que lo derribo.
-Lo siento... Está bien?- pregunto preocupada acercándome a él
Cuando la vara de metal se clava en mi cuello pero sin perforarme solo oprimiendo.
-Nunca dejes que tus sentimientos se interpongan en la pelea- dice serio
Luego retira la lanza y me extiende la mano para ayudarlo a levantarse.
-Has mejorado mucho Lady Ana- me felicita mientras se levanta
-Pero aún no estoy lista- digo molesta secándome el sudor de la frente
-Eres más fuerte y hábil que muchísimas personas del reino, diría que la mejor- dice mirándome fijamente con sus ojos grises
-No lo suficiente- doy un pesado suspiro- tal parece que el día en que sea lo suficientemente fuerte para vencerlo nunca llegará
-Tu condición no lo permite- dice preocupado- has esperado mucho tiempo para vengarte, pero tu cuerpo no podrá jamás contra un sangre pura
-Y si hubiera una forma?- digo mirando por la ventana pensando en Alexander, han pasado varios meses desde que se fue
-Tal vez deberías de dejar de pensar en la venganza... Eso no te traerá nada bueno- dice colocando una mano sobre mi hombro
-Jamás!- digo con odio en la voz- no descansaré hasta ver a Enrique Tudor muerto...
Salgo hecha una furia de mi cuarto de entrenamiento, voy hacia mi habitación, el entrenamiento me ha dejado cansada y sudorosa, tengo que tomar un baño, cuando alguien se cruza en mi camino.
-Vaya que traes mala pinta princesa- dice con su voz burlona
Lo que me faltaba! Lady Lilith, una odiosa licántropo pelirroja de piel clara y ojos verdes con gris, desde que llegué aquí no ha hecho otra cosa que molestarme, y no la culpo ella era la prometida de Lincon antes de que llegara.
-Soy tu Reina de hecho- sonrió confiada- querida es por que vengo de entrenar... Tu cómo le haces para verte mal siempre? Supongo que te has acostumbrado  después dé tantos años
Me mira con odio y sus verdes ojos de serpiente se entornan ofendida.
-Donde te enseñaron a ser tan grosera?- pregunta inútil- parece que en Inglaterra no les enseñan modales... Y no, tu no eres mi reina, extranjera
-Extranjera o no, si lo soy- sonrió ladeando la cabeza- además, soy la legítima heredera del trono de Escocia, y tú solo eras la suplente que estaba por si no volvía
-Tu me quitaste su amor! me quitaste mi trono!- alza la mano para golpearme
Detengo su golpe con gracia y tomo su diminuto cuello en mi mano y la azoto contra la pared, su cabeza estrellándose contra la piedra resuena con un golpe seco.
-Si vuelves a intentar tocarme si quiera- digo en su oído- te mataré
-Que está pasando aquí?- Su voz es gruesa y molesta
Lincon se acerca a nosotras y yo suelto el cuello de la serpiente, ella lo mira con ojos vidriosos, suplicante, aún lo ama, eran pareja antes de que Lincon me encontrará de nuevo.
-Lincon, ella me atacó!- dice llorando- es una loca y...
-Callate!- le ordena furioso- en primera Ana es mi esposa y tú reina, así que no tienes el derecho a tutearla! Y en segundo no eres nadie para insultarla! Discúlpate ahora mismo!
Ella lo mira con tristeza, ofendida y llena de tristeza, la cara se le cae de vergüenza y yo solo la miro burlona.
-Pero Lincon...
-Ahora!- le grita y sus ojos grises brillan en la oscuridad
Sin más remedio Lilith baja la mirada y se dirige hacia mi, se hinca y pone una mano en su corazón, sus lágrimas escurren por sus mejillas.
-Lamento en lo más hondo de mi corazón mi falta mi reina- dice en un hilo de voz- le ruego que me perdone
-Que te ha dicho Ana?- pregunta Lincon molesto
-No tiene importancia ya- digo indiferente
-Será azotada si así lo deseas- dice él con voz sería
Lilith lo mira con pánico y sus ojos casi se salen de sus órbitas.
-No es necesario- niego con la cabeza- puedes retirarte
Lilith con la cabeza agachada sale corriendo como la serpiente que es.
Me quedo con Lincon a solas y es ahí cuando me derrumbó y bajo la mirada con tristeza.
Lincon se acerca a mi preocupado y toma mi rostro entre sus manos.
-Que sucede preciosa?- pregunta con dulzura
-No... Es solo que...- un nudo se me forma en la garganta- eres tan bueno conmigo
-A que te refieres?
-Es solo que... Ella fue tu prometida, por eso me tiene celos y tú la has reprendido por eso... En cambio él... Sólo me humillaba frente a su amante, prefiriendola a ella sobre de mi...- la voz se me quiebra y las lágrimas ruedan por mis mejillas
-Oh! Ana...- dice estrechandome entre sus brazos- se por todo lo que has pasado, todo lo que has sufrido... Pero yo nunca haré algo que te haga daño... Eres mi reina, y te amo
Apoyo mi rostro sobre su pecho y cierro los ojos con fuerza, me gusta estar con él así, pero me duele en el alma no poder corresponder su amor.

VENGANZA Y AMOR REAL II (Ana Bolena Y Enrique VIII) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora