Capítulo 4

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Aunque varias veces me golpee contra las personas que paseaban por las calles, logramos llegar hasta una especie de plaza lejos de las puertas, ahí nos detuvimos para recuperar el aliento.

—¿Po-por que corrim-mos? —me preguntó Lirenia.

—¿Co-como que porque? —le respondí, mirándola enfadado—. Tú eres quien menos debería intentar llamar la atención, ¿acaso no recuerdas lo que paso antes?

—Si, pero...

—¿Pero que? Mi misión es protegerte, así que no hagas...

—¿Protegerme?

¡Demonios! ¡Hable de más!

—No es nada, ¡andando! Quiero buscar un lugar para comer, muero de hambre.

—¡Pero si acabas de comer!

—¡Transporte a dos personas varios kilómetros! ¡Hasta otro país! Eso cansa, ¿sabes?

Sin dejarla replicar comencé a caminar con paso rápido por la calle principal. A diferencia de la anterior ciudad, en esta no había un ambiente festivo, aunque estaba a mucha distancia de ser un lugar sombrío.

Nos detuvimos cuando llegamos a un pequeño puesto donde un joven estaba vendiendo una especie de banderillas hechas con carne de lo que me pareció era un ciempiés y platos de caracoles hervidos.

No me detuve porque me apetecieran, es mas me dio un poco de asco, sino porque Lirenia se acerco corriendo hasta ahí y devoro con la mirada las "delicias" que vendía aquel joven.

Y se quejaba de lo que comí yo. Al menos yo no tenia idea del aspecto del animal.

Viéndola así no me quedo mas remedio que comprarle uno de cada uno, aunque sentí que era un robo ya que cada cosa me costo diez cobres.

Definitivamente necesitaba como conseguir dinero.

—Oye Lirenia, ¿acaso sabes como identificar el gremio?

—¿Gremio? ¿Que es eso? —ella inclino su cabeza, confusa, mientras sorbía al caracol. Dios, eso es asqueroso.

—Donde van los aventureros —seguía mirándome sin comprender—. ¿Exploradores de mazmorras?

—¿Las de los castillos? ¿Y para que alguien querría meterse en esos lugares? Son tétricos... —dijo mientras fingía un escalofrío. Se vería linda si no tuviera la cara cubierta de baba de caracol.

—¿Y entonces tú que haces para ganar dinero?

—¿Yo? Cazo animales ilegalmente para revender su piel a los comerciantes.

Dijo ilegalmente sin ninguna vergüenza, dios. Que bueno que nadie entiende su idioma. Aunque aquel guardia la mira con suspicacia... Pero ha de ser porque tiene el escote lleno de baba.

En serio Sueño, ¿que clase de hija tienes?

Pero en fin, esto plantea un problema muy grande, no se como ganar dinero. Si no existen nada parecido a los aventureros o exploradores, estoy perdido.

Digo, hay jodidos héroes.

—Oye bab... Lirenia, entonces ¿quien caza a los monstruos, demonios y esas cosas?

—¿Mmm? ¡Oh! ¡Eso! Los caballeros del clero, claro está o los magos imperiales. Cualquiera de esos dos.

—¿Y quien cuida de los pueblos apartados?

—Se defienden solos. Rara vez aparece un monstruo con un nivel mayor a cuatro. Y los demonios son raros de ver.

—¿En serio?

Lirenia libro 1: La sombra de los cuatro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora