La puerta se había abierto espantando, pero solo dejando ver a la enfermera de hace rato
—Oh hola — Saludó extrañada. — ¿Por qué no traes tu uniforme de chica de limpieza? Estamos a media jornada. Y sabes que aquí solo entra personal. Disculpa, Iván ¿Quieres ir por café? Nena, por favor, regresa a tu trabajo que hay vomito en emergencias
Mi expresión de impresión cambió a la sonrisa más falsa que alguna vez di. Solo logré dar un paso y sentí al chico detenerme del brazo ¡No me dejo hacerle nada!
—Eso no será posible — Habló él. — Ella renuncia y se va conmigo
Mis ojos se abrieron ¿Renunciar? Pero si mi trabajo también era mi hogar. Quería quejarme, pero no lo haría enfrente de ella. Su mano tomó la mía sacándome de ahí
—No puedo irme, aquí vivo
—Ah no pienses — Se quejó sin parar de caminar
—¿Por qué?
—Yo no estoy pensando, si pensara no haría esto
—¿Esto está mal? — Pregunté cuando paró al lado de un auto
—Está mal, también es extraño y algo loco — Abrió la puerta. — pero no quiero actuar bien como siempre
—¿Tipo bueno?
Frunció el ceño dudando. — Solo contigo si quieres que lo sea
De nuevo esa sonrisa que salía desde lo más profundo de mí estaba en mi rostro. Sin decir nada más solo entré. Cerró la puerta y fue rápidamente hasta el lado del piloto. El chico conducía y yo solo veía la ciudad
—Debo ir a hacer unas compras ¿Te importa?
—No, está bien
—Bien, pero no creo que sea bueno que vayas con esa camisa
Realmente se debía ver fea, comenzando que era varias tallas más grandes, tenía un agujero y al rededor una gran mancha vieja de sangre de mi hombro. El chico estiró el brazo hasta el bolsillo detrás de mi asiento sacando una camisa negra con detalles blancos y rojos. Era de un equipo de baseball que suponía que era de esa ciudad
—¿No debo desnudarme aquí?
Volteó a mí con una sonrisa de lado. — Eres muy tierna
—Claro que no — Dije indignada ya que esa no era mi intención. — Yo soy ruda
—Claro que no, las chicas rudas no preguntan tiernamente si pueden hacer algo
Mi rostro se fue a uno de sorpresa y desacuerdo. Yo no pensaba las cosas algunas veces. Deslicé la camisa fuera de mí
—Oh está bien, entendí el punto — Reía mirando al frente, chocó levemente su cabeza contra el volante mientras negaba. — Ya vístete que alguien de afuera te vera, o peor, tendremos un accidente por no poder dejar de verte
Calor, eso era lo que sentía en mis mejillas y hasta el cuello. Estaba segura que mi rostro estaba tan rojo como las letras de la camisa que en ese momento me colocaba rápidamente. La abotonaba aprovechando para bajar la cabeza y que no viera mi rostro. Que boba era a veces, yo misma me lo busque. Una risotada salió de él al notarme así por su comentario
—Eres un tonto
Levantó los hombros tomando la camisa sobre mi regazo, bajó el vidrio y esta voló lejos
—Trae malos recuerdos — Respondió. — De igual manera, mi camisa se te ve mejor
—Oh ya para — Pedí cubriendo mis rostro con las manos
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AUTOCRACIA "Ignorancia e Idolatría"
AcciónDos desendientes del linaje Sabios y dos del linaje Luchadores viven en un reino donde sus raíces ahora son condenadas. Siguiendo sus principios se embarcan en lo que puede ser la libertad de su reino, el que está siendo destruido por un rey auto im...