Lirenia libro 1: La sombra de los cuatro.

Capitulo 1

N. A.: (Estaré re subiendo Lirenia mientras corrijo los capítulos ya publicados. No sé cuanto tardaré, pero no será muy rápido debido a las otras obras) Aunque esta obra no se ubica en el mismo universo que "El legado Rith" y "Theria" si comparten multiverso.

La luz del sol me dio directo en el rostro.

—¡Hágase a un lado!

Dolor. Alguien me había empujado contra el suelo.

—¡Lo siento por eso, amigo, pero tenemos prisa!

Ya en serio, ¿qué está pasando aquí?

—¿Ves eso, hermano? ¡Es una espada de Mithril!

¿Qué es esto?

—¿Qué paso, muchacho? ¿Tuviste algún problema? ¿Estas herido?

¡Que alguien me diga qué está pasando!

Gabriel Rith:

Nivel: 1

Edad: 16

Raza: Humano.

Clase: Sumo sacerdote (sin dios especifico)

Energía Mágica: 40

Vitalidad: 10

Fuerza: 5

Inteligencia: 40

Resistencia: 5

Agilidad: 10

Habilidades

Sobre estímulo: Incrementa tres veces la experiencia ganada.

Sin hacer caso al hombre que me ofrecía la mano, el cual se marchó algo ofendido, cerré y abrí los ojos varias veces, pero es ventana, idéntica a la de un videojuego, seguía presente. No era una ilusión y lo que veía enfrente mío, todas aquellas personas que vestían de una forma tan rara, incluidos los dos niños que miraban anhelantes el escaparate donde se exhibía una hermosa espada, existían fuera de mi mente.

Muy bien, repasemos.

Mi último recuerdo fue llegar hasta la entrada de la escuela, ya muy tarde, como de costumbre. No, espera, creí que llegaba pero justo antes de tocar para que me dejaran entrar sentí como mi cuerpo se calentaba y de pronto aparecí aquí.

Lo más probable era que me hubiese desmayado y que lo que pasaba solo era un sueño.

—Oye, amigo, ¿estás bien? ¿Estas borracho?

Miré a la chica que me hablaba, pero no le hice mucho caso. Después de todo solo era un sueño.

—¡Eh, te pregunte si estabas bien!

Lirenia. Humana, Nivel 3

¿Y ya? Que hay de todas la otras estadísticas. Sueño, me estas quedando mal.

La joven sacudió su mano frente a mí para llamarme la atención, lo que no me dejo más remedio que mirarla bien. Su cabello pelirrojo, atado en una trenza, le llegaba a la cintura; mientras que su piel morena contrastaba con sus ojos grises. Llevaba una armadura de simple de cuero, como las que se podían ver en los videojuegos, de esas que solían llevar principalmente a los arqueros. Con gorro de Robin Hood incluido. No parecía ser mucho mayor que yo y no podía llamarla bonita, pero comparada con todas las demás que me rodeaban era una belleza.