Capítulo 3: Una cita nada común parte 1

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"El amor es frágil y no siempre sabemos cuidarlo bien. Lo hacemos lo mejor que podemos y esperamos que sobreviva sobre viento y marea."

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Poco a poco nuestro sensual ojeroso despertaba pues era Sábado eso significaba: ver a Luffy, su Luffy ¿Cómo sería estar con él? ¿Seguía siendo tan tierno e inocente como sus ojos lo decían? Mientras en su mente pasaban estas y más preguntas se levantó y empezó a vestir sin notar la presencia de un hombre rubio en el marco de su puerta.

-Vaya hoy despertaste muy animado Law- Dijo el hombre rubio desde la puesta asustando en parte al moreno.

- No lo creo estoy igual que siempre- Contesto con simpleza.

-Si- respondió sarcástico- tan igual que no se nota esa aura color rosa con algunas flores y corazones volando por allí.-

-...-

-Vamos Law ¿No le quieres contar a tu querido padre que pasa?-

-Cora-san no es nada, solo es que hoy a las 11 saldré con un compañero y nada más.-

-¿Quién? ¿Killer o Kid?-

-Ninguno de los dos... además ¿Cómo demonios sabes que están aquí?-

-Law no soy tonto, tal vez torpe pero no tonto y sé que te reencontraste con ellos.-

Un silencio algo incómodo se apodero de la habitación, el ojeroso no se llevaba muy bien que digamos con Kid y Killer era el único que soportaba a ambos.

-¿Y bien con quién?- pregunto un poco más serio Corazon.

-Con un chico llamado Luffy, Monkey D. Luffy.- respondió cediendo ante su padre.

-Está bien, solo cuida tus actos- El hombre alto se retiraba no sin antes decir algo a su hijo- Recuerda que hay veces que uno no sabe lo que el corazón le dicta y uno realiza tonterías.-

Law se quedó algo confuso, pero no le dio nada de importancia de todos modos Cora-san siempre le decía algo acerca de la vida y lo cuidaba sin importar nada.

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Por otro lado estaba nuestro pequeño Luffy, nuestro pequeño monito aún no se despertaba, era fin de semana y quería dormir hasta como las 3 de la tarde... Y Ace no pensaba despertarlo pues su inocente hermanito no iría con el asalta cunas de Trafalgar, pero, para su mala suerte Sabo lo regaño y junto con Marco (que para mala suerte del pecoso había llegado a su casa temprano) lo amarraron a un silla y Sabo fue a despertar a Luffy.

-Vamos hermanito despierta o te perderás tu cita con Trafalgar- decía calmado moviendo levemente a su hermano menor.

-Ña Sabo tengo mucho sueño...- el pequeño respondió para posteriormente quedarse nuevamente dormido en cuestión de segundos.

Sabo suspiro no le agradaba la idea de que su hermano saliera con alguien mayor y que ni él ni Ace supieran cuales eran las intenciones del mayor, pero, por lo menos su hermano debía ser educado y cumplir su promesa, le daba un poco de miedo pues hacía años que había pasado "aquello" y no quería que su hermano le pasara nuevamente algo... Sabo está realmente confundido y sin más uso con Luffy su última carta para despertar a su hermano dormilón.

-Bueno Luffy, entonces Ace, el abuelo y yo tendremos que comernos toda la carne...-no pudo terminar

-¿Carne? ¿Dónde hay carne, Sabo?- en cuestión de segundo o mejor dicho de nanosegundos Luffy ya se había vestido y ya estaba en la puerta.

En un abrir y cerrar de ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora