Narra Piper:
Sabia que tenía que irme. Habíamos salido de su casa y ese era el momento justo para poder ir donde mis padres.
Terminamos de comer y me levante de la mesa mientras ella me seguía con la mirada. No podía hacerlo, no podía solo decir adiós y Alex se dio cuenta de eso
-¿te vas a quedar ahí de pie...mirándome?-
-¿me voy entonces?-
Alex giró los ojos y se levanto de la silla -vamos-
-no Alex en serio debo irme...-
-¿en serio? Yo solo siento que quieres huir de mi- Alex pagó la cuenta y le hizo una seña al mesero para que tomara lo que sobrara como propina, el tipo le sonrió y le hizo una seña con la mano como si se conocieran
-no estoy huyendo... yo también tengo una vida-
Escuche su risa y no estaba segura si ella estaba molesta o no
-yo no te estoy reteniendo. Si quieres irte pues vete-
Empezamos a caminar por la calle y pasaron un par de casas antes de que se me ocurriera que decir de nuevo
-en serio te enoja no tener todo bajo control ¿no es así?-
-¿que? Piper esto no es sobre el control. Yo te dije que te quedaras, te quiero conmigo el día de hoy porque mañana vuelvo al trabajo pero si quieres irte y estar donde debes estar y no donde quieres estar... hazlo-
Sonreí porque ella sabía que quería quedarme con ella -ya ya está bien Alex- pare de caminar y crucé los brazos. Alex se giró y me miró un poco confundida
-está bien que-
-que me quedaré contigo todo el día... y toda la noche... y mañana puedes ir a tu trabajo y yo iré a visitar a mis padres-
-y ¿por qué estás ahí cruzada de brazos?...-
-porque estoy esperando que me beses-
Sonreí y vi la sonrisa de Alex también. Ella se acercó a mi, me dio un besito rápido y se alejó. Empezamos a caminar de nuevo, había olvidado que estábamos en la zona de Alex. Era un lugar en la ciudad un poco pobre lo cual era extraño porque nunca había estado en un sitio así.
-¿por qué aún vives acá? Yo se que tú tienes el suficiente dinero como para comprar mi apartamento y otros tantos más-
-¿y que objetivo tiene?-
-¿como así que que objetivo tiene?-
-si ¿que objetivo tiene comprar un lugar donde no quieres vivir?-
-¿tan malo es donde yo vivo?-
Escuche su risa y Alex se detuvo en medio de dos casas separadas por una piedra. Ella se sentó allí y me hizo una seña para que me sentara con ella, podíamos ver toda la ciudad.
-a lo que me refiero Pipes, es que no tendría sentido si vivo en un lugar que no es mi hogar... me imagino que sabes la diferencia ¿no?-
-este es tu hogar...-
-exacto y además los pobres no roban a los pobres, los ricos si se roban entre ellos-
No pude evitar reírme. Era verdad, todo lo que Alex hablaba era tan ella, tan lleno de sentido.
-¿nadie de aquí sospecha que es lo qué haces?-
-¿trabajar en el cartel? Imagino que deben saber pero otra de las ventajas es que nadie te va a juzgar por lo qué haces. Aquí todos buscan la forma de conseguir dinero. No existe lo bueno o lo malo, solo existe el subsistir-
Por un momento deseé haber crecido en un lugar como este, sin toda la presión que ejercían mis padres sobre mi para parecer lo más perfecta y buena posible. Pero al mismo tiempo recordé que no todo era tan bueno como lo hacía sonar Alex
-puedo preguntar ¿cómo fue tu infancia?-
Ella me miró y sonrió -¿nunca te han dicho qué haces muchas preguntas?- tomó mi mano y enlazó sus dedos con los míos. Me quedé mirándola esperando una respuesta qué tal vez no iba a llegar. Mire a la ciudad y no pude evitar pensar en que mis padres estaban allí buscándome como locos y seguramente enloquecieron más cuando supieron que Nicky tampoco estaba en su casa. Reí.
-¿cómo se está sintiendo tu cumpleaños? Lo estoy haciendo lo más normal posible Piper así que valóralo-
-ha sido el mejor- sonreí y Alex utilizó sus lentes para alejar unos mechones de cabello de su rostro, poniendo los lentes encima de su cabeza.
-¿puedo darte algo? Es un no regalo de cumpleaños- mi sonrisa se hizo más grande porque la verdad no esperaba que ella tuviera algo para mí. Del bolsillo de su chaqueta sacó su iPod, conectó los audífonos y antes de dármelo se levanto dándome la mano para que hiciera lo mismo
-ven, conozco un mejor lugar- caminamos unas calles y si hubiera estado sola, hubiera muerto de miedo de estar allí. Ya habían menos casas y habían muchos más árboles, cada paso era más difícil darlo. Sentía que Alex me iba a llevar a la punta de la montaña. Y entonces comprendí, entendí porque sus piernas eran tan firmes al igual que su trasero. Había vivido acá toda su vida, sin necesidad de haber estado en el gimnasio, esas calles hicieron más sexy a Alex Vause.
-ok, amaba este lugar cuando era pequeña. Venía con unos amigos aquí para ver el atardecer- había un árbol gigante, el último del lugar y desde allí se podía ver toda la ciudad, a diferencia de donde estábamos acá no se escuchaba nada, nada más que nuestra respiración.
Nos sentamos debajo del árbol y Alex abrió la app de música poniendo una playlist que decía "Piper🐣" las canciones empezaron a sonar y las disfrute todas y cada una. La música entre ella y yo era algo que nos había unido desde el bar. Desde que me vio llorando y me dio su iPod. Desde que la vi llorando e hice lo mismo por ella. Y ahora que estábamos en una etapa completamente diferente tratando de escapar de la realidad pero bien sabiendo que al día siguiente no sabríamos lo que pasaría.
-Alex...-
Me miró levantando las cejas
-estaremos bien juntas ¿verdad?-
-claro Pipes- sonrió mientras me acostaba en sus piernas para terminar de escuchar el playlist.
Pasamos unas horas allí hablando de todo y de nada hasta que nos dio frío y decidimos volver a su casa. Una vez allí seguimos ignorando nuestros celulares, vimos unas películas. Alex leyó un poco mientras yo tomaba una siesta y al despertarme sentí su cuerpo junto al mío.
-después de visitar a tus padres...¿nos vemos? No es necesario que vuelvas a este lugar si no te gusta-
-¿es broma? Me encanta este lugar. Tú casa, tú cama... el vecino sexy- bromeé
-hey Piper. El no es sexy además es gay-
-más gay que tú no lo creo-
-y habló la más hetero de la ciudad- reímos y nos quedamos mirándonos otro rato...
-¿quieres que llegue aquí?-
-si...-
Las cosas habían cambiado entre Alex y yo pero aún era difícil descifrar sus sentimientos aunque sus ojos podrían bien decirme que andaba mal, ella trataba de poner todos sus presentimientos detrás de una pared y aparentar solo estar feliz con esto.
-¿está todo bien Al?-
Ella no respondió y en cambio solo se acercó a mi poniendo su cabeza en mi pecho
-vamos a dormir... mañana es un día largo-