¿Hasta donde llegará?

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Con precaución quitó el suéter gris que tenía puesto el rubio, luego de eso introdujo sus manos en la camisa blanca del rubio, acariciando por completo el delgado torso del menor, generando un escalofrío casi de inmediato, sus manos subían hasta llegar a sus dos pezones color rosa, posó sus dedos pulgares, uno en cada uno, comenzando a hacer presión sobre ellos a la vez que los movía de forma circular, liberando gemidos de parte del rubio, que intentaba evitar esos sonidos, mordiendo su labio inferior.
Elevó un poco más la camisa y terminó por quitarla, no hacía nada más que estorbar.
Llevó las caricias a sus brazos llegando por fin a sus muñecas, ahí lo sostuvo con fuerza para asegurarse de que no intentará detenerse, ya lo había tentado suficiente, Yuri no podía ser tan egoísta de negarle un solo capricho al mayor.
Los delgados labios de Viktor comenzaron a asechar el débil cuerpo, comenzó por besar su cuello, clavícula y luego bajando por el hombro, dejando marcas rosas en su pálida piel.
Sus labios bajaron hasta sus pezones, jugando con su lengua, lamiendo tal cual un bebé, se podían sentir los acelerados latidos del rubio, que aumentaban junto a sus jadeos, continuó con lo suyo, succionando de sus pequeños pezones en ocaciones.

—V-Viktor...— jadeaba el nombre de su acompañante, haciendo presión con sus manos para liberarse de su agarre, pero su fuerza parecía resultar inútil ante la oposición de Viktor.

En cuestión de minutos, todo su abdomen gozaba con la presencia de marcas rosadas en forma circular, las manos de Viktor permitieron liberar los brazos del chico, tomándolo en su lugar de la cintura.
Sus labios hicieron contacto con el pantalón azul, no dudó en quitarlo, sostuvo al chico, apoyando su cuerpo contra las piernas de él menor, queriendo evitar que este escapara y lo dejara con sus deseos impertinentes. Con cuidado de no dejarlo ir, fue desabrochando el cinturón de cuero y luego botones y demás del pantalón. Hecho esto, lo bajo con cuidado hasta la altura de las rodillas.

—E-Estás lastimándome.— habló débilmente, dijo al estar rendido de sostener el peso de Viktor en sus muslos, que era de donde se había apoyado, donde sostenía al menor.
Este asintió y se arrodilló en el suelo, en dirección al sofá, tomó con fuerza las piernas del rubio y las abrió enseguida. Casi en una acción inmediata, llevó su mano al miembro ajeno por encima del bóxer, masajeando con brusquedad al sentir la dureza en el rubio, no soportaba tener que tocarlo con ropa en su camino, desapareciendo el bóxer del menor, seguidamente lo cubrió seguidamente con su mano y comenzó a masturbarlo, ocasionando gemidos más fuertes, que lograban escucharse por toda la sala, además del eco producido.

—D-Detente... no quiero...— suplicaba el rubio, pero Viktor parecía ignorar las súplicas del contrario, aumentando la velocidad del movimiento de sus manos.
Había generado ya su propia erección, necesitaba quitar aquellas ansias, pero tener aquel miembro entre sus manos, tan pequeño y delgado compensaba la paciencia dada, lamió luego la cabeza del pene ajeno, soltando quejidos por el rubio, aún luchando por salir de ahí, había compartido besos con diferentes personas pero pasar de eso a lo que Viktor hacía le era vergonzoso, no se sentía preparado para tener sexo con un hombre.
Poco a poco fue introduciendo el miembro aún pequeño del rubio  en su boca, jugando con su lengua, con rápidos movimientos lograba masturbarlo con la boca.

—N-No sigas...detente...— jadeaba, soltando gemidos agudos, logrando excitar al mayor, ansiándolo incontrolablemente a hacer todo suyo al rubio.
La boca del albino comenzó a llenarse del espeso fluido que pertenecía al rubio, una sonrisa victoriosa se posó en sus labios, y tragó seguidamente.

—Ya no soporto más.— habló Viktor, sacando el miembro de su boca, el pantalón comenzaba a incomodar, reteniendo tal jaula la erección del mayor, se separó solo para quitar el pantalón y luego su boxer, dejando en libertad su enorme pene.

—No...Viktor...no lo hagas...— cubrió su rostro, al menos lograba evitar esa escena en su cabeza, que aunque suplicaba por piedad, sabía que no cambiaría de opinión.

—Eres un hombre ¿no? Los hombres hacen estas cosas, me estuviste acosando por meses, ahora aguantas lo que vaya a hacerte.— respondió sin compasión ¿Donde estaba el verdadero Viktor? Aquel chico sonriente y amable, además respetuoso y confiable ¿donde podía llegar a estar?

Viktor tomó las piernas ajenas y las abrió, seguido de eso las levantó, sus manos generaban gran presión, tanto que al soltar quedaban las marcas de sus dedos.

Introdujo un dedo a su boca y pasó su lengua por el, primeramente con la intención de humedecerlos y ser usados como lubricante, pero sus ansias lograron ganarle, no debía perder más tiempo, debía recorrerlo inmediatamente.

Quiero que me ames ||Yuri On Ice Au|| Vikturio #FanficAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora