Capítulo 2: Beso.

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¡Buenas! ♡
Quiero agradecerles por los votos y comentarios, me hicieron muy feliz. Sin más que agregar, acá tienen lo prometido. ¡Saludos!

533 palabras, título incluido.

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
B:

Beso.


Perdió sentido de toda realidad observando aquellos labios mientras Castiel le hablaba de un trabajo de matemáticas, pero no podía concentrarse en sus palabras por más que lo intentara.

Dos semanas pasaron desde su primer día de clases y con ello, su encuentro con el pelinegro, quien terminó siendo un excelente amigo; no obstante, por alguna razón, desde hacia días que no podía dejar de pensar en él. No entendía cómo es que su compañero se convirtió en alguien tan obsesionante.

—¿Dean? ¿Qué sucede?. —Cuestionó preocupado al verlo tan callado, acortando la proximidad de sus rostros al acercarse. El rubio, aún perdido en sus pensamientos, se levantó rápidamente de la mesa que ocupaban en el patio de la escuela.

—Nada, yo... —Nervioso desvió la mirada, intentando disimular el sonrojo de sus mejillas cuando una llamada a su celular lo salvó.

Tras el sonido Dean apretó los labios para no sonreír, y, ante la mirada expectante de Castiel, sacó su celular del bolsillo de su uniforme.
Todo se desmoronó al ver quién era.

—Hola papá... —Dio un par de asentimientos sin decir casi nada, lo que Novak aprovechó para guardar tanto sus útiles como los ajenos.

A los minutos la llamada concluyó.

—Dean, ¿estás...

—Vámonos. —Lo interrumpió con rudeza, comenzando a caminar hacia la salida sin esperarlo.

Vivían cerca salvo que Dean debía seguir dos calles, y a diferencia de otros días en donde el regreso era agradable, el silencio ahora era demasiado incómodo.

—Llegamos. —Anunció el rubio, parándose frente a la casa del moreno que también se detuvo.

Cautelosamente Castiel se acercó, observándolo con aquella intensidad que a Dean tanto le gustaba; este último, pese a su enojo, se tranquilizó con aquella serena mirada.

—Gracias por acompañarme, Dean... Y no estás solo, yo estoy aquí. —Habló suave, animándose a apoyar calidamete la mano en su mejilla izquierda.

Winchester lo contempló sorprendido, maravillándose por la paz que el moreno le transmitía con tan sólo aquel pequeño gesto, y hubiera agradecido si sus traicioneros ojos no hubieran bajado a ver esos labios otra vez, tan apetitosos y llamativos. Sin poderlo evitar más lo tomó de la muñeca que apoyada en su mejilla aún estaba, e ignorando la confusión en el rostro de su amigo impactó sus labios contra los suyos, cerrando los ojos mientras el contrario los abría por la impresión de lo que sucedía.

Casi de inmediato, y para emoción del rubio, Novak correspondió al beso tomándolo por los hombros, entregándose totalmente al momento. Con timidez separó los labios, sintiendo como la lengua ajena se adentraba en su cavidad bucal, recorriéndola dulcemente hasta encontrarse con la suya.

Luego de unos minutos, y lentamente, Dean fue separándose con una bella sonrisa iluminando su rostro.

—Nos vemos. —Susurró antes de alejarse tranquilamente, sintiendo en su espalda la penetrante mirada azulina.

Al instante, Castiel ingresó a su hogar, aún con el calor de aquél beso en sus labios.
Se sentía tan feliz, y es que él también estaba comenzando a sentir cosas extrañas por su amigo.

Ese primer beso tan mágico se lo demostraba.

De la A hasta la Z: Destiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora