Vamos en el carruaje camino a la capital, miro por la ventana el hermoso paisaje, nunca habia visto Francia de día, el verde de las montañas es hermoso y el sol brilla y acaricia mi piel con sus rayos de luz.
-Ana, es hora- me dice Alexander sacándome de mis pensamientos-pronto llegaremos
Lo miro un poco preocupada, pero asiento con la cabeza, él saca un frasco pequeño con un liquido azul brillante, me da la botella y sonríe para darme valor.
-Dolerá? - pregunto mirando el frasco
-Claro que no- dice riendo levemente- pero debes de recordar que la posición solo dura 24 horas, en nuestras habitaciones tendre los frascos
-Si... - digo suspirando
Cierro los ojos y dejo caer el liquido en mi garganta, siento como corre por mis venas algo fresco como la menta.
Abro los ojos, y Alexander me sostiene un espejo frente a mi, miro asombrada como el cabello me cambia de color, de castaño oscuro a un rubio dorado, mis ojos negros de tornan azules y mi piel palidece.Me cuesta creer que ese es mi reflejo, soy una persona totalmente diferente, aunque mis gestos son los mismos, tendrias que haberme conocido muy bien antes para reconocerme ahora.
-Es fasinante... - digo acariciando mi piel sorprendida- aunque hubiera preferido otro color de ojos y cabello, solo me recuerda a esa desgraciada
-Jane Symur era todo lo contrario a ti- dice Alexandrer sonriendo en forma de disculpa- creeme que no fue a propósito
-Bueno... Cual es el plan? - pregunto suspirando
-Llegaremos a la corte diciendo que somos hermanos gemelos, trataremos de que nos inviten a los bailes reales, sera lo más rápido hasta que logres acercarte al rey- dice él tomandose la posion, de inmediato cambia su color de cabello, ojos y facciones muy parecidas a las mias, tienen razón pasariamos por hermanos gemelos.
-Bien... - suspiro poco convencida
Lo último que quería era volver a una corte de estas, había olvidado lo sosas que eran, personas soberbias presumiendo sus joyas y sus títulos, gente hipócrita saludando a sus enemigos y hablando mal a sus espaldas... Y solo pensar que una vez forme parte de este mundo me hacía sentir náuseas.
Como se acostumbraba en las cortes nos recibieron con los brazos abiertos, todos hablaban de los hermosos hermanos gemelos extranjeros, nos saludaban, nos hacían favores y siempre andaban tas de nosotros como moscas.
Pronto nos invitaron a los bailes y no faltó mucho para que el Rey Francisco se fijará en mi.
Una noche le ordenó a su guardia que lo llevara a sus habitaciones, como ya no tenía nada que perder accedí, y agradecí a Alexander por haberme hecho rubia, eran sus favoritas del rey.
Fui a mi habitación, tomé la posima antes que nada, me puse un vestido negro ligero de encaje, y una bata de terciopelo roja encima. Cruce los pasillos silenciosos del amanecer, tras del sirviente, abrió las puertas y me permitió pasar.
Adentro la habitación estaba vacía, alumbrada con velas aromáticas y olía a perfume de hombre, la cama era enorme y la habitación lujosa.
La puerta del cuarto de baño se abrió y de ahí salió el rey Francisco, con su cabello negro peinado y solo lo cubría una bata azul muy a la moda.
-Buenas noches mi lady- dijo con voz melodiosa- hasta ahora eres la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida... Gustas un poco de vino?
-Gracias majestad- hice una inclinación y le sonreí - es un placer para mi estar aquí a su lado
-El placer es todo mio preciosa- dijo galante dándome la copa de vino y aprovechando para acariciar mis manos- me encantas! Eres la criatura más frágil y perfecta que mis ojos hayan visto nunca
Me acaricia mi rostro y luego mi cabello admirando mi belleza artificial, hago gestos para fingir que me gustan sus caricias y no sospeche nada.
-Aunque es imposible... Me recuerdas mucho a alguien- dice mirándome a los ojos
-De verdad? - preguntó acercándome a él hasta que se sienta en la cama- A quien mi lord?
-Es una tontería, por que ni siquiera te pareces físicamente a ella pero... Hay algo en ti... - recorre mi cuerpo con sus manos hasta destar la bata y hacerla caer al suelo- la preciosa Ana Bolena...
-La Reina de Inglaterra? - preguntó fruncido el ceño
-Así es... La vampiresa a la que siempre desee pero nunca pude tener... Solo obtuve de ella a su hermana-dice mientras me da besos en el cuello
-Por que nunca la tomo? - le preguntó mientras desató su bata y queda desnudo
-Aunque no lo creas me intimidaba- dice abriendo mi vestido de frente- su forma de ser era admirable y la respetaba... Era la mujer perfecta y el idiota de mi primo la desaprovechó - noto un tono de ira en la voz- se lo dio todo y luego le quito la vida... Es un ser despreciable
Continuo dándole besos en el cuello y lo acuesto en la cama, me subo sobre el quedando sentada sobre sus piernas, el vestido lo tengo abierto y acaricia mi cuerpo.
-Suena como si quisiera vengarse de él mi lord- digo acercándome a su oído
-Y lo haré! Ese maldito rompió el trato con los vampiros ancianos, restaurare el equilibrio de los reinos y también vengare la muerte de Ana Bolen-dice decidido
-Es maravilloso escucharte hablar así Francisco- le digo sin ocultar mi voz
Él parece confundido por el cambio de voz y coloco una estaca de oro sobre su pecho.
-Ahora me escucharas Atentamente si no quieres que te mate- le digo apretando la estaca un poco más
Paso una mano sobre mi rostro y como si quitara una máscara vuelvo a ser yo, él abre tanto los ojos que parece que se desmayara. Voltea a buscar su espada con la mirada pero tomó su barbilla con mi mano para que me vea
-Y no intentes nada estúpido- le digo mirándolo fijamente- si no quieres que tu esposa e hijos sean quemados por el sol! Mi "hermano" se esta encargando de eso- me mira con odio y resignación - esta claro?
-Si... - dice derrotado
Me levanto y me cubro con el vestido de nuevo él toma su bata y también se cubre mirándome con cautela
-Creí que habías muerto- dice sorprendido- todos lo creímos... Como es posible...?
-Ana Bolena murió - le digo tomando la copa de vino- tienes razón ese maldito me mato... Pero renaci como Ana Lycan, ahora el reino de Escocia me pertenece
-Lycan... Eres un licantropo?-pregunta aterrado - no me lo hubiera imaginado... Y ahora quieres vengar te de todos los vampiros?
-No de todos... Solo uno- digo pensativa bebiendo de la copa
-Entonces... Que es lo que quieres de mi? - pregunta fruncido el ceño
-La garantía de que voy a vencerlo y matarlo - digo mirándolo - y para eso necesito tu ayuda... Unamos fuerzas para acabar con Inglaterra, nos dividiremos las tierras, tu te quedas con el territorio Francés que se te arrebato y yo con el Reino
Parece pensarlo por un momento, después me mira con sus hermosos ojos azules y sonríe ampliamente
-Me parece justo- dice asintiendo
-Pero yo lo matare! - le advierto
-No podrás matarlo Ana, aunque ahora seas un licantropo él es un Sangre Pura- dice preocupado
-Por eso necesito que me des tu sangre... Y así podré derrotarlo- le explico suspirando
Me mira confundido, tal vez no conoce lo que quiero hacer o si lo sabe y se sorprende por que estoy dispuesta a todo, después sonríe confiado.
-Y yo que obtendré a cambio de darte mi sangre? - pregunta alzando una ceja
-Lo que siempre has anhelado - me acerco a él y vuelvo a abrir mi vestido ante él - tenerme
Mira mi rostro y recorre mi cuerpo con la mirada, me toma entre sus brazos y me acuesta sobre la cama quedando sobre mi.
-Hecho! - dice besandome lleno de pasión y deseo
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VENGANZA Y AMOR REAL II (Ana Bolena Y Enrique VIII)
Historical FictionAna Bolena la nueva reina de los licantropos en Escocia ha cambiado, la sed de venganza la ciega y no deja de esperar con ansias el día en que vea caer Inglaterra. A su lado, su hermana María Bolena comienza a sentir algo por el esposo de su hermana...