Una disculpa

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La clase de mate ha terminado y de nuevo voy hacia mi casillero, veo a Emma en el suyo y me detengo un momento esperando que se aleje. Cuando me aseguro que está bastante lejos continúo para guardar mi libro. Estaba tan pendiente de Emma que no me percaté que Samantha estaba ahí también. Pensé que era el momento perfecto para disculparme pero en cuanto notó mi presencia cerró el casillero y se fue logrando que me sintiera un completo idiota.

Me dirijo a la cafetería para el almuerzo, en el camino me encuentro a los gemelos y continuamos el camino juntos.

–¿Escucharon algo sobre la chica nueva?– pregunta Dan con curiosidad.

–Es un poco extraña, pero me parece interesante–, contesta Dave,– Es divertida, está en mi clase de literatura y será mi compañera de asiento. Me pregunto quien será el idiota que le hizo pasar una mala clase de historia–. Mierda, al parecer discreta no es.

–Una mala clase?– dice Dan levantando una ceja.

–Si, pero no importa, yo con gusto le ayudo en literatura y si puedo en historia también–.

Siento una punzada de culpa y algo de celos por alguna razón, tal vez porque es a mi a quien asignaron a ayudarle.

–Tu ni siquiera llevas Historia universal este año, ¿recuerdas que la diste de baja porque odias historia?–. Respondo con un tono que ni siquiera yo sé como interpretar.

–Tienes razón, tengo una idea. Jay, prestame tus apuntes de historia y explicame, así yo puedo explicarle a ella–. Diablos, aunque quiera no tengo razón para negarme, ni siquiera entiendo por qué me molesta que Dave quiera ayudarle.

–De acuerdo–. Digo, no tengo opción.

Llegamos a la cafetería, pasamos por el almuerzo a la barra y nos dirigimos a la mesa de siempre, pero esta vez Samantha está sentada ahí.

–Hola Sam!– Dice David haciendo que Samantha se sobresalte.

–Que tal Dave– saluda ella con una sonrisa pero en cuanto me ve vuelve su mirada al plato.

Dave se sienta junto a ella, Daniel frente a Dave y no tengo más remedio que sentarme frente a Samantha.

–Wow!– Dice ella sorprendida pasando su vista entre Daniel y Dave.

Los gemelos ríen un poco, –Perdona, ammm... El es mi hermano Daniel–.

–Mucho gusto, Samantha– dice aún desconcertada.

–Y este es nuestro mejor amigo Jason–. Dice Dave señalándome–.
Ella me mira y yo le sonrío levemente –Hola– es lo único que puedo articular.

–Hola– contesta algo tímida, estoy a punto de decirle algo pero no se me ocurre nada.

–¿Que clase te toca entrando, Sam?– interviene Dave y rompiendo el incómodo silencio

–Artes escénicas–. Responde. Maldición, también tengo esa clase después del almuerzo.

–Que triste, tengo Matemáticas y Dan Biología, pero no estarás sola; también tienes artes escénicas, Jay, puedes acompañarla y ayudarle a que se adapte– dice David sonriendo aunque puedo notar que está un poco decepcionado.

El almuerzo pasa con Dave y Dan preguntando a Samantha de donde viene y si le ha gustado la ciudad, entre otras cosas, ahora sabemos que tiene 17 años igual que nosotros, que vive con su madre a tres calles de la mía y que siente que le será difícil adaptarse, ellos la tranquilizan diciendo que ahora es nuestra amiga y que la ayudarán en todo. Dan y yo notamos el interés de Dave por Samantha pero no lo mencionamos.

El Viejo Sauce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora