una historia donde sólo aquella joven de sueños fugaces donde sólo el brillo de la pista reluce sus espectaculares vestidos para impresionar a la audiencia, como muchos dirían....una sirvienta nada más que ocultaba su verdadero brillo debajo de esas...
Habían pasado al menos 6 meses desde que nos habíamos enterado de que estaba embarazada, mis síntomas eran fuertes por lo que los primeros meses fueron fiebre, vómitos, antojos, sentía como si ahora el katsudon era yo; pero en ningún momento Viktor me dejó, ni en el baño me dejaba a solas ya que temía que en algún momento el bebé decidiera salir el pronóstico del médico no era muy bueno para nosotros, ya que yo tenía una pequeña irregularidad en mi ovulación lo que complicaba mis embarazos así que me ponía nerviosa que en algún momento perdiera el bebé o algo. Estaba con Viktor en la práctica, dentro de poco iba a ser su grandprix y el tenía pensado ganarse otra medalla de oro fuese como fuese, ahora tenía que impresionar a dos personas a mí y a nuestro hijo que lo más probable es que estuviese feliz- ¡Vamos Viktor vas bien!- animaba desde la banca a mi pareja, el no parecía nervioso pero si agotado y muy feliz, se ocupaba de entrenar a Yuri y a yurio que se olvidaba de que el debía entrenar y que debía descansar por lo que yo entrenaba a los adolescentes mientras él se encargaba de su practica.
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Una de las mejores cosas que definitivamente me había pasado en la vida, era Viktor las cosas simplemente mejoraron y algo que no nos esperábamos para nada, era que la madre de Viktor pidiera disculpas públicas por el infierno que me hizo pasar desde que nací, aunque no sirvió de nada porque, tanto que luche y tanto que trabaje en esa casa para ir a ver a mi padre y ver que ahora era una tumba, Viktor estuvo conmigo, compartió mi dolor, el lamentaba tener de padres a esos monstruos que se hacían llamar sus padres; tanto fue así que dijo que era huérfano en una rueda de prensa, el nunca conoció los monstruos que podían ser sus padres por la única razón de que solamente se fijaban en Viktor y el aunque siempre tuvo los ojos puestos en mi no tuvo el valor de defenderme, en cierta forma teníamos miedo por sus hermanitas que eran unas gemelas, yo temia por esas niñas también aunque la familia lo fuera todo, el decía que ya sus hermanas eran concientes apesar de ser pequeñas- eso fue fabuloso Viktor- tome su toalla y la pase por su rostro sudado y aparte le di una botella de agua.
Viktor: ¿se mueve mucho? Pues espero que se prepare para cuando gane el prix- me beso en los labios colocando su mano sobre mi ya notorio estomago el cual hasta mostraba algunos moretones por las paradas que daba el bebé- bueno, sigue siendo linda para mi
((Ok aclaración, cuando la mujer esta embarazada y el carajito comienza a joder pateando a lo loco que se la tira de Messi a veces patea demasiado duro y deja moretón))
-pues hasta ahora solamente se mueve mucho, pero todo bien- sonreí colocando mi mano sobre la de el, y en eso el teléfono de Viktor comenzó a sonar con insistencia y pensábamos que era yurio, pero no, era un policía que tenía el teléfono de su madre.
Viktor: si quien habla?- guardaba sus cosas en su bolso con total tranquilidad, normalmente lo tiraba todo dentro del bolso y adivinen quien arreglaba ese desorden exacto yo, Viktor de repente se detuvo en seco y simplemente agachó la cabeza, allí supe que algo malo había pasado- e-entiendo iré enseguida- colgó el celular y lo dejo sobre la banca.
